Sólo una de las 32 camisetas que lucirán las selecciones de fútbol durante el próximo Mundial de Rusia 2018 quedará asociada para siempre con la gloria, pero los diseñadores de los equipos deportivos nacionales jugarán simultáneamente su propio torneo de estética y tecnología, que se definirá en el mercado de los hinchas.
Las innovaciones de fondo y forma en las nuevas camisetas, así como en el resto de las prendas de los conjuntos, involucran a grandes marcas globales como Adidas y Nike, que concentran la exclusividad de dos tercios de las selecciones de Rusia 2018, pero también a otras como New Balance, Umbro, Joma, Uhisport y Errea.
En el caso de la camiseta de Argentina, diseñada por Adidas (también las de Alemania, España, Japón, Colombia, México, Bélgica, Rusia, Escocia, Egipto, Marruecos, Irán y Suecia), evolucionó siguiendo una línea «desde lo más clásico hacia lo más moderno», hasta llegar a Rusia 2018 con «una ejecución totalmente disruptiva», que se tradujo en la simulación de imágenes pixeladas, explicó la empresa alemana a Télam Tendencias.
«La inspiración de los diseños -detalló- siempre tiene su origen en la historia de un símbolo o del país que representa» y, por ello, el nuevo uniforme de Argentina remite al 125° aniversario de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) e incorpora laureles en las franjas blancas y celestes, ya presentes en el escudo argentino pero esta vez incorporados «con una óptica de pixel moderna para ofrecer un look contemporáneo».
«El diseño de la camiseta -según los diseñadores de la marca alemana- recobró un protagonismo trascendental en los últimos años. El público se ha vuelto más sofisticado y exigente. Ven la camiseta de la selección como un objeto especial que no puede ser diseñado de una manera tradicional sino que esperan algo más disruptivo».
En el caso de Argentina, el diseño de la camiseta está inspirado en la bandera nacional, «para apelar a lo emotivo» pero al mismo tiempo se incorporó un diseño «distinto a todo lo antes» para imprimirle un cambio a un símbolos tan emblemático.
Desde los 70, las camisetas de fútbol evolucionaron como producto hasta convertirse en un gran negocio global alimentado por el sentimiento de los hinchas, una trayectoria resumida en Londres en 2017 por la muestra «The Art of the Football Shirt» (El arte de la camiseta de fútbol), organizada por el coleccionista Neal Heard, quien recuerda que ya en 1978 la marca Levi’s hizo una camiseta para la selección de México.
Classic Football Shirts, una compañía fundada por dos estudiantes de Manchester en 2006, ahora vende 300.000 kits vintage al año, lo cual explica también la recuperación para Rusia 2018 de diseños que lucieron en otros mundiales España, Argentina y Alemania, en este último caso una versión moderna de la camiseta de 1990, cuando ganó la Copa.
Según Heard, esta contracultura moderna se ve también impulsada por una era de comunicaciones por Internet que, por ejemplo, permite que los conjuntos de Boca Juniors puedan salir de Argentina y llegar a otros mercados «como nunca antes».
Como en muchos otros aspectos del consumo en estas épocas, los millenials -que lideran en tendencias y volúmenes- son una franja muy cuidada por las marcas de equipos deportivos, pero también es cierto que la camiseta de la selección es un producto que trasciende muchas generaciones.
De ahí que, en el caso de Adidas, «los nuevos diseños tienen que ver con nuestro afán de atraer al público joven sin descuidar las preferencias de nuestros consumidores más tradicionales. Por eso es que en todos los diseños se respeta en ADN del símbolo».
Una de las innovaciones más llamativas del equipo que vestirán Lionel Messi y sus compañeros en Rusia 2018 fue la camiseta suplente de fondo negro.
Según Adidas, «el uso del negro responde a una necesidad de salir un poco del tradicional azul sin romper con muchos paradigmas. Afortunadamente tuvo una muy buena aceptación en el público y se convirtió en un éxito en ventas. A su vez, el negro representa un inmejorable fondo para mostrar la bandera argentina en el pecho».
En cuanto a la tecnología, para este mundial el diseño de las camisetas, que ya habían avanzado notablemente en la liviandad de las telas, incorporaron tecnología de regulación de temperatura corporal, con la intención de que los jugadores resulten mínimamente afectados por la temperatura, en el equipamiento argentino con tecnología «Climachill».