La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires aprobó y giró al Senado el proyecto de ley que crea un laboratorio público de medicamentos que impulsa Axel Kicillof durante una sesión extraordinaria que se llevó a cabo esta tarde.

La iniciativa, enviada por el gobernador Axel Kicillof, busca crear el Centro de Industria Farmacéutica Bonaerense, una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria, que tiene el objetivo de poder garantizar el acceso equitativo a los medicamentos de la población.

La propuesta establece que el Centro, que dependerá del Ministerio de Salud, tendrá por objeto “realizar la investigación, el desarrollo, la producción, el fasoneo, el fraccionamiento, la transformación, la terminación, la importación y/o la exportación, la compra, la venta y la distribución por mayor y/o menor así como el control de calidad de todo tipo de medicamentos, vacunas, insumos, productos médicos, equipamientos, ingredientes farmacéuticos activos, estándares primarios y secundarios para control de calidad de la producción, insumos médicos odontológicos, productos sanitarios y cualquier otro insumo necesario para la salud”.

Además, deberá encargarse del “control de calidad fisicoquímico y microbiológico de alimentos y agua, la explotación de patentes de invención, licencias, fórmulas y marcas nacionales o extranjeras, actividades de representación, mandato, comisión y consignación, la importación y exportación, así como toda otra actividad tendiente a fortalecer el desarrollo tecnológico, científico, productivo, de innovación de la propia sociedad, así como del sector público y privado de la provincia de Buenos Aires”.

En los fundamentos del PE 1/24-25 se destaca: “Producir medicamentos y productos médicos desde una Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria, debería contribuir a evitar los sobreprecios que aplican los laboratorios privados cuando disponen de un monopolio de producción o una marca que se distinga, lo que a su vez se traduce en precios más bajos para los usuarios finales en todo el mercado” y se agrega que “la producción pública de medicamentos se convierte en una herramienta efectiva para garantizar el derecho a la salud y garantizar que ningún ciudadano o ciudadana se vea privado de tratamientos por motivos económicos”.

Durante el debate, el diputado peronista Gustavo Pulti dijo que con el laboratorio se pretende «paliar la grave situación» de la salud que vive la sociedad producto de las políticas nacionales. “Los medicamentos los manejan monopolios y oligopolios. Hay una caída del 26% en la compra de remedios, porque no hay países en el mundo con medicamentos tan caros. Además hay recortes de cobertura en el PAMI», señaló el legislador del oficialismo. «Francia, Alemania o el Reino Unido tienen laboratorios de producción de medicamentos. Kicillof quiere dotarse desde esta herramienta en un marco de caída del empleo, de la industria, de la informalidad, con destrucción de fuentes de trabajo y en donde los medicamentos son carísimos», añadió Pulti.

«Dónde hay una necesidad, hay un derecho Y donde no hay mercado, hay Derechos. El medicamento es un bien social la salud pública es un derecho humano universal y el gobernador toma decisiones en un contexto de empobrecimiento Y de cruel a los jubilados de medicamentos», dijo.

En tanto, Gustavo Cuervo, el presidente del bloque Unión Renovación y Fe, explicó que desde esa bancada acompañan la iniciativa «porque hay una necesidad de aportar una solución a esta grave problemática» de los remedios.

En ese contexto, Guillermo Castello, del bloque oficial de La Libertad Avanza, cuestionó “el estado elefantiásico del populismo» y dijo que «la situación miserable del país responde a ello».

«Al gobernador le gusta jugar al empresario con la plata ajena», evaluó y criticó que “en un acuerdo de casta se haya creado un directorio de cinco miembros, cinco burócratas pagos”. “Estas empresas no le sirven a la gente, prestan pésimo servicios y son aguantaderos de familiares y ñoquis”, continuó y vaticinó que la empresa «terminará en quiebra».

Posteriormente, desde el PRO, Julieta Quintero, expuso: «No se debe agrandar la estructura burocrática de la provincia» y analizó que las compañías estatales son «ineficientes y deficitarias» y su par de bancada, Fernando Rovello, añadió: «Siempre en contra de estos disparates de Kicillof. Me tiene cansado que lo único que quiera sea ser Presidente y todo lo que hace son decisiones populistas que crean más cargos públicos para militantes».

A su turno, Laura Cano, del PTS, pidió «fortalecer el Instituto Tomas Perón y la producción pública de medicamentos, la ciencia y la técnica, en vez de crear una sociedad anónima», y se mostró contra la participación privada «por considerar que eso es más mercado, y no más Estado».

En igual tono, la radical María Alejandra Lorden pidió que en lugar de crear esta empresa «Kicillof mejor se ocupe del sistema de salud» y Romina Braga, de la Coalición Cívica, dijo entender «que aumentaron 40 por ciento los medicamentos producto de la liberación de precios», pero criticó que la propuesta «se debata a las apuradas».