El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, trazó hoy un balance de su primer año de gestión y consideró que «nadie puede negar que la provincia de Buenos Aires fue desfavorecida y necesita recursos» dado que aporta 40% pero recibe el 20% de los fondos coparticipables.
En declaraciones a radio El Destape, el mandatario bonaerense se refirió al «desastre que dejaron (Mauricio) Macri y (María Eugenia) Vidal», recordó que asumió «con una huelga de hambre de 15.000 presos porque no les daban de comer» y destacó que «a pesar de la pandemia, pudimos avanzar con el tema carcelario, escuelas, sanitario, productivo y cultural».
«En campaña no hice una sola promesa, pero no porque no quería asumir compromisos, sino porque la situación en que nos dejaban el país y la provincia nos ponía en un lugar muy desfavorable», contó.
Criticó el endeudamiento recibido, la pérdida de empleo y el deterioro de las condiciones sociales y dijo que las prioridades de su gobierno son «la salud, la educación, el trabajo y producción», así como la «generación de viviendas y la seguridad».
«Gobernó la Argentina una fuerza política antiestado. Sólo usaron el Estado para sus propios intereses», remarcó Kicillof.
En ese marco, el economista subrayó que su gestión tiene el propósito de «transformar la provincia, que tiene muchas falencias porque hubo un vaciamiento presupuestario a lo largo de la historia».
Respaldó la decisión del Estado nacional de reducir de 3,5% a 2,32 % la coparticipación de la ciudad de Buenos Aires y resaltó que el presidente Alberto Fernández «restituyó un punto de coparticipación después de ceder 6 en 1988».
Al respecto, remarcó que «la provincia aporta 40% de la población y del producto de la Argentina, el 50% de la industria, el 60% de la pobreza del país, con graves problemas sociales, falencias estructurales de todo tipo, pero recibe el 20% de los recursos coparticipables».
«Todo lo que nos falta tiene que ver con que aportamos 40 y recibimos 20. Nadie puede negar que la provincia fue desfavorecida y necesita recursos para
vivienda, educación, salud e infraestructura», insistió.
Kicillof dijo que su compromiso es el de «administrar bien el Estado», pero enfatizó que requiere de recursos y pidió «dar una franca discusión».
Estimó en ese sentido que «no sirvió de nada lo que hizo el PRO, victimizarse cuando Macri llegó y le dio todo lo que pudo a la Ciudad» y planteó que «si uno compara un lado y el otro de la General Paz, ve que hay una inequidad evidente».
«Les dieron de todo y ahora se restituyó una parte que se había dado de más por decisión arbitraria mediante un decreto de Macri», continuó y opinó que «no es momento para patalear sino para discutir seriamente como se reparten los recursos».
Para el gobernador bonaerense «hay que pensar federalmente» y es preciso «reparar una situación que históricamente genera que millones de personas no tienen acceso a cloacas, viviendas y calles».
Finalmente, analizó que el Frente de Todos es «una coalición de gobierno con sectores que no piensan igual» pero comparte «las prioridades» y dijo que el espacio trabaja para «aceitar las diversidades cada vez mejor».
«Es imposible que no haya matices y diversidad de opiniones, es un frente político» y consideró que «el tema es cómo se vayan resolviendo».
Sostuvo que «la evaluación del Frente de Todos es excelente» pese a que «todos esperaban rupturas y peleas».