El camionero Hugo Moyano, está hoy más preocupado en conseguir apoyos para la marcha que convoca contra el Gobierno, que en el repudio manifestado en distintos sectores por la fecha elegida para la protesta (22 de este mes), coincidente con el que será el sexto aniversario de la llamada tragedia de Once, ocurrida en 2012.
Según confiaron voceros sindicales, el líder del gremio de los camioneros juzga por estos días que el espinel gremial aparece claramente dividido frente a su convocatoria a movilizarse, en principio por la avenida 9 de Julio, contra la política económica vigente.
Las organizaciones que prometen acompañar la caravana moyanista coinciden en el diagnóstico inquietante que traza el camionero respecto de la situación socioeconómica, mientras otras tantas consideran que la marcha en cuestión respondería en realidad a la complicada situación juidicial de su principal organizador.
«El 22 de febrero es una marcha de camioneros, y no tenemos clara la agenda del sindicato», señaló públicamente Héctor Daer, uno de los tres triunviros de la central sindical, al tiempo que agregó que para plegarse a una manifestación de esas características debería existir «una agenda colectiva».
«Más allá de la marcha de una organización, tenemos que generar un gran debate. Si organizaciones que fogonearon mucho el conflicto en diciembre, cuando hubo que parar por temas concretos como la reforma previsional no aparecieron y no pararon, ese es el principio de un análisis», completó Daer esta semana, en tono de reproche, al sindicato camionero.
Así, mientras un sector de la sociedad y la clase política critican la medida que impulsa el Sindicato de Camioneros, cuestionando la validez de sus argumentos y la fecha elegida – que coincide con el sexto aniversario de la tragedia de Once, en la que murieron 51 personas- algunos de sus pares se ocupan de señalar que la marcha sería un movimiento espasmódico a los que Moyano los tiene acostumbrados.
Moyano cuenta hoy con el apoyo mayoritario de la Comisión Directiva y de los triunviros Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) y Carlos Acuña (Estacioneros); sin embargo los «gordos» (grandes gremios de servicios) e «independientes» decidieron no acompañar esta postura confrontativa de Moyano.
«Daer tiene diferencias con nosotros, él comparte nuestro diagnóstico pero no la reacción», explicó Schmid en declaraciones radiales, tratando de quitarle peso a las definiciones que había hecho el titular de Sanidad.
Pero a estas alturas llama la atención el silencio que mantienen los dirigentes de gremios estratégicos a la hora de grandes protestas, como lo son especialmente ferroviarios y la UTA (Unión Tranviaria Automotor), algo que no pasa inadvertido dentro de las filas moyanistas.
Según pudo saber Télam, ninguno de los dos gremios estaría dispuesto a acatar el paro que impulsa Moyano y, en ese contexto, esta semana habría una serie de reuniones para definir cuáles son las posturas que van a tomar.
«El que los colectivos y trenes funcionen el día de la marcha podría interpretarse también como una medida sensata de acompañamiento, para facilitar la llegada de la gente a la movilización», señalaron fuentes gremiales.
De ahí la importancia de analizar la forma en que van a comunicar el posicionamiento que se tome en los próximos días, más allá de que haya un corrimiento de fecha o no.
Como en una partida de pócker, por ahora todos intentan mantener ocultas sus cartas y esperan a último momento para hacer apuestas, mientras que dejan en claro que «esta es una jugada de Moyano».
Es así que el PJ Bonaerense, cuya mesa de conducción integra el propio Pablo Moyano, recién tiene previsto reunir al Consejo de Partido el próximo 20 de febrero para definir si acompañan o no la medida de fuerza que impulsa Camioneros.
«EL 20 de febrero se reúne por segunda vez el Consejo de Partido, hay varios temas en agenda y uno de ellos es ver si el PJ bonaerense acompaña la medida de fuerza que impulsó Camioneros, más allá de si se hace el 22 o se cambia la fecha», dijo a Télam, Gustavo Menéndez, presidente del PJ Bonaerense.
Por el contrario, el gobernador justicialista de Salta, Juan Manuel Urtubey, cuestionó la marcha convocada por Moyano y advirtió que el jefe del gremio de Camioneros no debe «escudarse en grandes luchas sociales a la hora de dar explicaciones» ante la Justicia.
«No hay que escudarse en grandes luchas sociales a la hora de dar explicaciones», sostuvo hoy el mandatario salteño en diálogo con radio Mitre.
Urtubey hacía referencia a la imputación judicial que horas antes de anunciar el paro y movilización para el 22 de febrero recayó en Hugo y Pablo Moyano, en la causa en que se investiga a una supuesta asociación ilícita, que habría defraudado al club Independiente de Avellaneda, que justamente preside el líder camionero.
El salteño también criticó la fecha elegida para la protesta, porque coincide con el aniversario de la tragedia de Once, al juzgar que se trata «de un desatino total en el marco de una decisión totalmente desatinada».
El jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, también cuestionó los motivos de la marcha contra la política económica convocada por Moyano y señaló que hoy existe «una muy baja conflictiva laboral» en el país» y que «si alguien tiene que ir a la Justicia» debe hacerlo «porque nadie tiene coronita».
El que salió al rescate del camionero fue Schmid: «No me imagino a Hugo Moyano preso. ¿Hasta dónde le damos crédito a un barra brava como Bebote Alvarez?», preguntó retóricamente durante una entrevista radial el titular de Dragado y Balizamiento.