El gobernador bonaerense Axel Kicillof expresó hoy el orgullo que le genera haber podido «cambiar las prioridades» de la provincia y «transformar las cosas que andan mal» en su primer año al frente del Ejecutivo provincial y planteó un total compromiso con los desafíos futuros para continuar ese camino «para abordar las transformaciones» que aún se necesita.
«Me fascinan lo desafíos de la provincia porque vengo a transformar lo que anda mal», dijo el mandatario bonaerense durante una entrevista con la agencia de noticias Télam, en la que trazó un balance de su primer año de gestión que se cumplió hoy.
El gobernador y exministro de Economía de la Nación -que transita en la residencia oficial, en La Plata, el sexto día de aislamiento preventivo debido a que un colaborador dio positivo en coronavirus- afirmó que posee «el entusiasmo y las ganas del primer día» para abordar esas «transformaciones que la provincia necesita».
En el plano político, pidió no analizar la posible suspensión de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) «en base a conveniencias políticas» sino evaluando la situación sanitaria y rechazó diferencias de fondo en el seno del Frente de Todos.
Confirmó que tanto él como su familia seguirán viviendo en La Plata en 2021, y aseguró que a pesar de que 2020 fue «agotador por la incertidumbre» que generó la pandemia de Covid-19, se siente «orgulloso» de haber podido «cambiar las prioridades» de la provincia.
«La situación económica es complicada. Pero esos desafíos me fascinan y entusiasman porque requieren profundas transformaciones», dijo el economista a esta agencia y se mostró «orgulloso de la respuesta que dio» su gabinete en estos 12 meses.
Sostuvo que, para ello, «un punto central es conseguir los recursos que la provincia perdió hace 30 años» en concepto de coparticipación federal porque «las graves carencias que hay no se pueden abordar sin fondos».
«En el Gobierno anterior no había viviendas, no abrían hospitales, no arreglaban escuelas y falseaban información respecto de la inversión en obras. Esos grandes desafíos son los que me trajeron acá. Cuando uno se propone transformar las cuestiones de fondo, encuentra obstáculos, no sólo de la oposición política sino sino del sistema en general. Pero no tengo problema con eso», subrayó.
– ¿Cuándo concluye el aislamiento?
– Axel Kicillof: El lunes que viene. Con mi familia estamos bien y sin síntomas. Este es el segundo aislamiento completo de este año porque estuvimos en actividad todo el tiempo, corriendo bastante riesgo. Pero quiero llegar sano a la vacuna. Cuando con mis colaboradores vamos juntos en auto estamos todos con barbijo, así como en la oficina con las ventanas abiertas. Si no nos contagiamos, esto demuestra que las recomendaciones preventivas funcionan. Soy una demostración viva de que si uno se cuida mucho, disminuye el riesgo. Yo llego a mi casa y me saco la ropa, me lavo las manos y desinfecto el celular para cuidar a mi familia.
–¿Qué balance hace de su primer año de gestión?
–A.K.: Si uno toma a la humanidad competa, muy pocos pueden decir en este año que se cumplieron las expectativas y los planes previstos. Fue un año fuera de lo común y accidentado. Lo que planeábamos hacer para el primer año hubo que modificarlo todo por la irrupción de la pandemia, que nos puso en un estado de emergencia sobre las emergencias que ya teníamos. Sabíamos que no iba a ser un año fácil porque empezamos con la Legislatura resolviendo por unanimidad que la provincia estaba en emergencia sanitaria, económica social y financiera; y nos agarró la pandemia en condiciones muy vulnerables.
–¿Está conforme con lo que se pudo hacer?
–A.K.: En una evaluación de conjunto, estoy conforme con lo que pudimos hacer en un año muy duro y dramático, de enfermedad y muerte en el mundo. Todo el que lee y se ponga una mano en el corazón debe reconocer que esperaba -en base a lo que veíamos a principio de año en España, Italia y Estados Unidos- un desborde del sistema sanitario, sobre todo en el Conurbano. Pero ni bien conocimos las consecuencias del coronavirus, empezamos a trabajar a contra reloj y sin dormir literalmente por meses para preparar nuestro sistema, que era un desastre.
–¿Cómo lo ve, a la distancia?
–A.K.: Cuando dije ‘tierra arrasada’ es porque la provincia no estaba en condiciones de tener un año normal, menos en pandemia. Hay que recordar que cuando empezamos en diciembre había una huelga de hambre de 15 mil presos por el hacinamiento en el sistema penitenciario, todos esperaban graves problemas sociales o violencia en fin de año porque todo estaba en situación de emergencia y después tuvimos emergencia al cuadrado
–Con los contagios a la baja, ¿siente que se estuvo a la altura de las circunstancias?
