El arzobispo de La Plata y recientemente designado en el Vaticano como prefecto del Dicastelio para la Doctrina de la Fe, Víctor «Tucho» Fernández, dijo hoy que el cargo que le encomendó el Papa Francisco «es muy grande», y «el nombrar en este cargo a un latinoamericano es un mensaje bastante fuerte».
«Es un nombre que hasta da un poco de miedo. Porque fue cambiando de nombre, antes era el Santo Oficio, y en otros momentos se le llamaba Inquisición. Era un lugar de persecución de herejes, el mismo papa Francisco dice que a veces ha usado métodos inmorales, como una suerte de inteligencia, de control y aún en algún momento torturas», aseveró en declaraciones a radio Provincia de Buenos Aires.
«El Papa Francisco es muy claro, y me dice: – vos tenés que cuidar la enseñanza de la Iglesia pero no controlando o persiguiendo, sino haciéndola crecer profundizando las reflexiones, tratando de ir a la profundidad del tema. Eso nos hace crecer a todos. Cuando me lo planteó de esa manera, le dije que sí, porque antes les había dicho que no, que me liberara de semejante puesto, pero finalmente lo acepté», explicó.
«Es una historia negra por la cual hasta San Juan Pablo II pidió perdón en su momento, así que no es ninguna sorpresa. Igual da escozor cuando uno escucha que te piden presidir eso, pero el Papa Francisco es muy claro y me dijo, vos tenés que cuidar la enseñanza de la iglesia pero no controlando o persiguiendo, sino haciéndola crecer, profundizando la reflexión. Si hay un problema o acusan a alguien de haber dicho algo fuera de lugar, se charla y se conversa», añadió.
Fernández indicó sobre la insistencia del Papa para que aceptara el cargo que «muestra la enorme delicadeza de él, el respeto que tiene por la conciencia de las personas».
Sobre la celebración de un consistorio y la creación de nuevos cardenales, explicó que «jamás el colegio de Cardenales tuvo la universalidad multicolor que le ha dado Francisco. Era eminentemente europeo con algún otro que no fuera de allí. Ahora incluso muchos dicen, cómo van a hacer para entenderse con semejante variedad».
«Justamente muestra la voluntad de Francisco de que semejantes decisiones realmente se tomen entre todos con opiniones diversas, con gente de experiencias muy variadas» resaltó.
Y ponderó que este cargo que «me encomienda Francisco, sea a un latinoamericano, Es una novedad muy grande porque cuando el Papa fue nombrado, muchos teólogos europeos decían que vendría con categorías latinoamericanas. Y la teología siempre se ha hecho con una filosofía, porque aquí en Europa está la gran cultura». Por eso «al nombrar el prefecto de Doctrina de la Fe, que precisamente está para el crecimiento de la doctrina, para la revisión de asuntos complicados en la enseñanza».
Se trata de uno de los cargos de mayor importancia dentro de la estructura vaticana solo ubicado por debajo de la Secretaría de Estado y, según las consideraciones, del Dicasterio para la Evangelización.
En este tono, Fernández explicó que en el sínodo próximo de obispos «van a salir una multitud de temas, porque está planteado con una apertura nunca vista. Irán obispos de todo el mundo y van a discutir sobre doctrina y la praxis de distintas temáticas. Un espacio único donde el Papa se sienta a no bajar línea, sino escuchar a la diversidad de opiniones y se procura llegar a algunos consensos».
Fernández comentó que «hay una misión, y es que tengo que procurar que las cosas que se digan tengan coherencia con lo que nos ha enseñado Francisco. Nos dió una mirada más comprensiva, más amplia, y no puede responder hoy lo mismo que se respondía 40 años atrás».
En tanto, sobre la visita del Papa a la Argentina, en 2024, puntualizó que «es una mera posibilidad, no ha definido nada. Dijo que le gustaría, pero que habrá que ver. Tiene muchas cosas pendientes. Él siempre piensa, yo viví en Argentina, lo vi todo y ahora hay lugares que me necesitan, por ejemplo ahora va a Mongolia».
Por otro lado, hizo mención al proceso electoral, y señaló que «no podemos hacer política partidaria, sería una locura porque estaríamos expulsando a la mitad. Entonces tenemos que tener un cuidado muy grande. Evidentemente, a veces uno habla de temas de la doctrina social de la iglesia y el que escucha lo interpreta como que uno está hablando desde un determinado partido».
En las elecciones, lo que a uno siempre le duele es que este camino no sea un espacio de debate sobre los sufrimientos concretos de la gente y cómo los resolvemos. Es difícil pedir esto cuando hay una lucha de poder electoral, pero esperemos que eso ocurra. Pongamos en nuestra memoria, en nuestra imaginación, familias destrozadas, gente que vive indignamente, bastaría moverse un poquito, ir a las periferias».
Fernández, de 60 años y arzobispo de la capital bonaerense desde 2018, es el primer argentino en ocupar un cargo de tanta relevancia en la Santa Sede desde la llegada de Jorge Bergoglio, y reemplazará desde «mitad de septiembre» al cardenal jesuita Luis Ladaria Ferrer, quien superó el límite de 75 años para los cargos ejecutivos de la curia, informó un comunicado oficial del Vaticano.
Víctor Manuel «Tucho» Fernández nació el 18 de julio de 1962 en Alcira Gigena, en el sur de la provincia de Córdoba. Fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1986 para la diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto.
Obtuvo la licenciatura en teología con especialidad bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma) y posteriormente el doctorado en teología en la Facultad de Teología de Buenos Aires.