La administración que conduce el gobernador Axel Kicillof no logró este viernes conseguir los votos necesarios y deberá esperar hasta febrero para que la Legislatura de la provincia de Buenos Aires le apruebe el Presupuesto 2025, la Ley Impositiva y el pedido de endeudamiento.
Tras varias negociaciones, finalmente la sesión se cayó por falta de entendimientos.
El intento de llegar a un acuerdo fracasó luego que las bancadas opositoras rechazaran la moción del bloque de Unión por la Patria (UxP) de extender las negociaciones hasta la medianoche y pusieran como plazo las 18.30 para llegar a un acuerdo.
Antes de cumplirse este horario habían arribado a la Cámara baja los ministros Pablo López (Economía), Gabriel Katopodis (Infraestructura) y Agustina Vila (Secretaria General) con el objetivo de ayudar a destrabar las negociaciones y que el paquete de leyes se aprobara, en doble sesión, en ambas cámaras.
El contexto de la Negociación
Desde el inicio del proceso legislativo, el gobernador Kicillof había planteado la necesidad de aprobar no sólo el presupuesto, sino también la Ley Fiscal Impositiva y el endeudamiento por un total de USD 1.300 millones. Este último, considerado fundamental por el Ejecutivo, se destinaría a refinanciar la deuda tomada por María Eugenia Vidal y cubrir gastos operativos.
Sin embargo, la situación se tornó complicada cuando se hizo evidente que el oficialismo no contaba con los dos tercios necesarios para aprobar el endeudamiento, lo que requería, al menos, 61 votos en la Cámara de Diputados. Con 37 legisladores en la bancada de Unión por la Patria (UxP), la búsqueda de consensos se volvió crucial.
La Postura de la Oposición
Los bloques opositores, que incluían a la UCR, el PRO y La Libertad Avanza (LLA), se agruparon y comenzaron a plantear condiciones para su apoyo. Buscaron poner en la negociación distintos cargos que hoy están vacantes en diferentes organismos: vacantes en la Corte bonaerense, lugares en el directorio del Banco Provincia, en el Consejo General de Educación y en empresas estatales.
En particular, el conflicto se centró en que la oposición pidió que un 16% del total del endeudamiento se destinara a un fondo específico para los municipios, argumentando que esto era vital para atender las necesidades locales. El ejecutivo hizo una contraoferta de un 10%. Fue insuficiente.
El presidente del bloque de LLA, Agustín Romo, fue contundente en sus declaraciones, utilizando las redes sociales para comunicar que, junto a sus aliados, habían logrado evitar que Kicillof «destruya» los impuestos de los bonaerenses, y enfatizó que no respaldarían un aumento del gasto público ni de la deuda.
La UCR, representada por su presidente Diego Garciarena, también se manifestó enérgicamente. “La falta de diálogo ha sido el principal obstáculo. No podemos permitir que el Ejecutivo maneje la deuda sin un marco que garantice la inversión en las comunas”, enfatizó Garciarena.
«El Ejecutivo no ha querido abrirse a las demandas de los municipios ni a las sugerencias que podrían enriquecer la propuesta», afirmó y completó: “Lo que no se acordó en todas estas jornadas ya no se va a acordar porque nunca hubo un canal de diálogo o una puerta para debatir. Lo que hay es falta de voluntad política para resolver este Presupuesto y la Ley Impositiva”.
«La falta de diálogo con el ejecutivo hizo que se caiga la sesion, la oposición tiene mayoría y debería haber sido más escuchada en sus planteos, el ejecutivo se tiene que abrir al consenso porque hoy solo tiene 37 de 92 diputados», dijo el presidente del bloque PRO, Matías Ranzini. “Nosotros apostamos a dialogar y no por Twitter. El oficialismo tiene 37 de 92 bancas, entonces los acuerdos son necesarios. Pedimos menos redes”, agregó.
«El camino de aumentar impuestos y sumar empleados públicos no va mas. Los bonaerenses necesitamos un presupuesto serio y equilibrado para que la provincia sea viable y pueda crecer», adelantó Alex Campbell, del bloque de senadores del PRO.
El Senado se quedó con el recinto cerrado. «La Provincia necesita el presupuesto para poder avanzar en prestaciones que mejoren la calidad de vida de los bonaerenses. Es necesario contar con este instrumento para financiar y mejorar áreas claves como educación, seguridad, salud e infraestructura», reclamó el jefe de bloque UCR-Cambio Federal de la cámara alta, Agustín Máspoli.
