El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, presentó hoy la Comisión Interministerial de Salud Mental y Consumos Problemáticos y destacó el proceso de desmanicomialización que se lleva adelante en territorio bonaerense.
«Este es un día importante, no sólo porque estamos cumpliendo con la ley sino porque hace una de la tareas más complicadas de nuestro Ministerio de Salud, que es el proceso de convertirnos en una provincia libre de manicomios», expuso el mandatario durante un acto que encabezó en la sede del gobierno bonaerense.
De ese modo, el mandatario se refirió a la Ley nacional de Salud Mental N° 26.657, sancionada en 2010 y que busca poner fin a los manicomios, y a la que la provincia adhirió cuatro años , con la norma N° 14.580, donde se estableció al año 2020 como fecha límite para sustituir los neuropsiquiátricos por otros dispositivos de atención.
Este proceso se inició en territorio bonaerense el 10 de diciembre del 2020, en el Día de los Derechos Humanos, y para ello trabaja la Comisión presentada hoy, que busca producir un cambio en el modelo de atención de salud mental, con dos ejes centrales que tiene que ver con la restitución de derechos y con la inclusión social de las persona.
En ese contexto el gobernador destacó que el proceso de desmanicomialización se lleva adelante «en medio de la emergencia sanitaria» y a pesar «de las resistencias que genera».
«Es lógico que cuando uno viene a cambiar cosas, aparezcan quienes resisten esos cambios. Estamos dispuestos a llevar adelante esta importante medida», continuó Kicillof y dijo que se trabaja para «desarticular y poner en crisis situaciones arraigadas».
«Nuestro propósito es convertir políticas de salud mental en más generales de cuidado. Para que este abordaje no sólo sea un discurso, creamos esta Comisión que involucra a varios ministerios», dijo.
Sostuvo que «la pandemia visibilizó muchísimo los padecimientos vinculados a la salud mental», dijo que su administración les otorga «el tratamiento que se merecen» porque su propósito es «recuperar derechos y dar respuestas desde el Estado».
A su turno, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, destacó que el actual es «un proceso de transformación» y anunció que «cuando esta gestión termine, no habrá más manicomios y neuropsiquiátricos en la provincia de Buenos Aires».
«Este gobierno vino a mejorar la vida de las personas», continuó e indicó que «que la provincia esté dando esta respuesta tan contundente a la problemática de la salud mental, esto es histórico».
Analizó que «las puertas que cerramos en los pabellones, lugares de olvido y tristeza, son ahora lugares donde todo el conjunto de la sociedad puede encontrar alegría y más vida», finalizó.
En tanto, la subsecretaria de Salud Mental, Consumos Problemáticos, Julieta Calmels, dijo que la Comisión Interministerial es el producto del trabajo iniciado hace un año y medio, que «implica diversas líneas de acción»:
«Se asocia la salud mental a la idea de enfermedad psiquiátrica. Esa no es la manera con que nosotros trabajamos la salud mental», resaltó y planteó que «es importante derribar estigmas, prejuicios y exclusiones».
La funcionaria dijo que la provincia «piensa la salud mental como un proceso determinado no sólo por componentes psicológicos o biológicos, sino sociales, económicos, culturales e históricos».
«Los componentes que atañen a la salud mental en la historia fueron no vistos e hicieron que el abordaje, bajo esta idea de enfermedad psiquiátrica, sea desde la institucionalidad ligada a manicomios, clínicas de internación, comunidades terapéuticas donde el tratamiento de estos padecimientos era en el marco del aislamiento y la segregación social», opinó.
Calmels agregó que ese modelo tutelar «produjo una institucionalidad que dejó en desamparo y abandono a las personas con padecimiento mental», expuso que el Ejecutivo trabaja para construir «otras alternativas de abordaje».
«Nuestra manera de abordar la salud mental es intersectorial para que sea integral y podamos reconocer a las personas en la integralidad de situaciones que determinan sus vidas», señaló y expuso que «por eso, se trabaja en la desmanicomialización».
«Comenzamos por eso no sólo porque es una exigencia legal, sino un acto de justicia social, sino una deuda moral y política con las personas abandonadas en esas instituciones», resaltó y dijo que «la idea es ofrecer una transformación de esas instituciones neuropsiquiátricas».
Así, recalcó que «vamos a construir otro conjunto de dispositivos con base en las comunidades, con políticas de inclusión y derechos».
Desde diciembre de 2019, la provincia dispuso el cierre de nuevos ingresos a los pabellones crónicos de los neuropsiquiátricos, mientras lleva adelante externaciones de pacientes internados crónicos e instaló un sistema de relevamiento y monitoreo para todos los neuropsiquiátricos públicos.
A la vez, se lanzó el 0800-222-5462, la línea gratuita de salud mental que funciona las 24 horas para e tener acceso directo a un equipo de profesionales, se gestionaron nuevas residencias con distintos niveles de apoyo destinadas a las personas institucionalizadas y se reactivó la construcción de 10 viviendas.