El nuevo pontífice de la iglesia Católica, León XVI, salió al balcón del Vaticano tras ser anunciado como el sucesor de Francisco, mientras una multitud de personas lo aguardaba en la plaza.

En su primer discurso como Papa, pidió a los fieles que fueran seguidores de Cristo, “el mal no prevalecerá”, además lanzó un “llamado a la paz” a “todos los pueblos” en su primeras palabras.

“¡Gracias al papa Francisco!“, dijo el nuevo pontífice León XIV en su primera alocución.

Asimismo, en su alocución El papa León XIV realizó un saludo, en español, a su “querida diócesis de Chiclayo” en Perú.

Una densa columna de humo blanco salió de la chimenea sobre la Capilla Sixtina este jueves, indicando que los cardenales reunidos en cónclave han elegido a un nuevo Papa, aunque el mundo todavía debía esperar para conocer su identidad.

Como ocurrió durante la elección del Papa Francisco en 2013, pasó más de una hora antes de que el nuevo pontífice apareciera en el balcón central de la Basílica de San Pedro. Allí, el cardenal designado como protodiácono —en este caso, Dominique Mamberti, de Francia— pronunció la fórmula tradicional en latín: “Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam” (“Les anuncio una gran alegría: tenemos un Papa”), seguida del nombre del elegido y el nombre pontificio que adoptará: el cardenal estadounidense Robert Prevost, bautizado como Leon XIV,

Prevost aparecía entre los probables ‘papables’ en el cónclave que se celebródesde este miércoles en el Vaticano, y también tiene la nacionalidad peruana, que obtuvo en 2015 tras pasar gran parte de su vida religiosa en el país andino.Newly elected Pope Leo XIV,Newly elected Pope Leo XIV, Cardinal Robert Prevost of the Unites States delivers the «Urbi et Orbi» (to the city and to the world) message from the balcony of St. Peter’s Basilica, at the Vatican, May 8, 2025. REUTERS/Remo Casilli

El momento previo

Antes del anuncio, dentro del Palacio Apostólico, sede de la Capilla Sixtina, se desarrolló un procedimiento riguroso conforme al reglamento establecido en el documento vaticano de 1996. El arzobispo Diego Ravelli, maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias, redactó el acta oficial en la que el cardenal electo aceptó ser obispo de Roma, sumo pontífice y cabeza del colegio episcopal.

Tras aceptar formalmente el cargo, los cardenales electores se acercaron al nuevo Papa para rendirle homenaje y manifestar su obediencia, como establece el ceremonial eclesiástico.

Luego, el Papa fue conducido a la Sala de las Lágrimas, un recinto anexo a la Capilla Sixtina donde se vistió por primera vez con la sotana blanca. En esta sala se guardan tres juegos completos de vestiduras papales —pequeña, mediana y grande— junto con zapatos de diferentes tallas, dado que la identidad del Papa se mantiene en secreto hasta su elección. El nombre del recinto proviene de los testimonios de pontífices que han llorado allí por la carga que representa el cargo.

Solo después de vestir el atuendo pontificio, el nuevo Papa salió al balcón para dirigirse al público y dar su primera bendición Urbi et Orbi.