La mexicana Karol Sevilla, una de las últimas revelaciones de la TV regional a partir del personaje que protagoniza en «Soy Luna», la exitosa tira adolescente que emite su segunda temporada en la Argentina y en simultáneo en todo el continente, aseguró que pese al reconocimiento que ahora tiene, quiere «seguir siendo la que todos conocen en México, la chica que es un desastre».
«Lo más importante es que nunca se pierda tu vida. Quiero seguir siendo la que todos conocen en México, la chica que es un desastre, que no le importa nada y que es humilde. Ahora sí son más las fotos y me frenan todo el tiempo por la calle, pero lo hago de corazón porque a mí me encanta salir», sostuvo alegremente Karol Sevilla sobre el reconocimiento adquirido en Argentina desde que puso pie en el país.
La entrevista de la joven actriz mexicana se desarrolló en la colorida habitación de Luna, la alegre y vivaz chica que protagoniza en la serie, en el set de la productora en Don Torcuato, mientras se realizaba el rodaje de capítulos que ahora se están viendo de lunes a viernes, a las 18, por la pantalla de Disney Channel.
Entre canciones, humor, la presentación de algunas nuevas caras y -sobre todo- saltos y baile, esta joven de 17 años mostró sus habilidades sobre tacos altos y prendas brillosas que recorrían los azules, grises y blancos con apliques.
Desde el lanzamiento del estreno en Latinoamérica, el 14 de marzo de 2016, «Soy Luna» tuvo una excelente performance logrando liderar los ratings de cable en su franja horaria y alcanzando -según Disney- más de 19.3 millones de televidentes en los países de Sudamérica y Centroamérica.
Lo mismo ocurre en esta segunda temporada, que se transmite por el canal de aire de RCP de Paraguay, la TV Azteca de México y SBT en Brasil, además de estar disponible en Netflix, cuyo estreno se posicionó primero en todos los canales, entre niños de 4 a 17 años con cable, y con un notable crecimiento respecto de la medición anterior, lo que ya aseguró su tercera temporada, que también será rodada en la Argentina.
«A mí me está pasando lo mismo que a Luna. En la primera temporada era todo nuevo y a veces me sentía un poco infantil. Cuando llegué a Argentina era muy chiquita y no sabía nada. En esta segunda temporada a Luna le pasa lo mismo que a mí: crecemos», apuntó Karol, tratando de marcar cierto paralelismo entre sus vivencias personales y las de su personaje, retomando la historia de Luna.
«Ella cambia muchísimo, ahora está siendo totalmente diferente a lo que fue en la primera temporada», profundizó la actriz, que se instaló en Argentina hace dos años para encabezar la tira, mientras se acomoda sobre un puff en la habitación de su personaje.
La historia de la tira se centra en la vida de Luna, una joven mexicana que debe mudarse a Argentina cuando sus padres reciben una propuesta imposible de rechazar. Una vez en su nuevo país, se choca con un mundo de lujos y de elite en el que no se reconoce.
Es entonces cuando la protagonista se refugia en sus patines y gracias a ellos descubre una pista de patinaje que le ofrece un universo desconocido hasta ese momento con novedosas posibilidades que abren las puertas a nuevos amigos y enemigos, a su primer amor y también que la ayudan a descubrir quién es realmente.
«Somos dos chicas que ya crecimos y entendimos dónde estamos. Empezamos a sentir cosas que tal vez sienten los grandes», aseguró con ímpetu Karol mientras se identificó con un protagónico más maduro que en esta nueva entrega toma decisiones y «no llora tanto».
Como un viaje en el tiempo, el último capítulo de la primera temporada cerró una etapa en la vida de los personajes pero dejó muchas preguntas sin responder, y son estos interrogantes los que en esta segunda entrega se encargan de que los protagonistas enfrenten otros desafíos personales y experimenten nuevas pasiones y sentimientos entre los que se destacan los conflictos vocacionales.
En tal sentido, la figura del sello Disney explicó que Luna «maduró mucho. Ahora está envuelta en una nueva historia que tiene mucho misterio. En cuanto al amor, sufre y va a sufrir un montón, pero siempre va a ir para adelante y como, nunca se rinde, logrará lo que quiere».