La decisión del presidente Alberto Fernández de no presentarse a la reelección acelera los tiempos para definir las candidaturas en Juntos por el Cambio, en medio de internas partidarias que no cesan y de falta de acuerdos en distritos claves.
Diversas fuentes opositoras consultadas por esta agencia indicaron que el anuncio del primer mandatario de no ir por otro mandato era por un lado previsible, aunque sí sorprendió en general que la decisión fuese tomada en este momento.
La determinación de Alberto Fernández obliga así a la principal coalición opositora a comenzar a depurar candidaturas en los distritos más importantes, y empezar a brindar un panorama más claro de quién competirá por la Casa Rosada, quién será el candidato en Ciudad de Buenos Aires y quién encarnará la postulación bonaerense.
En el PRO, por ejemplo, descontaban que el jefe de Estado no iría por su reelección, y con la noticia consumada imaginan dos escenarios posibles: enfrentar una versión de un peronismo que califican «de centro», que pueden llegar a encarnar Daniel Scioli o Sergio Massa, o una fórmula más cercana al kirchnerismo, que en ese caso integrarían Eduardo ‘Wado’ De Pedro o la propia Cristina Kirchner.
Para los ojos del sector ‘halcón’ del PRO, conformado por Patricia Bullrich y Mauricio Macri, la segunda alternativa sería más interesante electoralmente, porque permitiría polarizar más con quienes creen que representan al sector más nítido y ‘duro’ del oficialismo.
En tanto, una candidatura de Scioli o Massa podría generar más complicaciones a una eventual postulación de Horacio Rodríguez Larreta, quien en ese caso se vería obligado a competir con rivales de perfil más ‘centrista’, analizan.
Sin embargo, en el PRO entienden que más allá de estas especulaciones respecto a qué hará el Frente de Todos lo que está claro es que, con la decisión del Presidente, el oficialismo comienza a achicar su lista de candidatos, en un contexto donde la oposición mantiene muchas indefiniciones y cuando restan apenas dos meses para la presentación de listas.
Quizá donde más queda explicitado el conflicto de difícil resolución puertas adentro del partido amarillo es en la Ciudad de Buenos Aires.
El PRO ya aclaró que la idea es que un solo candidato vaya a competir contra el radical Martín Lousteau por la sucesión de Larreta, aunque de momento nadie quiere bajarse.
Jorge Macri cuenta con el respaldo de su primo Mauricio, el exmandatario, y también tiene el apoyo de Bullrich, quien pidió licencia como titular del partido PRO para dedicarse de lleno a la campaña.
Larreta, entretanto, mantiene vivas las postulaciones tanto de su ministro de Salud, Fernán Quirós, como de su ministra de Educación, Soledad Acuña.
En la semana que pasó, incluso, Larreta reforzó con muchos expertos de su confianza el equipo de campaña de Quirós.
Esto genera dudas sobre la posibilidad de que finalmente el PRO lleve a las PASO a un solo candidato en la CABA, y los distintos sectores ya manejan la hipótesis de que haya más de un competidor.
El problema de fondo, como siempre, es la falta de acuerdos entre Macri y Larreta, con una interna que se profundizó aún más desde que el alcalde decidió que la Ciudad vote categorías municipales con boleta única electrónica, lo que para los «halcones» del PRO fue un guiño que favorece a Lousteau, su socio radical en la gestión del territorio porteño.
En este punto, también crecen los rumores de una posible postulación porteña de la diputada y exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
Aunque ella lo viene negando públicamente, y dice que aún es precandidata presidencial, todo el PRO sabe que la pelea de fondo es entre Larreta y Bullrich; por ese motivo muchos piensan que Vidal podría llegar a tener un destino en la CABA.
También merece la pena analizar lo que ocurre en territorio bonaerense, donde varios precandidatos pueblan las listas de precandidatos a la gobernación: desde Néstor Grindetti, quien dejó el municipio de Lanús para asumir en el club Independiente, pasando por Javier Iguacel, Joaquín de la Torre, Cristian Ritondo y Diego Santilli.
En la llamada «madre de todas las batallas», como en el ámbito político se suele denominar a las elecciones bonaerenses, también deben darse definiciones urgentes y todo indica que la puja final sería finalmente entre un Diego Santilli bendecido por Larreta y un Ritondo con el aval de Bullrich.
Por último, más allá de la atención puesta en las novedades del FdT, en las charlas internas del PRO impera una creciente inquietud respecto de La Libertad Avanza, ante la posibilidad de que Javier Milei logre meterse en un eventual balotaje.