La coalición opositora Juntos por el Cambio vivió una semana intensa, en la que lejos de la proclamada unidad cada presidenciable despliega su estrategia: Mauricio Macri, que aún no definió si jugará en el 2023, prepara para el lunes la presentación de su nuevo libro con un gran acto, el radical Gerardo Morales organiza otro mitin político para recordar el triunfo de Raúl Alfonsín en 1983 y Horacio Rodríguez Larreta se rodeó de alcaldes del mundo en la cumbre del C-40 que se desarrolló en Buenos Aires.
Macri, que sigue jugando a las escondidas respecto de si será o no candidato el año próximo, presentará el lunes, a las 17.30, en el predio de La Rural de Palermo su nuevo libro «Para qué», que contiene definiciones sobre cómo debería ser un próximo gobierno de la coalición opositora, que incluyen iniciativas como una «reducción drástica del gasto público», una reforma laboral y previsional, y la privatización o incluso eliminación de ciertas empresas públicas. En sus apariciones públicas de esta semana, el expresidente insistió en que no hay espacio para un «populismo light» y afirmó que una próxima administración de Cambiemos debería implementar reformas de shock y de manera urgente, sin debates ni consensos con el resto de las fuerzas políticas. En la presentación del lunes, a la que se esperan más de 1.500 invitados entre políticos, empresarios y futbolistas, habrá un extenso video con intervenciones de quienes interactuaron con Macri profesionalmente en su carrera -en la empresa familiar Socma, en Boca Juniors, en la jefatura de Gobierno porteña y en la Casa Rosada- y luego una charla con Pablo Avelluto, exsecretario de Cultura de su gestión y quien escribió el libro. Entre los invitados al evento se encuentran todos los dirigentes del PRO y de Juntos por el Cambio, entre ellos Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Gerardo Morales, además de gobernadores, intendentes y legisladores del espacio. El libro -editado por Planeta- aparece en un momento de tensiones internas dentro de la coalición opositora Juntos por el Cambio, de cara a las elecciones del 2023, y cuando Macri aún no definió públicamente si competirá o no en esos comicios. Esta semana, el presidente Alberto Fernández renovó sus cuestionamientos a Macri al comentar algunos párrafos del libro, durante el acto que encabezó el lunes 17 de octubre por la finalización de la autopista Ezeiza-Cañuelas. «Macri quiere terminar con el Estado, ponerle fin a la aerolínea de bandera, quiere terminar con nuestros ferrocarriles como ya lo hizo y dejó incomunicados a varios pueblos», afirmó Fernández y recordó que el expresidente cerró «23 mil pymes» y marcó su «asombro» por las expresiones del expresidente y de otros dirigentes opositores en cuanto a las medidas que adoptarían en caso de regresar al Gobierno: «Me asombra que digan esto, más me asombra que lo escriban y lo firmen». En la publicación, que ya está en venta en las librerías, Macri afirma la necesidad de retomar una serie de políticas ya aplicadas en la Argentina durante la década de 1990, que llevaron a un aumento de la pobreza, la desocupación y el endeudamiento. «Debemos tener la valentía de terminar de inmediato con legislaciones obsoletas en materia laboral, sindical, previsional y fiscal», dice Macri proponiendo reformas que tienen que ver con eliminar derechos laborales y previsionales adquiridos. «No podemos llegar al Gobierno con prejuicios ideológicos de ningún tipo. Habrá que tomar decisiones drásticas. Aquel `buenísmo´ que algunos señalaron durante nuestra gestión, no va más. El populismo light no es una opción», afirma el exmandatario en la presentación del libro. En el texto, también habla de la necesidad de privatizar o directamente eliminar empresas públicas: «Existe una larga lista de empresas públicas que deberán pasar a ser gestionadas por el sector privado sin excepciones, o que deberán ser eliminadas», indica. Mientras tanto, en el campamento larretista la semana que pasó fue ocupada en mostrar al alcalde porteño como estadista, al recibir la Ciudad la cumbre ambientalista de alcaldes C-40. En este evento, Rodríguez Larreta aprovechó además para seguir marcando sus diferencias con Macri en cuanto a cómo deber ser un eventual Gobierno opositor. Sobre todo, el jefe de Gobierno porteño volvió a apelar a un discurso que es la contracara del de Macri. Pidió «rescatar el espíritu del C-40 en Argentina» y llamó a «ir hacia un nuevo país de encuentros, de unidad y de trabajo». Si el PRO debe ampliar sus alianzas políticas y crear o no una coalición amplia para gobernar sigue siendo la principal diferencia -y no menor- entre Macri y Rodríguez Larreta en cuanto a la forma de encarar una futura administración nacional. En el espacio de Patricia Bullrich, en tanto, están exultantes con lo que interpretan como un aval concreto de Macri para la campaña de la exministra de Seguridad. En un reportaje esta semana Macri dijo que la ve a Bullrich como posible Presidenta, lo que fue interpretado en su equipo como un respaldo y un mensaje de que el expresidente finalmente desistiría de entrar en la competencia. Pero a estas alturas, más que por este presunto respaldo de Macri, Bullrich está más preocupada por que Rodríguez Larreta no use los fondos de la Ciudad para la campaña presidencial, un viejo reclamo de la titular del PRO que volvió a plantear en las últimas horas. «En una interna puede o no haber juego limpio. Eso significa que todos entendamos las cosas de una manera transparente y que tengamos transparencia en el uso de los recursos y en todo», expresó Bullrich fuerte y claro para quien la quiera escuchar. Del lado del radicalismo, Gerardo Morales prepara un acto con épica alfonsinista para mostrar un radicalismo unido al cumplirse otro aniversario del retorno de la democracia, con el triunfo de Raúl Alfonsín en 1983. Morales, a la cabeza del Comité Nacional que preside, convoca al acto -el próximo sábado 29 de octubre en Costa Salguero- donde están invitados radicales de todo el país y donde también el senador nacional porteño Martín Lousteau intentará apuntalar su perfil como posible sucesor de Larreta en la Ciudad. La otra pata de la sociedad, la Coalición Cívica, también muestra los dientes y decidió diferenciarse de la estrategia mayoritaria de Cambiemos en el Congreso a la hora de votar el Presupuesto nacional, que se debate en el Parlamento. Elisa Carrió dejó en claro que su partido no acompañará la llamada «ley de leyes», mientras se analiza si este rechazo tendrá un formato de voto en contra, abstención o no presencia de sus legisladores en el recinto.