La empresa estatal que controla la concesión de las autopistas hacia la Costa Atlántica pidió un aumento de entre el 20% y el 29% en el precio de los peajes, por lo que un viaje hacia Mar del Plata desde Capital Federal pasaría a costar $ 180.

El pedido fue realizado hoy por la empresa Autopistas Buenos Aires S.A. (Aubasa), durante la primera de las audiencias públicas convocadas para definir el incremento de los peajes de las rutas a su cargo.

La primera audiencia, realizada hoy en La Plata, fue para analizar las vías de tránsito del denominado «Corredor del Atlántico», integrado por la Autovía 2 y las rutas 11, 56, 63 y 74, los principales caminos hacia los destinos turísticos de la provincia. En tanto, mañana se evaluará la situación de la Autopista Buenos Aires-La Plata, donde se espera un incremento similar.

De aceptarse la propuesta de la empresa controlada por el Gobierno bonaerense, la tarifa para un auto común pasará de $ 75 a $ 90 en los peajes de Samborombón y Maipú (Autovía 2) y La Huella (Ruta 11). En tanto, en los peajes de Mar Chiquita (Ruta 11), y de General Madariaga (Ruta 74), la tarifa para autos pasaría de $ 35 a $ 45. Por otro lado, se propuso otorgar una tarifa con 20% de descuento entre el lunes y el viernes, fuera de la temporada veraniega.

Durante la audiencia, el gerente general de Aubasa, Flavio Alón, repasó las obras que se realizan sobre el trazado de las rutas concesionadas, como la instalación de iluminación LED, construcción de la doble calzada en los tramos General Conesa?Mar de Ajó y General Conesa-General Madariaga, y obras de repavimentación en la Autovía 2, ruta 63 y la construcción de dos puentes sobre ruta 11.

De la audiencia participaron representantes de los municipios de Lezama, Mar Chiquita, representantes de usuarios y la Defensoría del Pueblo de la Provincia.

El Defensor del Pueblo Adjunto, Walter Martello, reclamó «prudencia» a la empresa, al sostener que «la gente ya no soporta ningún aumento más». Y sostuvo que los ingresos de la empresa concesionaria «se han multiplicado en los últimos años».

«Es necesario garantizar que los recursos que generan los peajes sean destinados especialmente a mejorar la infraestructura y los servicios viales. La obra pública en caminos, autovías, autopistas y rutas no puede ser tomado como un mero gasto, sino como una inversión pública que permite mejorar la productividad y favorece el desarrollo económico», destacó Martello.