Alrededor de 830 millones de personas de entre 15 a 24 años tienen acceso a internet, una cifra que representa el 80% de la población joven en 104 países, reveló hoy un informe de la UIT, el organismo especializado de la Naciones Unidas para las tecnologías de la información y la comunicación.
El estudio indicó, además, que las suscripciones a banda ancha móvil crecieron más del 20% anual en los últimos cinco años y se prevé que lleguen a las 4.300 millones a nivel mundial a fines de 2017.
Estos números demuestran «los grandes pasos que se están dando con respecto a expandir el acceso a internet a través de la creciente disponibilidad de redes de banda ancha», afirmó el secretario general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), Houlin Zhao, según un comunicado publicado hoy en el sitio web del organismo.
La edición 2017 del informe Datos y Cifras de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) llevado a cabo por la UIT demostró que «los jóvenes están al frente del uso de internet», y que China lidera el aumento significativo en el acceso a los servicios de banda ancha.
En particular, los países desarrollados cuentan con un 94% de jóvenes de entre 15 a 24 años que usan Internet, mientras que esa cifra se reduce al 67% en los países en vías de desarrollo.
Las naciones con menores niveles de ingresos registran un 30% de su población juvenil conectada a la red de redes.
De los 830 millones de jóvenes conectados a nivel mundial, 320 millones (lo que representa el 39%) están en China y la India.
En suma, el estudio reveló que la proporción de jóvenes que usan internet (71%) es significativamente superior a la proporción del total de la población que está conectada (48%).
Para la especialista argentina en Cultura Juvenil, Roxana Morduchowicz, estas cifras «no sorprenden» ya que la vida diaria de los adolescentes pasa por Internet.
«Los jóvenes son los que más tiempo destinan a la navegación online y su vida diaria pasa a través de las pantallas: hacen la tarea, se entretienen, se relacionan con sus amigos, escuchan música, miran videos», agregó Morduchowicz.
Sin embargo, la especialista aclaró que si bien los jóvenes tienen un «manejo instrumental» de Internet que es superior al de los adultos, aún les falta «actitud reflexiva y crítica», por ejemplo cuando suben información personal a las redes sociales.
«Por eso, es importante que los padres dialoguen con sus hijos y empiecen a incorporar la pregunta sobre ‘qué hiciste hoy en internet’, aunque sin invadir su privacidad, de la misma forma que lo hacen con ‘cómo te fue hoy en la prueba’ cuando los chicos vuelven de la escuela», consideró.
Por otra parte, el estudio se refirió a que si bien la brecha de género entre los usuarios de Internet se redujo en la mayoría de las regiones desde 2013, la proporción de hombres que utilizan Internet sigue siendo ligeramente superior a la de las mujeres en casi dos terceras partes en todo el mundo.
En 2017, la tasa global de penetración de Internet respecto de los hombres se colocó en el 50,9 % en comparación con el 44,9 % de las mujeres.
En los países con menores tasas de ingresos, solo una de siete mujeres usa Internet comparado con la proporción de uno de cinco hombres.
Sobre la brecha de género, Morduchowicz indicó que en la población juvenil se ve pero en un escaso nivel ya que los usos son cada vez más parecidos en lo que respecta a escuchar música, usar redes sociales o ver videos.
«Una de las diferencias que tal vez se pueden citar es que las chicas leen más por Internet, mientras que los varones destinan ese tiempo al juego», sostuvo la especialista, pero agregó que no es una disparidad muy significativa.
Por otra parte, el estudio de la UIT reveló que en los países desarrollados, la proporción de hogares con acceso a Internet es dos veces mayor que en los países en desarrollo, mientras que solo un 15% de hogares en las naciones con ingresos más bajos tienen acceso a internet.
En este último caso, muchos de las personas se conectan a Internet desde el trabajo, la escuela, la universidad u otras formas de públicas de conexión por fuera del hogar, de acuerdo con el estudio.