La violencia de género también se manifiesta en redes sociales y Argentina tiene leyes contra el maltrato que deben reflejarse en políticas públicas, acompañando el empoderamiento de las mujeres para que puedan pedir ayuda cuando son víctimas, porque no hay distinción entre violaciones de derechos en la vida y en lo digital, coincidieron expertas que sesionaron en Buenos Aires para analizar el uso que hacen ellas de Internet.
La reunión fue convocada por la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC),una entidad global que trabaja por la democratización de las tecnologías, que en América Latina y el Caribe, coordina la comunicadora argentina Dafne Plou.
«¿Qué importancia tiene para nuestro trabajo el uso de tecnologías y de Internet? ¿De qué manera relacionamos nuestros derechos en la vida real con los derechos digitales? ¿Por qué la participación de las mujeres en determinados ámbitos de discusión o de creación en Internet son atacados, menospreciados o discriminados? Son preguntas que nos hacemos y que debatimos en distintos lugares del mundo, en este tipo de encuentros», explicó la profesional.
Periodistas, comunicadoras, abogadas, dirigentes sociales, activistas y políticas de Buenos Aires, Rosario y Córdoba compartieron una jornada en la sede porteña de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (ADPH), cuya secretaría de Género a cargo de María Elena Naddeo, auspició el encuentro.
El derecho al anonimato en el uso de redes sociales y las violencias de género expresadas online fueron ejes del intercambio.
«El anonimato es un principio protegido en las normas argentinas. En la historia de nuestro país encontramos mujeres que usaron seudónimos para poder expresarse, y si bien el anonimato muchas veces se usa para violentar, también se utiliza para ejercer derechos», aportó la abogada Agustina Del Campo, directora del Centro de Estudios en Libertad de Expresión y Acceso a la Información de la Universidad de Palermo.
Por eso, no concuerda con criminalizar las expresiones violentas en la red, porque «puede ser un balazo en el pie que se nos venga en contra. Sí creo que hay que legislar penalmente la pornovenganza», añadió la profesional.
Y recordó que la libertad de expresión «cuando lastima, cuando hostiga, tiene limitaciones».
En el mismo sentido se expresó la también abogada Natalia Gherardi, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) quien consideró que en Argentina «no hace falta una ley específica» que castigue la violencia online porque «el derecho penal no previene, no educa. La lucha por la discriminación no es penal y nuestro país tiene leyes, como la de Protección Integral a las Mujeres, que legisla sobre las violencias de género».
«Internet es la vida misma. Somos las mismas personas en la vida y en las redes. Tenemos leyes. No hay derechos digitales, hay derechos humanos», reforzó Beatriz Busaniche, presidenta de la ONG Vida Libre.
En la misma línea, Magalí Gómez, de la Defensoría del Público, aseguró que «tenemos el marco regulatorio que debe aplicarse con políticas públicas acompañando el empoderamiento de las personas para que ejerzan sus derechos en Internet».
Pao Raffetta, activista feminista, sumo al debate que para muchas personas del colectivo LGBTQ, Internet «es su mundo, incluso para muchas mujeres, por la agresividad que hay en el afuera. Entonces ¿Cómo habitar espacios digitales sin violencias?», preguntó, a la par que se manifestó a favor de no sumar más normativas.
«Le pedimos a lo digital educación y valores no resueltos en las interacciones cara a cara», aportó por su parte Naddeo, por eso «es tan importante que las leyes tengan una función pedagógica», agregó Gherardi.
Para la directiva de ELA «hay que empoderar, y también proteger a las víctimas de las violencias en línea, porque hay diferentes personas y diferentes realidades».
Esta última idea es una de las que impulsa a APC a hacer este tipo de encuentro, en base a los Principios Feministas para Internet (http://www.genderit.org/es/feminist-talk/principios-feministas-para-internet-segunda-versi-n): «Principios que nos son estáticos, son para abrir el juego, para trabajarlos desde las diferentes perspectivas culturales e intereses de los grupos de mujeres», señaló Plou.
Otra de las miradas la aportó Melisa Gorondy Novak, de la organización Asuntos del Sur cuando habló de la brecha digital de género, ya que las mujeres tienen acceso a Internet, pero «no todas con conocimientos para crear y participar» y bregó para que «estos encuentros se repitan, porque para lograr la igualdad es necesario que dejemos de ser islas y trabajemos en conjunto».
Big data, vigilancia, la imagen de las mujeres en Internet, fueron otros de los temas abordados en una jornada que «sigue aportando a lo que queremos nosotras de Internet. Un paso mas al empoderamiento», destacó Plou.