Cumplido el plazo de la prórroga, la sesión expiró. Y el presupuesto para afrontar el segundo año del segundo mandato de Kicillof también quedó descartado por el momento. El gobernador deberá prorrogar la última ley que se sancionó en 2023. El ejercicio que termina en cuatro días también está prorrogado.
La Conferencia de Prensa de UxP
En una conferencia de prensa posterior a la caída de la sesión, el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Alexis Guerrera; el jefe de bloque de UP, Facundo Tignanelli y su par del Senado, Teresa García junto a los integrantes de los bloques peronistas manifestaron su descontento.
Guerrera enfatizó que el gobierno había estado «a disposición» durante semanas, pero que la oposición no había mostrado apertura para discutir los términos del presupuesto de manera constructiva. «Los responsables de esta situación son aquellos que se niegan al diálogo», aseveró.
«Hemos pasado en más de media docena de reuniones con el Ejecutivo. Lo que sucedió es que no hubo acuerdo con los fondos para los municipios. El endeudamiento que pide el gobernador estará destinado a cubrir deuda que ni siquiera tomó este Gobierno», añadió el jefe de la Cámara de Diputados.
“No hemos logrado obtener las herramientas que nuestro gobernador necesita para gobernar correctamente; pero hemos podido avanzar con la oposición en futuros encuentros que van a suceder a partir de los primeros días de enero para que aquellas cosas que hoy nos diferenciaron sean subsanadas y podamos, en febrero, arribar a un paquete de leyes que le sirvan a todos los bonaerenses”, manifestó Guerrera.
Remarcó que si bien se va a discutir «no significa que todo lo que pida la oposición vayan a ser satisfechos; vamos a trabajar para salvar este argumento de que la interlocución no era válida, sentados las dos Cámaras con el Ejecutivo» y añadió: «Finalmente, sostuvo tener “expectativas de que en enero vamos a saldar estas diferencias. Vamos a intentar acercar posiciones, a lo mejor no se llega al cien por ciento, pero lo vamos a intentar”.
El primer encuentro de negociación será el 7 de enero, cuando se convoque a todos los sectores opositores y al Poder Ejecutivo. “Apostamos a llegar a un paquete de leyes que sirvan a todos los bonaerenses; para alcanzar una redacción que contemple todas las necesidades y requisitos”, dijo Guerrera.
Y Tignanelli destacó que la oposición había priorizado sus intereses por encima de las necesidades de la provincia. «Hemos estado dispuestos a negociar, pero no se puede avanzar cuando no hay voluntad política de parte de la oposición», afirmó.
La palabra de Kicillof
“A la gravísima situación a la que nos sometió el presidente Milei durante este año, se agrega ahora un golpe de la oposición al no aprobar el paquete presupuestario, herramienta básica de cualquier gobierno para planificar y ejecutar sus recursos y gastos”, escribió Kicillof en un comunicado.
«El proyecto de Presupuesto para 2025 garantizaba cumplir con las obligaciones y prioridades del Gobierno provincial, a pesar del ahorcamiento financiero y las deudas que el Gobierno nacional mantiene con la Provincia», afirmó el Ejecutivo provincial.
Luego negó las acusaciones de la oposición y aseguró que cumplió con todos los tiempos estipulados. «En las presentaciones realizadas nunca se recibieron comentarios ni críticas por parte de la oposición», afirmaron.
Consecuencias de la Caída del Presupuesto
Con el cierre de la sesión, Kicillof se enfrenta a un panorama complicado. La falta de presupuesto implica que deberá prorrogar la última ley aprobada, lo que limitará su capacidad de gestión para el próximo año. En medio de un contexto de alta inflación y creciente presión social, las decisiones que se tomen en las próximas semanas serán críticas.
El gobierno ha anunciado que se abrirán nuevas mesas de diálogo a partir del 7 de enero, con la esperanza de alcanzar un consenso que permita discutir nuevamente el presupuesto y las leyes fiscales. Sin embargo, tanto el oficialismo como la oposición son conscientes de que la falta de acuerdos previos puede dificultar aún más la situación.
Mirando Hacia Adelante
La situación en la Legislatura bonaerense es un reflejo de las tensiones políticas que marcan el actual panorama argentino. La caída del presupuesto de Kicillof no solo representa un obstáculo para su gestión, sino que también plantea interrogantes sobre la capacidad de los actores políticos para dialogar y llegar a consensos en un contexto de crisis.
Las próximas semanas serán cruciales para establecer si se puede avanzar en un acuerdo que contemple las necesidades de la provincia y permita a Kicillof retomar el control de su agenda legislativa, o si, por el contrario, se perpetuará un ciclo de conflictos que afectará a todos los bonaerenses.