Fito Páez celebró esta noche el cumpleaños 70 de Charly García con un conmovedor concierto en el Teatro Colón, en el que puso de manifiesto no solo la enorme admiración que siente hacia quien reconoce como uno de sus grandes maestros, sino también la monumental obra del homenajeado, susceptible de ser abordada tanto por una orquesta sinfónica como en un formato rockero.
Así quedó evidenciado en el show de alrededor de una hora y media en la que el rosarino se apoyó por momentos en su habitual banda y en otros sumó a la orquesta estable del prestigioso teatro, sobre todo en composiciones pertenecientes a la etapa más progresiva en el repertorio de Charly García.
Para ello, Fito Páez echó mano a una importante cantidad de canciones de La Máquina de Hacer Pájaro, Sui Generis y Serú Girán, además de clásicos de la primera época solista de García, en los años 80. La gran sorpresa fue que el aporte no se limitó a aquellas composiciones inspiradas en el llamado rock sinfónico, como el caso de "Instituciones", de Sui Generis, o la poca revisitada "Rock and Roll, de La Máquina de Hacer Pájaros; sino que también lo hizo en clásicos como "Los dinosaurios" o "Demoliendo hoteles", con inmejorables resultados. Para la ocasión, a su habitual banda integrada por Diego Olivero, en bajo; Juan Absatz, en teclados; Gastón Baremberg, en batería; y Juani Agüero, en guitarra, Fito sumó a Carlos Vandera, en guitarra acústica y coros, quien brindó algunos matices a los arreglos de voces. Y si bien el concierto estuvo atravesado por la expectativa general de ver aparecer en el escenario al cumpleañero, como minutos antes lo había hecho en el Centro Cultural Kirchner (CCK) junto precisamente al mismo Fito, entre otros artistas; a medida que se sucedieron las canciones, el peso propio de la obra bastó para dejar en estado de euforia total al público. "Es una noche especialísima. Vamos a celebrar a uno de los artistas más grandes de todos los tiempos", anunció el cantautor rosarino al ingresar al escenario, visiblemente emocionado por lo vivido minutos antes en el CCK. El inicio fue con los mencionados temas de Sui Generis y La Máquina de Hacer Pájaros, esta última con el recuerdo de Fito, con fecha exacta incluida, de cuando la escuchó por primera vez en vivo en Rosario en el año 1976. Acto seguido sonó una fogonera versión solo con piano de "Confesiones de invierno" a la que sucedió "Yendo de la cama al living" junto con toda la banda. En ese primer bloque ya quedó establecida una dinámica que contempló canciones con orquestaciones, temas interpretados en formato rockero y composiciones abordadas de manera íntima y acústica, una prueba fundamentalmente de la amplitud del repertorio de García más que de caprichos a la hora de diseñar la manera de interpretarlo. Claro que entre versión y versión, Fito no se privó de manifestar su incondicional amor a Charly en el plano personal y su devoción en lo referente a lo artístico, lo cual tuvo su momento más explícito cuando lo comparó con Mozart. Entre las canciones que contaron con arreglos orquestales brillaron "Cinema Verité", "No te dejes desanimar", "Estación" y "Cuando ya me empiece a quedar solo" con un guiño a "Filosofía barata y zapatos de goma" al final y, especialmente, "Los dinosaurios". Con su habitual banda, el rosarino desgranó delicadas y fieles versiones de "Peperina", "No soy un extraño", "Viernes 3 AM" y "El fantasma de Canterville"; y se puso rockero con "Pecado Mortal" y "No se va a llamar mi amor". En tanto que se reservó "Desarma y sangra" para un momento intimista solo con el piano, del mismo modo en que lo hizo para estrenar una nueva canción justamente en homenaje a Charly. Por supuesto que tampoco faltó el "Feliz cumpleaños". Hacia el final apareció "Im not in love», la única canción del repertorio posterior a la década del `80 y una poderosa versión de «Demoliendo hoteles» con la orquesta sinfónica en plan rockero.
«Que suerte tener a Charly García y el mundo es más hermoso porque está él», lanzó Fito en su última declaración de amor explícita.
De esta manera quedó cerrada una jornada que desde temprano contó con diversos homenajes al gran astro del rock argentino, con epicentro en el CCK y actividades en Tecnópolis, entre otros.
Imposible un mejor broche de oro que uno de los hijos dilectos de Charly celebrando su obra en el gran coliseo porteño. Fito le hizo un gran regalo a su maestro e invitó a todos a ser parte de la gran noche.