La disputa de la provincia de Chubut con el Gobierno nacional sigue generando coletazos en la situación interna del PRO y pone cada vez mayor distancia entre el expresidente Mauricio Macri y la actual titular de la fuerza y ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien le pidió al exmandatario que se «pronuncie» sobre un conflicto que tiene distintas posturas dentro del partido.
Bullrich consideró que Macri «debería pronunciarse como expresidente» respecto de la amenaza del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, de cortar el suministro de gas y petróleo por el recorte de la coparticipación.
Y dijo que no tiene «problema» en que el exmandatario sea el nuevo presidente de esa fuerza, pero afirmó que para ello es necesario «definir dónde está, qué ideas defiende y si está en favor del cambio».
«Me sorprende la actitud de Nacho Torres. Desde el PRO creemos en la ley como principio de convivencia y tenemos que pronunciarnos al respecto. Por eso junté a un grupo importante de dirigentes que ponen bien en claro que no vamos a hablar nunca de violación a la propiedad privada», indicó la ministra en declaraciones a Radio Rivadavia sobre la carta difundida en respaldo al Gobierno nacional en su disputa con Chubut.
En esa línea, Bullrich afirmó que Macri -quien no firmó la nota- «debería pronunciarse como expresidente» al respecto y remarcó que no tiene «problema» en que el exmandatario sea el nuevo presidente del PRO, pero es necesario «definir dónde está, que ideas defiende y si está en favor del cambio».
«Estoy esperando su pronunciamiento. ¿Dónde está el PRO? En sus ideas y posicionamiento del lado del Gobierno», aseguró.
El expresidente, que regresó la semana pasada de sus vacaciones, se reunió un día antes de que estalle el conflicto entre Chubut y Nación precisamente con Torres, a quien le pidió «24 horas para resolver el tema», pero como «no hubo resultados concretos» el gobernador decidió ir a la Justicia, según señalaron a Télam fuentes del mandatario chubutense.
Macri, que se perfila para encabezar una posible lista de unidad para presidir el PRO, no logró mediar en la disputa y hasta el momento continúa sin pronunciarse públicamente al respecto.
Para Bullrich, la discusión «no es quién es el presidente» del partido amarillo sino «dónde están parados».
«¿Estamos apoyando el cambio o a medias? Esto lo voy a llevar al PRO, sea quien sea el presidente. Yo no voy a serlo porque soy ministra y no tengo tiempo», aclaró sobre las nuevas autoridades que deben elegirse en las próximas semanas.
En este escenario de tensión dentro del partido, la ministra sufrió la renuncia de uno de sus colaboradores más cercanos: el secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad, Sebastián García De Luca.
«Un placer acompañarte hasta acá Patricia Bullrich. Gracias por tu confianza. Sos una gran dirigente y mejor persona. Sigo convencido del cambio que necesita nuestro país, con responsabilidad, respeto y federalismo», expresó García De Luca en su cuenta oficial de X.
Bullrich explicó que su salida provino de «una charla» que venían manteniendo hace semanas: «Llevamos adelante una práctica de a todo o nada, y él tenía cierta incomodidad. Tiene una idea más de negociaciones, donde cedés cosas para conseguir otras, y ahí terminás perdiendo la capacidad de conducción», consideró.
García De Luca es uno de los dirigentes que -como Macri- no firmó el comunicado que publicó recientemente el PRO en apoyo al Gobierno del presidente Javier Milei y en rechazo a la postura de Torres.
A este contexto se suma la frustrada reunión que se iba a realizar el lunes entre el bloque de 38 diputados que dirige Ritondo; el propio gobernador chubutense Torres, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y el mandatario de Entre Ríos, Rogelio Frigerio.
Según detallaron fuentes partidarias a esta agencia, la reunión en la que se iba a debatir la posición del PRO «por ahora» no se va a llevar a cabo.
Si bien Frigerio formó parte de una de las 10 provincias de Juntos por el Cambio (JxC) que firmó un comunicado en solidaridad con Chubut, el mandatario se separó hoy de la actitud de ese distrito al afirmar que no cree «en el ojo por ojo» y que no es «la mejor forma de solucionar las cosas».
«Hay que poner el foco en la gente, que decidió que hay que mirar para adelante. Por eso, no tenemos que dar este espectáculo bochornoso de políticos peleándose entre ellos. No voy a entrar en eso, no creo que sea la forma de manejarnos. Estoy dedicado a gestionar y a resolver los problemas de los entrerrianos, no me van a encontrar haciendo otra cosa», indicó en diálogo con Radio La Red.
En esa postura intermedia también se ubicó la diputada María Eugenia Vidal, quien afirmó en un reportaje hace días que «Torres tiene que asumir el cargo en una provincia que no administró y que fue mal administrada», al igual que su compañero de banca Alejandro Finocchiaro, al señalar que el Gobierno nacional debe «buscar alguna vía alternativa de financiamiento».
Entre los nombres más resonantes de las más de 200 adhesiones dirigentes y militantes del PRO que sí firmaron la nota en contra del planteo de Chubut están Damián Arabia, Fernando Iglesias, Silvana Giudici, Gerardo Milman, Diego Valenzuela, Federico Pinedo, Juan Pablo Arenaza, Francisco Sánchez, Eduardo Macchiavelli, Pablo Tonelli y Claudio Avruj.
Quien sí le envió «todo» su «apoyo» al mandatario chubutense fue el ex jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, al afirmar en redes sociales que «la riqueza de nuestro país es la riqueza de las provincias» y que el «Gobierno no puede desconocerlas».