El financista Federico Elaskar afirmó hoy que el detenido contador Daniel Pérez Gadín y otros acusados por lavado de dinero lo «apretaban en nombre de Lázaro Báez» para que vendiera su parte de SGI y lo «usaron», al negar que se haya manejado dinero de origen ilícito durante su gestión en esa financiera de Puerto Madero.
«Apretaban en nombre de Lázaro Báez y uno se asustaba; tenía 25 años: Me encantaría volver la historia atrás», afirmó Elaskar al prestar declaración indagatoria ante el Tribunal Oral Federal 4 que lo juzga junto a Lázaro Báez y sus cuatro hijos por lavado de dinero proveniente de delitos cometidos con la obra pública en Santa Cruz durante el kirchnerismo.
La nueva jornada del juicio oral comenzó con el cierre de la declaración indagatoria de Fabián Rossi, iniciada el miércoles de la semana pasada.
El ex marido de la vedette Iliana Calabró dijo que le ofrecieron ser arrepentido y no aceptó y que vive una «tortura» desde que habló ante el Tribunal Oral Federal 4.
A su turno, Elaskar realizó un relato que incluyó un detallado informe de los negocios de su padre, a quien atribuyó el origen de todo el dinero familiar y también del que invirtió para abrir SGI a los 25 años.
«Niego categóricamente que SGI haya negociado con dinero ilícito dudoso durante mi mandato. No puedo responder por el presidente de facto que asume en la última quincena de enero de 2011, porque en los papeles todavía me hacían figurar a mí pero las decisiones las tomaba Fernández y yo ya negociaba mi salida», dijo en alusión a otro procesado, el ex titular de la financiera, César Fernández.
«Vinieron Fariña (por el arrepentido Leonardo Fariña) y Pérez Gadín y el dinero pudo haber sido de ellos o de Báez, éramos privados. Báez era un desconocido en ese momento para mí, tuve que entrar en Google y buscar quién era», aseguró.
Sobre la financiera donde se hizo la filmación difundida por los medios que mostró a Martín Báez, el hijo mayor del dueño de Austral Construcciones, y a otros acusados contando millones de dólares, dijo que la compró porque su aspiración era tener un banco y que «tenía plata» de su familia antes de concretar esa operación.
«Me estafaron en lo económico y me usaron», afirmó sobre lo que ocurrió después, cuando la firma Helvetic compró la mitad de la firma y luego se supo que sus beneficiarios últimos eran los cuatro hijos de Báez, según exhortos llegados de Suiza.
De hecho contó que dos semanas atrás citó a una mediación a los cuatro hijos de Báez para reclamarles el pago de su parte de la financiera, que según él aún se le debe.
«No conozco a los Báez, no me interesa conocerlos, pero quiero mi plata», dijo.
Elaskar narró amenazas y advertencias por parte de Perez Gadin y de quien lo reemplazó en la presidencia de SGI, César Fernández, para que vendiera su parte.
«Me aprietan, me echan a patadas de mi empresa, Pérez Gadín tiene que explicar un montón de cosas», dijo y le pidió al contador -sentado en la sala de audiencias- que dejara de reírse.
«Esta gente tiene un gran problema, son ignorantes y son impunes. Cómo se creyeron que iban a estar todo el tiempo y podían salir y apretar por nombre de terceros», agregó.
A la hora de cuestionar las acusaciones en su contra relativas al origen del dinero que usó, Elaskar dijo que siempre tuvo plata por los negocios de su padre. «A mi padre lo secuestraron tres veces, desde los 16 tengo custodia», dijo en una larga declaración donde explicó en detalle movimientos financieros hechos en SGI,
Antes, el marido de la vedette Iliana Calabró, Rossi, cerró su indagatoria al contar que «hace unos días una de las querellas, la UIF, le ofreció a mi abogado que yo declare como arrepentido. La verdad que efectivamente estoy arrepentido pero arrepentido en haber confiado ciegamente en quién me llevara a SGI», la financiera conocida como «La Rosadita» ,
«No, olvidate, no me interesa», dijo que respondió a su abogado sobre el ofrecimiento.
«La verdad que sí, efectivamente estoy arrepentido, pero arrepentido de haber confiado ciegamente en quien me llevara a SGI, una persona que lo conozco hace más de 30 años y que el primer día me dijo Fabi yo sé que sos el principal damnificado, confiá, te vamos a ayudar con tu abogado y hoy me dan la espalda, hablan mal de mí y se escudan en un anonimato total», dijo en alusión a Fernández, el ex presidente de la financiera, también juzgado por presunto lavado de activos.
«Estoy arrepentido de haber confiado en él, yo no tenía ningún motivo para estar, no tenía deudas, tenía familia, vivía en el mismo departamento desde hacía 15 años y ahora estoy acá en este proceso producto del ‘sí, dale, venite, danos una mano’ y acá el capitán del barco no está».
«Yo no pude ir a Neuquén 4 días y voy al (supermercado) Día de la esquina de casa y me sacan fotos», se quejó Rossi y dijo que vive «una tortura» desde que comenzó a declarar en el juicio.
Lázaro Báez y sus cuatro hijos Martín, Melina, Luciana y Leandro informaron que no declararán por el momento en la causa que investiga el lavado de activos, que para la Justicia provinieron de delitos cometidos con la adjudicación de la obra pública en Santa Cruz durante el kirchnerismo.
La ex presidenta Cristina Kirchner fue indagada en la causa por el juez federal Sebastián Casanello, quien le dictó la falta de mérito en un fallo ahora apelado y bajo revisión de la sala II de la Cámara Federal porteña.