El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, destacó hoy que «pese a los pronósticos sombríos, la provincia de Buenos Aires no tuvo saturación de su sistema de salud» y analizó que ello no fue «un milagro, ni una casualidad» sino que se debió al «trabajo mancomunado» de las administraciones nacional, provincial y municipal.
El mandatario bonaerense formuló esas declaraciones durante un acto en el que firmó convenios con intendentes bonaerenses para la realización de 60 obras de infraestructura municipal en 44 distritos por un total de 736 millones de pesos.
Kicillof agradeció a los 135 jefes comunales bonaerenses «por el trabajo coordinado y en unidad» y remarcó que «todavía no terminó la pandemia».
«Seguimos peleando contra el virus desde el Gobierno provincial y los 135 intendentes, que ponen el cuerpo en la primera línea y reciben las demandas de los vecinos», prosiguió.
El gobernador pidió «encarecidamente» seguir trabajando para afrontar la pandemia y no de cara «a un año electoral» porque, dijo, «nosotros no lo hemos hechos».
«Les pedimos a los y las intendentas que no opten por la vía del oportunismo ni por tratar de sacar ventaja», continuó y opinó que «están abiertos los teléfonos, no hace falta comunicarnos por los diarios».
Sostuvo que «no es momento para vivos o pícaros» sino para «seguir trabajando mancomunadamente» y reflexionó que si algún intendente «quiere sacar ventaja», obliga a su administración «a dar respuesta».
«Sigamos buscando coordinar en esta provincia grande y diversa», manifestó el gobernador y les requirió «seguir trabajando como lo hemos hecho, colectiva y coordinadamente».
Subrayó que «no es momento de bajar los brazos», pidió «seguir estando alertas» y evitar «desayunarse la cena».
En ese tono, Kicillof agradeció a los jefes comunales del oficialismo y la oposición todo lo que pudieron hacer juntos y planteó que «salió bien porque no le generamos incertidumbre a la sociedad a través de discusiones mediáticas que no tienen sentido».
Más tarde, remarcó que pese a los problemas financieros, en esta etapa el Gobierno piensa en la reactivación y manifestó su deseo de que la obra pública «tenga el papel de transición de la pandemia a la postpandemia».
«La obra pública tiene un papel central, como tuvo en todas las crisis de la historia porque al sector privado le cuesta arrancar porque lidia con la incertidumbre y las dudas. Así, el sector público debe funcionar como tracción o locomotora para reactivar la economía», señaló.
Para el mandatario las obras también reflejan que los gobiernos provincial y municipales ya piensan «en cómo dar trabajo, en cómo ponernos a producir y hacer lo que la gente necesita en cada distrito».
«Debemos poner la provincia en marcha trabajando coordinadamente con los 135 municipios. Vamos a llevar la bandera de la reactivación de la economía, el trabajo y la producción, como dice el presidente Alberto Fernández», concluyó.
En el acto, Guillermo Britos, intendente de Chilivilcoy, celebró el envió de los fondos, con los que se finalizarán los consultorios externos del hospital municipal; mientras que su par de Carlos Tejedor, Celia Gianini, expuso que con el dinero se llevará a cabo un paso a nivel que conectará dos barrios y analizó que ello movilizará la economía local.
Esteban Reino, jefe comunal de Balcarce, expuso que desarrollarán obras de cordón cuneta, con la que espera fomentar el empleo local; y luego Mayra Mendoza, de Quilmes, donde se realizarán obras de pavimento y en un polideportivo, dijo que los trabajos son «muy necesarios para la reactivación».