El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, afirmó hoy que la provincia «está en emergencia», anunció que suspenderá el aumento tarifario previsto para enero y dijo que es necesario «recuperar derechos perdidos», durante el acto de asunción en la Asamblea Legislativa que se realizó en la Cámara de Diputados de la provincia, en La Plata.
El flamante gobernador trazó un complicado panorama económico sobre las finanzas que dejó María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires y tras destacar que el dinero de caja no alcanza para cubrir las obligaciones del próximo mes, adelantó que declarará la emergencia y suspenderá los aumentos tarifarios eléctricos.
«No vengo a cargar las tintas pero saben que después del resultado decretó para ahora, los primeros días de enero, un aumento del 50% de la distribución, que representaría un aumento del 25 % de las tarifas en todos los hogares. Quiero decir que ese aumento lo vamos a dejar sin efecto», anunció.
Respecto a las tarifas, graficó que «si una tarifa no puede ser pagada por un jubilado, no es tarifa, es un saqueo», y recordó que la Corte Suprema, en un fallo de 2017, dijo que las tarifas tienen que ser razonables, que las empresas tengan una rentabilidad normal», y «que todos puedan abonar esas tarifas».
Kicillof llegó 10.30 a la Legislatura bonaerense acompañado por su mujer, Soledad Quereilhac, y sus dos hijos, León Kicillof y Andrés Kicillof y fue proclamado como gobernador por María Teresa García, quien presidió la ceremonia.
De la jura de Kicillof y de su vicegobernadora, Verónica Magario, participó el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quienes compartieron un palco junto al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, el canciller Felipe Solá, y el ministro del Interior, Wado de Pedro.
Una vez iniciada la sesión, y tras un cuarto intermedio, las autoridades de ambas cámaras recibieron Kicillof y Magario, y a la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal para tomar juramento a las nuevas autoridades provinciales.
Concluida la jura, ante el Escribano General del gobierno de la provincia de Buenos Aires, la gobernadora saliente, María Eugenia Vidal, traspasó a su sucesor los atributos de mando, el bastón y la banda, en medio de una ovación de los presentes, que incluyó la marcha peronista.
«Hoy es para todos nosotros un día muy especial, pero sobre todo muy, pero muy feliz. Es el día en el que vengo a comprometerme ante ustedes, ante los y las bonaerenses, a trabajar sin descansar y con honestidad para reconstruir la provincia de Buenos Aires», dijo el flamante gobernador al iniciar su discurso que se prolongó por más de una hora.
Destacó que es necesario «recuperar los derechos perdidos, pero también para transformar a fondo y en su estructura a nuestra provincia» e hizo mención al resultado de las últimas elecciones generales, en las que la oposición ganó «por la mitad mas dos, con el 52% de los votos, y una diferencia cercana a los 15 puntos».
«El resultado, por un lado, expresa malestar y también rechazo, creo que tiene que ver con una situación económica durísima», dijo Kicillof y agregó: «Pero no es solo eso; expresa rechazo también a una política económica y a una lógica de gobierno que nació con muchas promesas y que se basó en el marketing político».
Afirmó luego que en el futuro no habrá «un estado señalador, que no cuida, que no sana, que no contiene».
«Sin ánimo de ofender ni de chicanear, hubo un intento cultural que tuvo que ver con esta idea de que llegar a la Universidad no era para sectores postergados, con esta idea de que tener un celular o televisión puede ser una fantasía, o de que hay que disfrutar de vivir en la incertidumbre», afirmó.
Remarcó que «en esta elección lo que ganó es la idea de una provincia de Buenos Aires que vuelva a ser una provincia productiva y no especulativa, solidaria y no egoísta, que tenga un Estado presente, comprometido y cercano».
En sus palabras de asunción hizo un duro cuestionamiento a la política económica llevada adelante por el gobierno nacional y dijo que «mire como se lo mire, es un mal plan económico para Argentina» y además, «tuvo fallas graves en su aplicación y estuvo jalonado por negocios privados» .
Consideró que con este programa económico «hay pocos sectores que se han enriquecido muchísimo» y también hubo «víctimas». «La provincia de Buenos Aires fue una de sus víctimas, porque la pérdida de derechos de los sectores vulnerables afecta especialmente a la provincia y eso hemos observado», remarcó.
En ese marco, anunció que pedirá a la Legislatura que lo acompañe con las emergencias que la provincia tiene y que presentará «en su debido momento el proyecto correspondiente», en alusión a la declaración que permite la reasignación de recursos económicos y humanos para los sectores de mayor urgencia.
«No creo que estén dejando una vara muy alta, están dejando un desempleo muy alto, una inflación muy alta, una deuda muy alta y las condiciones del país y la provincia muy abajo «, afirmó.
Detalló que el gobierno de Vidal «deja una caja de 25.000 millones de pesos» y «eso no alcanza para los próximos 30 días, entre sueldos y obligaciones de deuda totalizan 40 mil millones de pesos; a eso se agrega el pago a proveedores que estimamos por 50 mil millones de peso», advirtió.
Precisó que «el comercio y la industria atraviesan una situación dramática», detalló que «en cuatro años cerraron 3.300 pymes industriales» y agregó que «bajaron sus persianas 9.500 comercios que no son números: son personas, hogares, mujeres, niños, trabajadores, es gente de carne y hueso».
En relación al Presupuesto bonaerense dijo que es necesario tener un marco de proyección del gobierno nacional, por lo que anunció que la provincia esperará a que se presente primero el nacional y recién allí «se pondrán a trabajar para que la Legislatura aprobé el presupuesto».