El escándalo de corrupción que involucra al senador entrerriano Edgardo Kueider, al que la oposición ya le picó el boleto y pide su expulsión por inhabilidad moral, puso en jaque al Gobierno y ahora en la oposición estiman que no habrá actividad en diciembre en la Cámara de Diputados, y hasta ponen en duda que se convoque a sesiones extraordinarias.
El «factor Kueider» generó ondas expansivas que impactaron con alarma en la Casa Rosada.
El senador, que sigue detenido en Paraguay por contrabando de más de 200 mil dólares y presentó un pedido de licencia en su cargo, fue un aliado clave del oficialismo para lograr la sanción de la Ley Bases y hasta fue propuesto por Victoria Villarruel para presidir la estratégica comisión de Asuntos Constitucionales del Senado.
Rápido de reflejos, el peronismo inició una campaña fuerte para asociar a Kueider con el Gobierno y pidió la convocatoria a una sesión especial para el jueves 12 de diciembre a las 11 con el objetivo de destituirlo o al menos suspenderlo.
En el banco de suplentes ya va entrando en calor la camporista Stefanía Cora, que será la reemplazante en la banca del senador imputado en caso de que sea removido de su cargo.
Este facto, que ampliaría la representación de Unión por la Patria a 34 de los 72 senadores, no impidió que hasta el PRO, preocupado por el efecto mancha venenosa que podría tomar el escándalo si no se le pone un límite, acompañe el pedido del peronismo para desplazar a Kueider.
La jugada del PRO, en el actual contexto de fricciones con el Gobierno, es audaz, pero podría volverse en contra como un búmeran ya que en las últimas horas tomó estado público una investigación por supuesta corrupción contra Cristian Ritondo y su esposa por un entramado de sociedades offshore y propiedades en el estado de la Florida.
Si el Gobierno abre los recintos del Congreso en diciembre, no podrá evitar que la voracidad opositora tenga campo de juego abierto para ir por las cabezas de dos aliados fuertes.
“Lo de Kueider es más difícil de entender para gente común, pero si abren los recintos va a aparecer gente con habilidad de explicar fácil lo difícil”, advirtió un diputado de Encuentro Federal al que la agencia Noticias Argentinas tuvo acceso.
Por estas razones, aventuró que no habrá convocatoria a sesiones extraordinarias, lo cual supondría para el Gobierno “un problema comunicacional porque (el portavoz presidencial Manuel) Adorni hasta anunció el temario”.
Además de tener temores fundados a que la oposición se haga un banquete con la situación de Kueider y, en menor medida, con la de Ritondo, el oficialismo “no tiene los votos para temas como reforma política y electoral, y la privatización de Aerolíneas Argentinas”, analizó el diputado opositor.
“Y si hacen una sesión de temas menores para que no digan que arrugaron, se arriesgan a no juntar quórum”, sumó.
El apresuramiento de Adorni le está jugando una mala pasada al Gobierno. Se había comunicado que las extraordinarias se extenderían del 5 al 27 de diciembre.
Habiendo transcurrido ya 10 días del mes, y con la semana prácticamente perdida, queda muy poco tiempo por delante para construir algún tipo de acuerdo.
“El tren ya pasó. Quedaría solamente la semana que viene”, advierten fuentes del bloque de la Unión Cívica Radical que preside Rodrigo de Loredo en diálogo con Noticias Argentinas.
En el PRO manejan la misma dosis de escepticismo. “Desde el vamos incumplieron con la palabra porque dijeron que iban a convocar desde el 5 de diciembre. Ya estamos a día 10 y ni noticias. Deberían haber sido más cautelosos”, expresaron a NA desde el entorno de Ritondo.
Desde el bloque radical Democracia para Siempre también ya dan prácticamente por truncadas las sesiones extraordinarias en el mes de diciembre a partir del estallido del caso Kueider.
En diálogo con Noticias Argentinas, un influyente diputado de este bloque de una docena de radicales díscolos aseguró que “el clima de la semana pasada a esta dio un vuelco considerable”.
“Sin el presupuesto y con los senadores de La Libertad Avanza votando la suspensión de Kueider me parece que al Gobierno le puede salir en contra” si decide abrir los recintos en diciembre.
Por la misma bancada, Fernando Carbajal fue aún más lapidario en su pronóstico al afirmar que las sesiones extraordinarias “ya están caídas”.
«Ya están caídas. No va a pasar nada. Queda una semana de actividad real y posible. Lo dijimos: sin presupuesto no hay extraordinarias”, dijo el formoseño en declaraciones televisivas.
También adelantó que ese bloque de una docena de radicales ya resolvió no dar quórum a ninguna sesión durante extraordinarias, en el hipotético caso de que se convoquen formalmente.
Según distintas fuentes opositoras, existe alguna probabilidad de que el oficialismo busque reflotar las extraordinarias pero para la segunda quincena de febrero.
El temario podría incluir los proyectos anticipados por Adorni, como la Reforma Política y Electoral (con eliminación de las PASO), juicio en ausencia, ley Antimafia, viajes del presidente y reforma de los fueros de la política; y algunas otras iniciativas consensuadas con sectores de la oposición.