Iara y Kala, las hijas del fiscal Alberto Nisman, que hace diez años fue hallado muerto en el baño de su departamento de Puerto Madero, dieron por primera vez una entrevista y aseguraron que en su familia «nunca nadie dudó de que haya sido un asesinato».
A horas de cumplirse el décimo aniversario de la muerte del fiscal, encontrado sin vida en las torres Le Parc, Puerto Madero, Buenos Aires, el 18 de enero de 2015, sus hijas Iara y Kala, de 25 y 18 años, respectivamente, recordaron a su padre como un héroe que «dio su vida por algo que creía justo».
«Nunca nadie de nuestra familia dudó que haya sido otra cosa», dijeron ambas sobre la hipótesis de que su Nisman haya sido víctima de un asesinato, al hablar en un reportaje en el canal de streaming Luzu TV.
Al momento de su muerte, Nisman estaba a cargo de la Unidad Fiscal dedicada a desentrañar el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que en 1994 dejó 85 muertos y cientos de heridos.
Pocos días antes de ser hallado muerto por su madre, Nisman había denunciado a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner por encubrimiento de los acusados iraníes en la causa AMIA.