Los enfrentamientos en las filas del PJ recrudecieron en las últimas horas, luego de que el gobernador riojano, Ricardo Quintela, optara por recurrir a la justicia para defender su postulación y pedir que se suspendan las internas programadas para el próximo 17 de noviembre, lo que cosechó duras críticas de dirigentes bonaerenses, entre ellos el propio mandatario provincial, Axel Kicillof, y su vice, Verónica Magario.
Además se sumaron a las críticas el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; su par de Quilmes, Mayra Mendoza; la presidenta del Instituto Cultural bonaerense, Florencia Saintout; la diputada Vensa Siley y la senadora Anabel Fernández Sagasti.
Después de que el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, recurriera a la Justicia Electoral Nacional para pedir que suspendan los comicios en el peronismo, en los que busca competir con la expresidenta Cristina Kirchner, importantes fuentes del gobierno bonaerense dijeron a este medio que Kicillof «rechaza totalmente la judicialización de la política» y afirmaron que el mandatario considera que «es un tema que tiene que resolverse entre compañeros».
La lista que encabeza Quintela interpuso antes de ayer una apelación ante el juzgado de María Romilda Servini de Cubría para que revoque la decisión de la Junta Electoral del PJ que el domingo no oficializó su lista «Federales un grito de corazón» por «no alcanzar el mínimo de avales exigidos» y convalidó la nómina «Primero la Patria», de Cristina, como la única en condiciones de presentarse a la interna.
Anoche, durante un acto en Ensenada, Kicillof expresó: «Ahora nuestro pueblo nos pide que estemos unidos y que, en lugar de plantear cualquier tipo de división y disputa, busquemos la unidad» y añadió: «A todo lo que digan, le vamos a responder con lo mismo: ‘unidad de concepción y de acción, nada de internas, nada de quilombo, sino acompañando a nuestra gente'».
«Con el único con el que quiero pelear es con el que está quebrando a nuestro país: Javier Milei. Nunca me van a encontrar contra un compañero o compañera. Tenemos que estar fuertes y unidos. Viva Perón, viva Evita, viva Néstor, viva Cristina», cerró.
Las declaraciones de Kicillof y el hecho de que busque despegarse de la maniobra judicial cobra relevancia porque en las últimas semanas quedó en el medio de la disputa entre Cristina y Quintela después de que el kirchnerismo lo acusara de fomentar la candidatura del gobernador norteño y lo criticara por no expresarse a favor de la exmandataria.
Desde que comenzó la disputa partidaria entre CFK y Quintela, el gobernador bonaerense siempre dejó saber que no iba a inclinarse públicamente a favor de alguno y reiteró el pedido de unidad.
Constituye otra novedad política el pronunciamiento de Magario y Espinoza -ambos integran el sector del peronismo alineado con Kicillof- contra la judicialización de la interna partidaria.
Magario recordó a través de sus redes sociales que junto a Kicillof vienen «bregando por la unidad del peronismo», rechazó el hecho de «recurrir a la Justicia Electoral para abrir la puerta a una eventual intervención del PJ» y exhortó «a todos los compañeros para que prime la coherencia, para que se imponga la responsabilidad y para que nadie olvide que quienes hemos elegido militar en el peronismo lo hicimos para defender a nuestro pueblo y no para dañar a nuestro brazo electoral».
«La Justicia Electoral es un recurso al que no debemos recurrir. Las diferencias, por más amplias que sean, se deben solucionar en nuestra casa con diálogo, respeto y priorizando el bien común y lo mejor para el movimiento», remarcó y reiteró que «las cuestiones internas se deben dirimir en casa y en familia. Nunca en la justicia electoral».
Sostuvo que «la lista que encabeza la compañera Cristina Fernández de Kirchner fue oficializada para presidir el PJ nacional. Ahora, y junto a ella, debemos centrarnos en la lucha en contra de un gobierno que reduce cada día la calidad de vida de todas y todos».
