El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, destacaron hoy la necesidad de mantener la coordinación en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), durante una reunión que se desarrolló en La Plata para evaluar la continuidad del aislamiento social antes de tomar una decisión conjunta con el presidente Alberto Fernández.
«Es muy difícil pensar que se puede hacer algo en el conurbano distinto a lo que se haga en la Ciudad con estos niveles de contagios», afirmó el gobernador Kicillof en declaraciones formuladas a Télam tras el encuentro, al que calificó de «muy productivo».
Tanto es así que fuentes del gobierno porteño confiaron que Rodríguez Larreta analiza «si avanza en el esquema» de reapertura de actividades contemplado para la segunda etapa, que debería comenzar el martes 4 de agosto, con intervenciones en el espacio público y con la autorización para deportes individuales amateurs, o «si estira un tiempo por solidaridad» con la Provincia.
En el encuentro, que comenzó aproximadamente las 10.30 en la sede de gubernamental bonaerense, en La Plata, y se prolongó por dos horas, ambos dirigentes acordaron igualmente monitorear los casos de contagios de Covid-19 «de hoy y mañana», antes de tomar una decisión conjunta con el presidente Alberto Fernández sobre la continuidad de la cuarentena.
Tras el encuentro, el anfitrión bonaerense adelantó a esta agencia que para analizar esos primeros datos mañana se reunirán ambos con el Presidente, en horario todavía a definir.
Fuentes bonaerenses y porteñas coincidieron en indicar que durante el encuentro Kiciloff y Larreta compartieron «la misma preocupación» y la misma visión respecto a que la situación «no admite ningún tipo de relajación ni de des;animo».
Respecto a cómo seguirá el aislamiento en Ciudad y Provincia, en diálogo con Télam, Kicillof adelantó que sería «un poco perturbador» pensar en la posibilidad de que ambas jurisdicciones adopten estrategias diferentes de cara a la nueva etapa «porque las situaciones son prácticamente idénticas y están conectadas» por lo que agregó que «hacer cosas distintas sería difícil de explicar».
«Por eso estamos trabajando todo el tiempo buscando coordinación», dijo y destacó que Ciudad y Provincia ya tienen «un método de trabajo común» porque entienden que el AMBA «es una zona sanitaria única, más allá de las divisiones políticas o jurisdiccionales».
En este sentido, dejó claro que el objetivo es «cuidar a los bonaerenses y a los porteños» con estas medidas coordinadas en el AMBA, para que «no se contagien» y también para que, si eso sucediera, «tengan disponible una cama en el sistema sanitario».
El esquema de reaperturas del gobierno porteño contempla la habilitación de peluquerías y centros de estética a partir de hoy y comercios situados en avenidas de alto tránsito a partir del martes 4 de agosto.
Este esquema está siendo puesto en duda en la Ciudad de Buenos Aires y se evalúa si la próxima etapa «se estirar» por «solidaridad» con los bonaerenses, indicaron las fuentes porteñas a Télam.
Participaron de la reunión el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli; los ministros de Salud de la Ciudad y la Provincia, Fernán Quiros y Daniel Gollán, respecticamente; el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, y el ministro de Seguridad, Sergio Berni.
En cuanto a la situación sanitaria en la provincia de Buenos Aires, se mencionó que los especialistas epidemiológicos proyectan para agosto un 91 por ciento de camas ocupadas si continúa el actual ritmo de contagios.
Sostienen que, en cambio, si se implementa una cuarentena con restricciones como la que rigió para el AMBA entre el 1 y el 15 de julio, al actual nivel de casos, la ocupación será del 79%.
También se analizó que «en las clínicas privadas en la Ciudad, donde se atienden no sólo socios porteños sino también del conurbano, la ocupación es cercana al 75%», y que «hay un 15% de gente de CABA afiliada a PAMI que debe internarse en la provincia porque en la Ciudad no hay disponibilidad», según aportó Kicillof en su diálogo con Télam, en el que recordó que de esto también se trata la «solidaridad».
Por ahora, en la provincia de Buenos Aires, en el sector público «la ocupación permanece estable en el 60% porque crecen los números de internados», mientras «se siguen expandiendo el sistema y agregando camas».
Manifestó luego que «el crecimiento de casos que se registra se verá reflejado en la ocupación de camas, situaciones de gravedad y cantidad de fallecimientos» y apuntó que por ese motivo «hay que reducir el ritmo de contagio actual» y es «muy difícil pensar en una mayor movilidad».
«Después, habrá que acordar con Nacion y con la Ciudad la próximas medidas conjuntas. Obviamente, no queremos dificultarle a nadie la vida, pero la verdad es que lo que generó una situación complicada es este virus al que todavía no se le encuentra la vuelta», expresó Kiciloff.