La aplicación o app más descargada de este año en todo el mundo es Tik Tok (Douyin en chino), que permite crear vídeos de 15 segundos con una apabullante galería de efectos divertidos y sincronizando la imagen con una gran base musical.
Su popularidad en el gigante asiático rivaliza con la que logró Pokémon Go en el resto del mundo y ya cuenta con más de 500 millones de usuarios activos al mes.
De acuerdo al diario El País de España aunque predominan los clips de chicas jóvenes haciendo monerías al ritmo de la música, hay de todo: desde mascotas que deleitan a los usuarios con sus facetas más divertidas, hasta ancianos que recogen las mejores jugadas de partidas que echan a las damas chinas o niños que muestran sus habilidades a edad temprana. También hay quienes gastan bromas por la calle -sin caer en el caraanchoa, claro- y quienes muestran habilidades asombrosas en todo tipo de ámbitos.
Las empresas chinas cada vez tienen más éxito con sus aplicaciones. De hecho, hasta este año las occidentales siempre habían sido las más descargadas de la Apple Store. El año pasado, cuatro de las diez primeras ya fueron chinas. Y, en 2018, llama la atención también que cinco de las diez en las que los usuarios gastan más lo son.
El éxito de Douyin radica en su heterogeneidad. El usuario puede buscar vídeos con palabras clave para hacer una criba o dejar que el algoritmo de la aplicación le recomiende los que considera más adecuados a sus gustos, pero lo habitual es que pase de un vídeo a otro sin saber qué es lo viene a continuación. La sorpresa engancha.
Los que no interesan se descartan rápidamente deslizando el dedo hacia arriba para dar paso al siguiente. Y, como ya es habitual en redes sociales, los que más llaman la atención se pueden marcar con un corazón o comentar. Sorprenden las estadísticas de vídeos que alcanzan millones de visitas y miles de comentarios y de likes; y también lo trabajados que están algunos clips, grabados con varias cámaras profesionales y editados con herramientas que trascienden los efectos que incluye la aplicación.
No en vano, Douyin permite publicar vídeos de dos maneras diferentes: se pueden grabar directamente desde la app, que permite añadir emoticonos en 3D, ralentizar o acelerar las imágenes, y alterarlas con efectos de todo tipo; o se pueden subir clips guardados y editados anteriormente. Además, la aplicación también se ha sumado a la locura de la retransmisión en directo, que incorpora en uno de sus menús.
A primera vista, esta app lanzada en septiembre de 2016 parece un mero vehículo de entretenimiento. Hay quienes afirman que se trata solo una nueva moda que durará lo mismo que la de Pokémon Go porque los usuarios terminarán hartándose. Otros, sin embargo, aseguran que abre una nueva forma de comunicación. Muestra de que eso último puede ser cierto está en el hecho de que, a diferencia de lo que ha sucedido con otras aplicaciones chinas que solo han tenido éxito en el mercado local, Tik Tok causa furor fuera de las fronteras del país comunista: se utiliza en gran parte del resto de Asia.
Pero no todos celebran el auge de este servicio. De hecho, Bytedance, la empresa que está detrás de la app, ha tenido más de un encontronazo con las autoridades por el “contenido inapropiado” de algunos vídeos. Pekín ha exigido que depure clips excesivamente sensuales o que promocionen un estilo de vida pernicioso. Indonesia, por su parte, fue más contundente y decidió prohibir la aplicación la semana pasada. “Hay demasiado contenido negativo y peligroso, sobre todo para los niños”, justificó el ministro de Información, Rudiantara. Cada vez son más quienes creen que la app debería exigir una edad mínima para darse de alta.
Según datos de un informe publicado por Tencent en abril, el 66% de los usuarios de Douyin en China son mujeres, y el 75,5% de ellas tiene menos de 24 años. Según Bytedance, sin embargo, el 40% de los usuarios tiene entre 24 y 30 años, un dato que la empresa utiliza para demostrar que ha logrado romper la barrera de la generación Z y atraer también a usuarios más mayores.
No obstante, el contenido no es lo único que preocupa. También se critica que la aplicación es altamente adictiva. El 22% de los usuarios pasa más de una hora al día en ella, y la propia Bytedance es consciente de este problema, razón por la que ha añadido una alarma que suena en caso de que se utilice el servicio durante más de hora y media al día. De forma adicional, el usuario puede hacer que se bloquee después de dos horas de uso, y, en ese caso, necesita introducir una contraseña para continuar utilizándola.