El ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, ratificó hoy que el Gobierno bonaerense busca resolver las tomas de tierras «sin violencia», pero aceptó que en esas problemáticas «hay un derecho vulnerado que no debe avanzar sobre los derechos de los otros».
«El objetivo es la resolución de un derecho genuino de aquellas personas que tienen vulnerado, la posibilidad de tener una vivienda digna no debe avanzar sobre el derecho de los otros. Nosotros queremos resolver esta situación sin violencia, con un plan integral de hábitat», dijo hoy el ministro, en declaraciones a radio Rivadavia.
Si bien evaluó que «la toma más compleja es la de Guernica», en el partido de Presidente Perón, detalló que existen otras cuatro tomas «con algún nivel de complejidad por su tamaño» y unas 80 más «judicializadas desde el año pasado».
«Son distintos procesos, ya que cada juzgado tiene su mirada, pero en el caso de Guernica, se precipitó por una decisión judicial que acortó los tiempos», explicó e insistió: «en esto siempre hay dos miradas, una tiene que ver con la parte judicial y la otra respecto a lo social».
Además, se refirió a la compleja situación que enfrenta el país, atravesado por la pandemia.
«En principio, hay un alto nivel de intervención del Estado que, en el marco de la complejidad de la pobreza, nos permite tener un paliativo que, si no estuviera, las cosas serían mucho peores», reflexionó.
Consideró, que los históricos problemas del país son consecuencia de «una hegemonía del sistema financiero que ya va para los 50 años a nivel mundial».
«Eso, en la Argentina, repercutió con el golpe del 76, pero desde el 55 se implementó con una mirada que tuvo que ver con el repliegue del Estado, que dejó huellas muy profundas en materia social y que tratamos de revertir entre 2003 y 2015 y que ahora estamos tratando de revertir nuevamente», concluyó.