Las diferencias en Juntos por el Cambio quedaron nuevamente expuestas esta semana con el tratamiento de la ley de Presupuesto y en el acto por el 39° aniversario del triunfo de Raúl Alfonsín que organizó la UCR, mientras los tiempos políticos se aceleran tanto en el debate por la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta en el territorio porteño como en la puja entre los múltiples candidatos para la provincia de Buenos Aires.
A la hora de dar quórum por el Presupuesto, el PRO, la Coalición Cívica y Republicanos Unidos, de Ricardo López Murphy, decidieron no habilitar el debate, pero gran parte del bloque radical liderado por Mario Negri y de Evolución Radical, la fuerza que lidera el senador Martín Lousteau, sí habilitaron la discusión parlamentaria.
De ese modo, la llamada «ley de leyes» fue aprobada en general por 180 votos a favor, 22 en contra y 49 abstenciones.
Legisladores radicales de los dos bloques votaron junto al Frente de Todos, mientras que la Coalición Cívica rechazó la iniciativa y el PRO optó por la abstención: los distintos posicionamientos volvieron a generar tensión.
La otra chispa que hizo emerger las internas tuvo que ver con la puja por la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires.
Patricia Bullrich respaldó de manera explícita la postulación de Jorge Macri como futuro jefe de gobierno y desde el PRO comenzaron las presiones sobre Larreta para que le levante la mano al primo del expresidente como el preferido para ser su sucesor.
En la vereda radical, Lousteau también está anotado en la carrera para suceder a Larreta y reclama reglas de juego claras: esta tarde, en el acto por Alfonsín en Costa Salguero, el senador ratificó públicamente que la UCR pretende «fórmulas cruzadas» con el PRO.
Esta alternativa consiste en que si un dirigente del partido que encabeza Bullrich queda ungido como candidato a presidente, el que vaya por la jefatura de gobierno de CABA sea de extracción radical; incluso podría ser el propio Lousteau.
Larreta se había comprometido a que todos los candidatos a sucederlo estarían en igualdad de condiciones, pero en un sector del radicalismo tienen dudas.
«Si estas condiciones no están, habrá que hablar muchas cosas en Juntos por el Cambio», advirtió en las últimas horas Gerardo Morales, el titular del partido.
En esa línea, el radicalismo mostró hoy en Costa Salguero la voluntad de hacer valer su «musculatura y territorialidad», según palabras de Morales, para disputar espacios con el PRO y concretar el desafío de llevar a la práctica «un gobierno de coalición».
«El error que cometimos entre 2015 y 2019 es no haber podido lograr un gobierno de coalición. Necesitamos demostrarle al pueblo y a nosotros mismos que podemos gobernar en el marco de las diferencias, ese sería el logro», exhortó el mandatario provincial de Jujuy.
Otra definición fuerte partió de Lousteau, quien eligió confrontar con el propio Mauricio Macri y el ala ‘dura’ del PRO al advertir que «de donde estamos no se sale con un shock que sea una guadaña», en lo que constituyó una respuesta directa a la propuesta de privatizar y cerrar empresas públicas contenidas en el libro «Para qué».
Morales y Lousteau pasan un buen momento de afinidad personal y política luego de varias diferencias en el pasado.
El radicalismo quiere frenar la «ola amarilla» y la centralidad que Macri recuperó en las últimas semanas, tanto con sus declaraciones como con la presentación de su segundo libro.
Facundo Manes, el otro dirigente de la UCR anotado para la presidencial junto con el jujeño Morales, estuvo ausente en el acto por Alfonsín: viajó a España para un encuentro con figuras del PSOE ibérico.
En cuanto a la idea de las «fórmulas cruzadas» enarbolada por Lousteau, esa estrategia tiene una fuerte resistencia en Bullrich y los ‘halcones’ del PRO.
Este sábado, la exministra de Seguridad apuntó por ese tema contra el propio Larreta, quien asistió como invitado al acto de los radicales.
En declaraciones a radio Mitre, Bullrich dijo que el jefe de gobierno porteño «prefiere, por su candidatura presidencial, entregar la Ciudad» al radicalismo. «A mí no me parece», acicateó.
Otro terreno caliente para la interna opositora tendrá una nueva foto la semana entrante: Bullrich se mostrará junto al intendente de Lanús, Néstor Grindetti, también del PRO.
Este acercamiento no marca en sí nada, salvo el hecho de que se está gestando un frente sólido, que cada vez suma más integrantes, para competir con Diego Santilli por la candidatura a la gobernación bonaerense
Con la bendición de Macri, tanto Grindetti como Joaquín de la Torre (exjefe comunal de San Miguel y exministro de Vidal) y también Cristian Ritondo caminan el territorio bonaerense para hacerle frente a Santilli, el candidato de Larreta para la provincia.
La discusión de fondo siempre es la misma: Larreta versus Macri o Macri versus Larreta en una puja que se expande por todos los frentes, territorios y categorías, tanto en la discusión por la candidatura presidencial como en las disputas por la ciudad de Buenos Aires y el resto de las provincias.
Arranca noviembre y hasta el inicio del Mundial los candidatos apurarán recorridas y actos antes del inicio de la Copa del Mundo, cuando la dirigencia pasará a modo stand-by.
Larreta sumará a sus acostumbradas incursiones por las provincias, cada 15 días, recorridas por el conurbano y el interior bonaerense, en la provincia considerada la «madre de todas las batallas» en el terreno electoral.