El ministro de Transporte bonaerense, Jorge D’Onofrio, aseguró hoy que, junto a su par de Seguridad, Sergio Berni, van a «seguir tendiendo puentes» para dialogar con los compañeros del colectivero asesinado Daniel Barrientos a pesar de las agresiones y apedreadas que recibieron al acercarse este mediodía a la protesta que realizaban por el crimen en la intersección de la General Paz y avenida Juan Manuel de Rosas.
«La gente está muy mal por la muerte del compañero. Vamos a tratar de seguir tendiendo puentes», señaló D’Onofrio, quien estaba junto a Berni en el escenario de la manifestación de los choferes de colectivos que reclamaban justicia por el homicidio de Barrientos en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, La Matanza.
En declaraciones a Radio 10, el titular de la cartera de Transporte contó que «Sergio (Berni) quería ponerse a disposición, decir que ya estaba detenido uno de los sospechosos y que la investigación ya estaba encaminada», pero cuando llegó a la concentración de los trabajadores, reconoció, «la situación se fue de las manos».
Además, D’Onofrio reveló que, antes de la llegada de Berni, él ya estaba en el lugar manteniendo conversaciones con los colectiveros, y que, cuando llegó el ministro de Seguridad, él lo fue a buscar «para mantener una reunión en conjunto», pero fue imposible concretarla.
«Yo estaba con él, y debo decir que la gran mayoría de los delegados empezaron a entender que era una barbaridad (golpear al ministro con puñetazos y arrojarle objetos contundentes), que no se podían dejar llevar y pudimos parar un poco esa locura», reconstruyó.
Berni fue agredido a palazos, pedradas y golpes de puño por los manifestantes que se concentraban en el cruce de la avenida Juan Manuel de Rosas y General Paz, donde los compañeros de trabajo del chofer asesinado mantenían un corte de tránsito en reclamo de justicia.
D’Onofrio aseguró que era «imposible hablar» en ese contexto: «El gobernador (Axel Kicillof) me pidió que me pusiera a disposición. Mi intención era ver no sólo en qué podía mejorar sino darle un abrazo a los compañeros del trabajador muerto y a la familia. Lamentablemente no pudimos. Hay que seguir trabajando y solucionando estos temas», puntualizó.
Además, sostuvo que «hay muchas versiones» sobre lo que ocurrió y señaló que «normalmente los que van a robar colectivos son lo peor de la escala alimentaria de los delincuentes porque vas a robar algo donde no hay recaudación: solo un pobre pasajero o al chofer».
«Pudo haber pasado cualquier cosa, se asustó o tuvo sangre fría y lo quiso ver muerto. Eso lo determinará la Justicia», señaló sobre el homicidio, y añadió: «Esta vez la Justicia se tiene que poner los pantalones largos porque los mismos choferes nos decían que, en otras ocasiones, con el arma homicida y todo, los delincuentes quedaron libres».
Por el crimen del colectivero, la UTA llevaba adelante además un paro en las líneas de colectivo de la zona oeste del Gran Buenos Aires (GBA).