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El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, afirmó hoy que en su administración ya duplicó la cantidad de plazas carcelarias construidas en todo el gobierno de María Eugenia Vidal, consideró que «dejaron un desastre» que llevó a la superpoblación y destacó que su gestión trabaja en «soluciones estructurales».
«En dos años y con pandemia construimos 2.20 plazas nuevas, cuando en todo el gobierno anterior se hicieron 1.108», dijo el mandatario al inaugurar 240 lugares para el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) en Campana, Lomas de Zamora y La Plata.
Kicillof analizó que «se trata de un cambio muy profundo» y consideró que «es lo que en general está designado a no hacerse nunca, porque implica inversiones muy grandes y que tardan mucho, y el resultado no es fácil de ver»,
El Plan de Infraestructura Penitenciaria contempla la creación de 10 mil nuevas plazas, lo que totaliza 12.200 en los 4 años de gestión y representa la mitad de lo que se construyó en 200 años de historia de la provincia.
El objetivo es disminuir el hacinamiento en las 64 unidades del SPB, que alojan el 50% del total de los privados de su libertad en la Argentina.
Durante el acto, en donde Kicillof estuvo acompañado por el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia, Julio Alak, dijo que «la provincia tiene grandes problemas estructurales y ser gobernadora consistía en esconderlos o dar soluciones coyunturales».
«Vinimos a revertir décadas de desidia. Cuando asumimos, había 24 mil plazas y 50 mil internos, una superpoblación que nos valió un reproche internacional porque esas condiciones de detención son un atentado contra los derechos humanos», describió el mandatario.
Opinó que las personas que fueron condenadas «deben reinsertarse y reemprender una vida fuera del delito», por lo cual las cárceles no pueden ser «un infierno, como ocurría».
A la vez, Kicillof expresó que «este no es un tema penitenciario sino también de seguridad porque hay superpoblación del 100 por 100 en las cárceles» y deben afectarse efectivos policiales para el cuidado de esas personas.
Sostuvo también que «las comisarías no están preparadas para eso, sino que deben cumplir un rol transitorio, por muy poquito tiempo cuando se detiene a alguien» y criticó que en esos espacios «hay condiciones de hacinamiento e infrahumanas».
«Por eso, la construcción de 15 alcaidías nos permite reemplazar, cerrar y clausurar los calabozos de las comisarias», subrayó.
Por último, puso de relieve el plan «revolucionario» denominado «Más trabajo, menos reincidencia» para insertar laboralmente al privado de la libertad una vez que cumple con la pena porque -dijo- «tenemos la determinación política de resolver un problema histórico de fondo».
«La voluntad está, el resultado está. Falta seguir por dos años más y después seguir por ese camino mucho tiempo más. Vamos a seguir con las políticas de fondo mucho tiempo más», cerró.
En ese marco, Alak destacó que se trata de «soluciones estructurales para la provincia» e indicó que “la construcción de nuevas unidades penitenciarias implica más espacio para educación y formación laboral para reducir la reincidencia».
«Este es un paso más en el plan de crear 2.200 plazas. Termina este plan y empieza otro con 10 mil plazas penitenciarias más. Las nuevas alcaidías harán que se vacíen las comisarías de presos y la policía, en vez de estar cuidándolos, estará en la vía publica trabajando en la seguridad ciudadana», describió
En el marco del Programa de Infraestructura Penitenciaria bonaerense, con fondos nacionales y provinciales se financiarán, 4 unidades penitenciarias de 1.000 plazas cada una; 2 unidades en Merlo; una en Moreno, otra en Florencio Varela y 15 alcaidías de 300 plazas cada una en: Merlo, Almirante Brown, Lomas de Zamora, Berazategui, Escobar, Quilmes, Avellaneda, Lanús, Ezeiza, La Matanza, Morón, Hurlingham, Tres de Febrero, Tigre y Mercedes.
Las obras incluyen espacios educativos y de formación laboral, destinados a mejorar la reinserción social de las personas privadas de la libertad y la baja de la tasa de reincidencia.
A la vez, desde el gobierno se precisó que se cambió el paradigma de la ejecución de la pena: ahora las personas cumplen su condena en unidades cercanas a su grupo familiar y a los municipios de donde provienen.