El gobernador bonaerense Axel Kicillof afirmó que el macrismo fue «un experimento espantoso y para olvidar» y que Mauricio Macri «reapareció para hacer daño», en tanto que defendió su gestión ante la pandemia, al señalar que «todos pensaron que la provincia iba a explotar» y destacar que los miembros de su Gabinete «no duermen hace meses».
En el despacho del mandatario provincial, un monitor refleja en tiempo real los números del coronavirus en la provincia de Buenos Aires. Una estatuilla del Eternauta, retratos con Néstor y Cristina Kirchner, y con las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo ocupan los estantes, junto a objetos que atesora en su memoria como «batallas ganadas»: réplicas de aviones de Aerolíneas Argentinas y una placa del plan Procrear.
Frente a un cuadro de Juan Manuel de Rosas y con un mate que tiene pintada la tradicional V peronista, Kicillof mantuvo un distendido diálogo con Télam, en el que repasó todos los temas, más allá de la pandemia: a un año del triunfo electoral, renovó sus críticas a la oposición, respaldó la tarea de Alberto Fernández, y destacó que «el kirchnerismo conserva intacta la voluntad de transformar».
El Gobernador -quien vive hace 11 meses en la residencia oficial de La Plata junto a su compañera, Soledad Quereilhac y sus dos hijos- contó que, por el coronavirus, no ve a su madre ni a su hermana desde marzo.
- -El martes se cumple un año del triunfo electoral ¿Cómo funcionó la dinámica interna del Frente de Todos en este tiempo y qué se puede mejorar?
- -Contra todos los pronósticos, mostramos que se pudo construir el Frente de Todos, hacer una campaña muy prolija y tremendamente exitosa. En la provincia decían que iba a perder por afano y le ganamos a Vidal por casi 20 puntos. Ella era para todo el mundo imbatible. Tenemos capacidad, comprensión y conciencia sobre las dificultades que hay tras cuatro años de neoliberalismo feroz. Sabíamos que iba a tocar una época de reconstrucción y para eso constituimos el Frente, donde hay matices, pero hay responsabilidades asignadas, roles y eso se fue acomodando.
- – ¿Cuál es el panorama hoy?
- K: Estábamos ante la tormenta perfecta y vino la pandemia. Pero estamos comprometidos a atravesar esta situación inédita y dramática. Alberto está mostrando una especial capacidad para conducir el Gobierno en momentos de enorme dificultad. Dada esa circunstancia y sabiendo que veníamos de una situación de mucho daño, estamos haciendo un papel muy positivo.
- -¿Cómo evalúa la reaparición pública de Macri?
- K: No me sorprende porque gobernó así de mal. Son discursos memorizados, incoherentes y mentirosos. No llama la atención: prometió mejorar todo y fue un desastre como gestión económica. Hubiera esperado una postura un poco más seria. Es una suerte de campaña electoral adelantada buscando hacer daño al Gobierno sin siquiera tener en cuenta los efectos que eso puede producir en una emergencia sanitaria. Un volumen de irresponsabilidad muy llamativo. Me gustaría tener una oposición un poco más seria y más empática con la situación que se está viviendo. Macri le habló a un público muy pequeño y generó más despelote en la oposición que con nosotros.
- ¿Llama la atención la falta de autocrítica?
- K: No. Dijo que había bajado la pobreza, cuando la subió; que había devuelto la economía en el mismo escalón en el que estaba, y la dejó en el quinto subsuelo; tuvo tres años de caída económica y la inflación más alta de los últimos 20 años; fue el proceso de endeudamiento más grande y rápido de la historia Argentina. Un experimento espantoso y para olvidar. No dejó desastre por hacer y no sé quién puede tomar en serio que venga ahora a dar consejos, a explicar cómo hay que manejar la economía o qué hacer con la pandemia. Uno pensaba: «Se tomó un tiempo, cayó en la cuenta y viene a ayudar». No, reapareció para hacer daño.
- ¿Cómo espera que sea la performance del Frente de Todos en las elecciones de 2021?
- K: Me cuesta pensarlo porque no quiero tomar decisiones con una presión electoral. Cuando estamos pasando por una emergencia tan profunda, hay que pensar en los bonaerenses y no poner ningún filtro especulativo. La sociedad está atravesando un momento de angustia y tensión en lo personal, familiar y colectivo. A medida que empecemos a tener más en claro cuál es la salida de la pandemia, se van a acomodar los sentimientos sobre esta etapa y se va a poder sacar un saldo. Si logramos salir de esto, se va a valorar todo lo que se hizo. En la provincia tenemos un Gabinete que no duerme hace meses.
- ¿Qué balance hace del manejo que se está haciendo de la pandemia?
- K: La provincia estaba señalada como a la que se le iba a desbordar el sistema sanitario. Pero pasamos de 883 camas a 1.200, compramos 1.200 respiradores, hicimos 125 obras y nadie quedó sin atención. Este tipo de esfuerzos que son del conjunto de los bonaerenses deben llenarnos de orgullo. Pero son cosas que podremos evaluar terminada la pandemia. Mientras tanto, no me relajo, ni festejo.
- ¿Qué cumplió de lo que se había propuesto y que dejó en pausa por la Covid-19?
- K: Todos pensaron que la provincia iba a explotar con la pandemia y dimos una respuesta contundente. Fue un esfuerzo titánico que se vio en la cancha. Hay problemas estructurales y fuimos empezando a mostrar planes para solucionarlos. En algunos pudimos avanzar más y en otros menos. Nos dejaron una situación de tremendo hacinamiento en las cárceles y comenzamos la construcción de nuevas plazas; iniciamos un plan de obra pública; arreglamos escuelas; triplicamos fondos en comedores; lanzamos un plan de tierra y vivienda. No había un mapa de la disponibilidad de tierra pública y privada para la ampliación de oferta. Era la nada misma y sobre ella montados muchísimos negocios privados. La mayoría de los barrios privados y countries no están habilitados, entonces no pagan impuestos. Son prácticamente ocupaciones de tierra. Hay que regularizarlo.
- ¿Está conforme con el perfil de su Gabinete o podría dar otra impronta?
- K: El Gabinete viene funcionando perfecto. Hacemos periódicamente reuniones, trabajamos integradamente y en conjunto. No hubo ni un problema. Confiamos entre nosotros. Viniendo muchos de los ministros de diferentes tradiciones o espacios, se integraron muy armoniosamente. Estoy muy conforme. A veces a uno se le ocurren nuevos ministerios.