El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, afirmó hoy que la oposición practica un «terraplanismo multidisciplinario» como «estrategia» electoral para no precisar «cómo quieren fundir a la Argentina», e instó a «salir al encuentro de los que se vieron seducidos, entusiasmados o encontraron ahí su expresión de enojo», explicarles las implicancias de su voto a esos sectores y convocarlos a participar de una política transformadora y colectiva.
«Hay miradas diferentes sobre la Argentina y alguna de ellas parecen irreconciliables. Yo no le tengo miedo al disenso pero si es con respeto, si es sin agresión», dijo.
«El problema del disenso que tenemos es que en lugar de disentir, discutir, debatir y en todo caso mostrar las ideas y las propuestas, se expresan con persecución judicial, con atentados contra la vida de Cristina (Kirchner). Y yo todavía estoy esperando que (Patricia) Bullrich, candidata a Presidenta, eche a (Gerardo) Milman», implicado en la causa del ataque, apuntó.
Destacó que «nosotros somos no a la violencia política, no queremos exterminar a nadie, no perseguimos judicialmente, no queremos erradicar, echar, no queremos nada de eso; queremos poder discutir libremente, expresarnos libremente, decir nuestras ideas. Organizarnos políticamente, conquistar voluntades y ganar elecciones».
Kicillof se expresó así al cerrar la 9na. Jornada «Derecho al Futuro: Derecho al Desarrollo», en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.
Consideró que «estamos en un momento donde se ha retrocedido a un nivel de la discusión que no nos lo esperábamos. Es muy grave, es un retroceso muy grande como sociedad. Es mejor que todos tengan un arma, que vendan los órganos, ¿no?», en alusión a Javier Milei.
«Si es negocio, dale, venden los órganos, total, la libertad pasa por ahí, por hacer lo que se te cante. Estamos muy atrás. Es un atributo de la derecha contemporánea, de esta ultraderecha contemporánea, que es como un terraplanismo, pero llamémoslo multidisciplinario, terraplanismo aplicado a todos los órdenes de la vida y contra todos; no digo nuestros valores, nuestros ideales, nuestra doctrina, sino contra cuestiones recontra arraigadas», expresó. «Tiene que ver con una estrategia, esto de tener que discutir todo. Estamos en una elección y tenemos que explicar el vínculo entre el Papa y el diablo. ¿Se dan cuenta? En vez de discutir cómo quieren fundir toda la empresa argentina, cómo quieren fundir la producción, cómo quieren endeudarnos de nuevo, dejarnos sin soberanía, dejarnos sin monedas, cómo le van a sacar a los pibes las escuelas, cómo le van a cobrar cuotas para ir a una sala de salud, cómo van a parar la obra pública, cuál es el proyecto nefasto que tienen para la Argentina, tenemos que discutir si el Papa es o no enviado del diablo», graficó Kicillof.
Afirmó que «hay una tarea para hacer, que tiene que ver con los derechos y que tiene que ver con confrontar estas ideas, pero no en la tele, creo que hay que decirle muy claramente a cada bonaerense, hay que explicarle lo que significa poner esa boleta en la urna, la de Bullrich o la de Milei, la del ajuste o la motosierra, las dos van al mismo lugar que es quitar derechos, achicar, excluir, poner en riesgo la producción nacional, poner en riesgo la soberanía nacional».
«Es poner en riesgo Memoria, Verdad y Justicia, que no es cualquier cosa ya que es el cimiento sobre el cual se edifica la democracia argentina. Estos 40 años existen porque se peleó y se pelea por Memoria, Verdad y Justicia», dijo.
Kicillok criticó a la oposición que pone en duda los 30 mil desaparecidos o esgrime la teoría de los «dos demonios» al remarcar que esas son «cuestiones saldadas, juzgadas y condenadas, que fueron luchas constitutivas de la Argentina».
«A mí me parece también que hay que salir al encuentro de los que se vieron seducidos, tentados, entusiasmados, o los que han encontrado ahí una expresión de su bronca o de su enojo, de su decepción, que es todo válido, no tenemos por qué enojarnos, son situaciones que nosotros mismos experimentamos, cosas que existen», reconoció.
Ejemplificó que «hay hay que ir a discutir con una familia que manda el pibe a la escuela y explicarle que le van a cobrar» por esa educación.
«No es que ahora el 22 de octubre tenemos que ir a expresar bronca o enojo, hay que explicar que lo que vamos a hacer el 22 de octubre es decidir nuestro futuro, ese es el proceso democrático, no son los 10 segundos de poner el sobre en la boleta, son las décadas que vienen después de políticas que además ya vivimos, ya aplicaron pero han encontrado una forma de expresarlo de una manera distinta», puntualizó.