A siete de cada diez niños, niñas y adolescentes (NNyA) que hablan con desconocidos les solicitan material en contexto de desnudez, alertó la ONG Grooming Argentina, que en vísperas del Día Nacional de Lucha contra el Grooming que se conmemora cada 13 de noviembre elaboró un estudio «visibilizando el grado de vulnerabilidad a la que se ven expuestos los chicos y las chicas en el ecosistema de Internet».
La investigación la llevó adelante el equipo de Investigación Forense de la ONG, donde NNyA de entre 9 y 17 años fueron las principales fuentes de información a través de 5.557 encuestas entregadas en escuelas de gestión pública y privada de distintas partes del país entre enero y noviembre de 2022. «De acuerdo a las métricas del presente informe revalidamos nuestra aseveración al señalar que estamos frente al delito de mayor gravedad de este siglo en materia digital hacia los niños, niñas y adolescentes», sostuvo Hernán Navarro, fundador de Grooming Argentina. La ONG advirtió que «aún es mucho lo que se desconoce sobre el delito de grooming como una modalidad de abuso sexual» y graficó que 1 de cada 3 NNyA en la Argentina desconoce qué es este delito. La organización define al grooming como «el acoso sexual a niños, niñas y adolescentes a través de medios digitales, consistente en acciones desplegadas generalmente por personas adultas, de cara a establecer contacto con fines sexuales». El promedio de edad en el cual adquieren su primer teléfono celular, las plataformas de juegos y/o redes sociales más utilizadas por los NNyA, si alguna vez tuvieron algún encuentro virtual con alguien desconocido y quiénes les solicitan contenido íntimo sexual fueron los temas en los que se centraron las encuestas. A partir de la investigación se pudo observar que 6 de cada 10 NNyA tienen su primer celular con acceso a internet a partir de los 9 años y que en promedio pasan conectados 6 horas diarias en el entorno digital. A su vez, en cuanto al uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs), 8 de cada 10 adolescentes entre 13 y 17 años poseen y frecuentan al menos 3 redes sociales con mayor preferencia, y 7 de cada 10 niños entre 9 y 12 años juegan a juegos en línea. En estos entornos digitales, 6 de cada 10 NNyA se relacionan con personas desconocidas, tendiendo los porcentajes más altos de interacción con desconocidos las provincias de Neuquén (79,9%), Jujuy, (73,5%), Santiago del Estero (64,3%), Tucumán (59,4%), Río Negro (59%), San Luis (57,3%), Córdoba (56,3%), Chaco (55,8%), Entre Ríos (50,7%), Mendoza (40,2%)), Buenos Aires (37,9%) y Tierra del Fuego (21,6%). A través de plataformas de juegos online y redes sociales, los NNyA que hablan con desconocidos tienden a recibir propuestas de «noviazgos» por parte de desconocidos, que frecuentemente se utilizan como estrategias de manipulación para luego hacer pedidos de fotos. En este sentido, 1 de cada 3 recibió alguna propuesta de este tipo, principalmente en las plataformas Roblox y Among Us, mientras 1 de cada 3 víctimas de esta propuesta son niños y adolescentes varones y 2 de cada 3, niñas y adolescentes mujeres. En lo referente a las solicitudes de material de índole sexual, la organización registró que 2 de cada 3 conversaciones que esta población mantiene con desconocidos son sexualizadas. En el 69% de los casos los agresores son desconocidos por la víctima, mientras que en un 31% el victimario formaba parte de su círculo íntimo, añade el informe. La ONG advirtió que muchos NNyA «no se identifiquen como víctimas, sino como participante en un juego» y que incluso cuando el groomer expresa de manera explícita sus intenciones, mantienen silencio «por miedo a posibles consecuencias». Frente a esto, Grooming Argentina indicó que la denuncia es la «única herramienta que va a cortar con el abuso» y en este sentido recordó que la ONG desarrolló la primera aplicación de América Latina que permite denunciar un caso de grooming en tiempo real y de forma gratuita, llamada «Gapp». El fundador de la ONG advirtió que la pandemia «agudizó de manera notable» el problema y llamó a «doblegar los esfuerzos en pos de construir instancias de prevención y protección en el mundo digital para nuestras infancias y adolescencias, ya que no estamos ante violencias virtuales, sino digitales y reales».