El ministro de Economía, Nicolás Dujovne, se reunirá hoy en Washington, Estados Unidos, con Christine Lagarde, número uno del Fondo Monetario Internacional, para negociar el desembolso anticipado de 29.000 millones de dólares y obtener por esa vía el desahogo financiero con que el Gobierno pretende llevar calma a los mercados.
La reunión tendrá lugar, a puertas cerradas, al mediodía en las oficinas del Fondo. Se estima que el organismo multilateral accederá al pedido argentino ya que Lagarde habló de «fortalecer» el acuerdo con la Argentina y «reexaminar el cronograma del programa financiero».
Después, será el turno del encuentro de los equipos técnicos, que deberán revisar la letra chica y los números actualizados de la economía argentina.
Junto al ministro viajaron el presidente del Banco Central, Luis Caputo, con su vice, Gustavo Cañonero; el secretario de Política Económica Guido Sandleris y el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena.
Dujovne explicará el paquete de recortes y suba de retenciones anunciado en Buenos Aires y la expectativa de avanzar sin demoras en un pacto que le permita contar antes de tiempo con los recursos del FMI. Esto es, un anticipo del crédito de USD 50.000 millones a tres años acordado hace un par de meses, pero que la devaluación del peso y la crisis de confianza obligaron a revisar al calor de la urgencia.
En concreto, el equipo argentino pretende que en 2019 el Fondo libere partidas previstas para 2020 y 2021 según los términos del crédito stand by. Con esos recursos el Gobierno garantizaría su capacidad de pago el año próximo y enviaría una señal clara de previsibilidad en el mediano plazo, aunque antes debe explicar el nuevo plan en las oficinas del Fondo y ofrecer garantías de que es realizable el objetivo de avanzar al equilibrio fiscal también de manera anticipada.
Las metas de crecimiento económico y reducción inflacionaria parecen haber quedado por ahora en un segundo plano. El Gobierno admitió que ambas variables van a estar lejos de las previsiones contenidas en el acuerdo original con el Fondo y apuesta ahora todas sus fichas al nuevo objetivo de conseguir lo antes posible el equilibrio fiscal, lo que implica saltar un bache cercano a los 500.000 millones de pesos.
La combinación de ingresos extra por la vía de retenciones al campo y la industria y menos gasto público por la vía de recortes en materia de inversión y subsidios, entre otras medidas, son los puntales del plan oficial. Pero las dudas, sobre la negociación abierta con el peronismo por el presupuesto 2019, que debe plasmar en ley este ajuste y la promesa de déficit cero, seguramente estarán también sobre la mesa en las oficinas del Fondo.
La presencia de Caputo en las negociaciones agrega otro elemento. El presidente del Central buscaría el visto bueno para medidas de estabilización del peso que involucren una parte de los recursos del FMI. Esto es, un mayor intervencionismo para calmar las aguas encrespadas del mercado cambiario.
La negociación abierta con el peronismo por el presupuesto 2019, que debe plasmar en ley este ajuste y la promesa de déficit cero, seguramente estarán también sobre la mesa en las oficinas del Fondo