En igual tono, Espinoza pidió «vocación por lograr la unidad», evaluó que «el camino no es recurrir a la Justicia Electoral para abrir la puerta a una eventual intervención de nuestro partido» y destacó que Cristina tiene el liderazgo, la experiencia, la convicción y la fortaleza para llevar adelante» el PJ.
Las tensiones en el justicialismo sumaron un nuevo episodio el lunes, cuando Jorge Yoma -apoderado de la lista de Quintela- fue señalado por haberse reunido con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos en la Casa Rosada.
En medio de una interna cada vez más intensa, dirigentes de La Cámpora y referentes del justicialismo bonaerense cuestionaron el encuentro, y sugirieron posibles acercamientos con el gobierno de Javier Milei.
Teresa García, apoderada de la nómina de CFK y presidenta del bloque en el Senado bonaerense, afirmó que Yoma «fue a la Rosada a buscar apoyo de La Libertad Avanza en la interna del PJ».
Yoma rechazó esa versión y explicó que asistió como representante legal de La Rioja en una causa contra el gobierno nacional. A la vez, tildó a García de ser «Pepita la Pistolera».
Las reacciones no se hicieron esperar: Mendoza calificó a Quintela y a Yoma de «machirulos arrastrados del poder», los acusó de «atacar a mujeres que defienden al verdadero peronismo y a la Argentina» y sugirió que el sector busca un acercamiento con el presidente Milei.
En igual sentido se expresaron Saintout, quien le reprochó el querer «desacreditar a una compañera» y criticó que vayan «con una lista sin avales y sin candidatos»; Fernández Sagasti, que indicó: «parece que no quieren competir porque no tienen candidatos, avales ni votos»; y Siley, quien expresó su preocupación por el diálogo entre Yoma y Francos y se preguntó si la intención es permitir que «Milei termine conduciendo el PJ».
Las elecciones en el PJ continúan atravesadas por denuncias internas, falta de acuerdos y recriminaciones mutuas: el cristinismo acusa a Quintela de actuar fogoneado por gobernadores en sintonía con el Gobierno.
Mientras, el riojano señala una cadena de errores de Fernández de Kirchner: desde haber habilitado a otros a “caminar” el país, hasta un operativo clamor que no obtuvo el respaldo esperado y una falta de diálogo a tiempo que hubiera evitado la interna. Ahora, la última palabra la tiene Servini.
Otros pronunciamientos
También pidieron unidad el el exintendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo y el exintendente de Florencio Varela y diputado nacional Julio Pereyra.
“Unidad, hasta que duela” fue el mensaje que surgió de un plenario del peronismo de Ituzaingó, que comandó Descalzo, presidente del partido a nivel local. “El peronismo es amor. Y con ese amor ha transformado la vida de millones de hombres, mujeres y niños con la justicia social como bandera”, se indicó en un documento del partido, firmado por el intendente.
“¿Nos comportamos como peronistas cuando nos enredamos en internas partidarias donde no se discuten proyectos políticos superadores sino que prevalece la oscuridad del egoísmo de personas y sectores?”, se preguntó Descalzo. “Digámoslo simplemente: cuando la Patria tiene hambre lo que hay que hacer es unirse para cocinar y no discutir sobre quién es el dueño de la cocina”.
En tanto, Pereyra posteó en redes: «Buscan quebrar nuestra unidad desde los despachos judiciales. Pero los peronistas resolvemos nuestras diferencias internamente, y el liderazgo de CFK no se discute en un escritorio. Cristina es y será la presidenta del PJ, porque es el pueblo el que elige, no los jueces».
«Como dijo Kicillof, ‘la unidad tiene que estar en nuestros principios, en nuestra doctrina, pero también expresarse en la acción’. La lista encabezada por la compañera Cristina Kirchner ha sido oficializada, y ahora, junto a ella, debemos enfocarnos en la lucha contra un gobierno que todos los días atenta contra la calidad de vida del pueblo argentino».