–A.K.: En cuanto al coronavirus se hizo una proeza como pueblo. La sociedad respondió muy bien a las medidas de precaución, a los cuidados personales. Los trabajadores esenciales de salud, educación y seguridad estuvieron dando respuestas, a la altura de la situación. Como gobierno, nos dedicamos a expandir el sistema sanitario de una forma nunca vista: había 883 camas de terapia intensiva para 17 millones de habitamos y las ampliamos a 1.200, hicimos 150 obras, adquirimos más de mil respiradores, trajimos 21 aviones y 3 barcos con equipamiento de China. El 1° de julio se ocupó la cama 884 y hasta hace un mes y medio siempre estuvimos por encima de la capacidad. Si no hubiéramos fortalecido el sistema, hubiera habido muchísimos bonaerenses sin cama, respirados, ni atención médica y eso no pasó.
–¿Cuál es el saldo de lo hecho en materia social, económica y productiva?
–A.K.: Además del ATP y el IFE, triplicamos la ayuda a través de los comedores escolares, mas de 1.720.000 de familias que recibieron bolsones de comida. La provincia siguió produciendo alimentos y medicamentos para todo el país. Dimos una respuesta que estuvo a la altura. Mientras duraba la pandemia, completamos obras en 1.726 escuelas en un plan diseñado para que no pase lo que pasó en Moreno durante el gobierno anterior, donde explotó el sistema de gas. Son escuelas donde no se podía trabajar ni estudiar de manera segura. Vamos a terminar el año entregando mil viviendas, que son más que las 960 que hizo el gobierno anterior en su primer año de gestión sin pandemia; otorgamos 100 mil millones de créditos productivos y para el sostenimiento del empleo desde el Banco Provincia. Las prioridades son salud, producción, empleo y educación. Dimos respuestas en todos los planos pese a la pandemia.
–¿Qué fue lo más duro que le tocó atravesar: la pandemia, la toma de Guernica, la protesta policial?
–A.K.: La provincia es un poco el núcleo dramático de la situación del país en su conjunto. Acarrea hace décadas problemas estructurales que tienen que ver con acceso a la vivienda, la situación de seguridad y la socioeconómica. Todo eso va haciendo síntoma. Lo que puedo valorar de nuestro gobierno es que ante cada una de esas situaciones -las tomas, el Covid o la disconformidad de la policía- le dimos soluciones estructurales. Diseñamos y creamos la Unidad de Tierra y Vivienda, desde donde se está haciendo un trabajo que nunca se hizo para analizar completamente el uso de la tierra en la provincia. Detectamos situaciones de irregularidad, y se están poniendo en norma las urbanizaciones privadas, y también el problema de la falta de acceso a la viviendas populares, que estamos abordando de manera novedosa y ya está surtiendo efecto. Tenemos un plan de producción de viviendas y lotes con servicios, que ya esta en marcha. La policía bonaerense venía postergada hace mucho tiempo, porque el gobierno de Macri y Vidal determinó una caída de salarios de toda la administración pública pero los los más perjudicados fueron los trabajadores de las fuerzas de seguridad. Para salir de esa situación resolvimos hacer una equiparación de los sueldos con los de la policía federal. También presentamos un plan de transformación de la policía, para pasar de una fuerza que actúa ante la denuncia a una que tenga un papel preventivo, y cambiando la formación. Incorporamos 10 mil agentes y los dotamos de equipamiento y patrulleros. Además, comenzamos a construir nuevas plazas carcelarias. A cada problema, respondimos con transformaciones estructurales y de fondo.
–¿Qué medidas piensan adoptar para reactivar la economía en el marco de la crisis?
–A.K.: El proyecto de presupuesto para 2021 enviado a la Legislatura plantea una fuerte inversión en obra pública. La inversión en infraestructura que plantea es del 10%, cuando años anteriores el promedio era 4 o 5 puntos. Duplicamos la inversión para obras el año que viene. Apostamos mucho a la creación de empleo para salir de una de las crisis más grandes de la historia, generada primero por un gobierno neoliberal y luego por la pandemia. En ese marco, la obra pública es un resorte para acelerar la reactivación. Tiene que comprender al sector privado pero funciona como una señal y un respuesta. Será un plan de obra muy significativo y estoy muy entusiasmado por ello.
– ¿Confía en que la oposición acompañe la sanción de la ley de presupuesto?
–A.K.: Sí, soy optimista respecto de que nos acompañen. El presupuesto no tuvo grandes objeciones así que esperamos llegar a la aprobación en estos días.