Durante el paro nacional llevado a cabo ayer por la Ctera y el Sadop en “repudio a la represión” de los maestros de Chubut y Corrientes y por una paritaria federal, los gremios bonaerenses del sector salieron con los tapones de punta a denunciar que el gobierno provincial “ya lleva 74 días sin hacer una convocatoria a discutir aumentos de sueldos”.
La Feb “hizo números” y presentó un gráfico detallando cuánto cobraron docentes con distintos cargos y antigüedad en concepto de “anticipos a cuenta de un futuro acuerdo paritario” -la administración provincial pagó tres- y cuánto hubiesen cobrado con la aplicación de la cláusula gatillo (actualización salarial automática por inflación): asevera que “los docentes perdieron en promedio hasta 6.500 pesos”.
Como la medida de fuerza fue a nivel nacional, el funcionario que tomó la palabra fue el titular del Palacio Pizzurno, Alejandro Finocchiaro, quien insistió en sus ataques contra la Ctera.
“Cada paro que hace Ctera es político partidario, porque (el gremio) responde cada vez más a una lógica partidaria y menos gremial. Ellos cada vez representan menos a los docentes”, dijo, en línea con su postura contra el Suteba -brazo bonaerense de la Ctera- cuando fue director general de Escuelas en la Provincia.
“Hay una persona designada para el ministerio de Educación que no está a la altura de las circunstancias”, retrucó el secretario general del Suteba, Roberto Baradel, y consideró que “además hay un Estado que se ausenta de las responsabilidades que tiene. Ojalá se despierten y vean cómo están dejando a la educación pública”, expresó.
Para Finocchiaro, la huelga de ayer, que en territorio bonaerense tuvo un acatamiento superior al 50%, fue “una medida desproporcionada” porque buscó “nacionalizar un conflicto, como el de Chubut, que es provincial. Un paro sin consignas claras, ni precisas, con el objetivo de generar una sensación de malestar”, definió.
Baradel, pasando al plano provincial, apuntó que “la gobernadora desconoce la situación de los bonaerenses en cuanto a la precariedad en el ámbito de la salud, de la educación, de los comedores escolares y de los comedores comunitarios. Además, no convoca al diálogo desde hace más de 70 días”, realzó.
El informe elaborado por la Feb asegura que “los anticipos decretados unilateralmente por el gobierno provincial provocaron que los docentes cobraran hasta $6.500 menos de lo que hubiesen percibido si los salarios se hubieran ajustado por el índice de precios al consumidor (IPC) del Indec”. “Las autoridades mienten. Los anticipos, que en realidad son cifras fijas que se pagan por única vez y no conforman salario, no le ganan a la inflación”, dijo la presidenta de la Federación, Mirta Petrocini.
“Si se hubiera aplicado la cláusula gatillo, basada en la inflación enero-junio difundida por el Indec, un maestro de grado con 10 años de antigüedad debería haber percibido $7.572 de bolsillo, es decir, $3.072 más de lo que le pagaron ($4.500). El caso es idéntico para un maestro de grado sin antigüedad”, dice el informe del gremio.
Sigue. “Los directores de primera con la antigüedad máxima cobraron por ‘anticipos’ 9 mil pesos, mientras que con la cláusula de actualización salarial por inflación tendrían que haber cobrado $15.507, o sea, perdieron 6.507 pesos”.
También está el ejemplo de un preceptor con 24 años de trabajo. “Percibió por ‘adelantos’ $4.500 frente a los $8.220 que hubiera recibido si se aplicaba la cláusula gatillo. Tiene que haber una urgente convocatoria a la paritaria del sector. Hace más de dos meses que está cerrado el canal de diálogo por parte del gobierno”, remató Petrocini.