A 20 años del último show de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, su mito pareció agigantarse a lo largo de este 2021, a partir del regreso del viejo ritual de la comunión entre sus devotos para celebrar su obra en los conciertos realizados por sus exintegrantes, pero también de su adaptación a un presente en que la virtualidad ofrece novedosas alternativas.
La multitud congregada el pasado fin de semana en La Plata para el show de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, la banda del Indio Solari; como el crecimiento de la Kermesse Redonda, el espectáculo montado por exRedondos, que colmó la semana pasada el escenario al aire libre de Obras, son las pruebas de que la mística de Patricio Rey se mantiene intacta.
Lo mismo ocurrió en el regreso a los escenarios de Skay Beilinson, en noviembre, en donde también hubo escenas de devoción ricotera, más allá de que este artista no detiene su labor creativa y ofrece permanentemente interesantes novedades musicales.
Cada una de estas esquirlas que arrojó la desintegración de Los Redondos pareciera, además, encarnar en esta etapa diferentes momentos del legendario grupo, con Skay y la Kermesse Redonda anclados en la época de pre-estadios, y con un contacto más terrenal con su público; y Los Fundamentalistas ligados a las audiencias multitudinarias, por herencia del Indio Solari.
Y si bien es cierto que el fenómeno pareciera acrecentarse desde hace ya algunos años, la ausencia obligada por cuestiones sanitarias de lo que se conoce como «misas» –esa suerte de celebración que se inicia en las horas previas y se caracteriza por su persistente estado festivo-, creó un caldo de cultivo para que este regreso del ritual pagano se sintiera con más fuerza de la habitual.
Sin embargo, hubo durante el confinamiento una clara señal que esto iba a ocurrir y fue a partir de un hecho que trajo un nuevo invitado que vino a actualizar el rito. Se trató del histórico show de abril pasado por streaming de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado dio en Epecuén. Como si fuera poca virtualidad, desde una pantalla montada detrás del escenario en donde transcurría el show, el Indio Solari se sumó con dos estrenos.
Lo que se apeló para contrarrestar limitaciones de distinto tipo que impedían un concierto presencial con el gran líder sobre el escenario terminó también adaptando todo su entorno a la nueva realidad.
En septiembre de 2020, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado dio un concierto por streaming desde el estadio Malvinas Argentinas, al que llamó «Desde los satélites», y en donde el Indio Solari intervino desde una pantalla en varios temas. Para abril de este año se pensó algo similar, pero con una puesta más ambiciosa, desde las ruinas de Epecuén.
Lo curioso fue que allí se reconfiguraron al formato virtual las tradicionales costumbres del vivo, en primer lugar a través del chat de seguidores que habían comprado su acceso al show, en donde se compartían esas vivencias que solían experimentarse en la previa a los conciertos.
La gran demanda de espectadores generó que colapsara la plataforma digital en donde se iba a transmitir y, ante la queja de los usuarios, la banda decidió transmitir el concierto, titulado en esta ocasión «A los pájaros», de manera gratuita a través de su página de YouTube.
Esa regla no escrita que sostiene que ningún fan de Los Redondos se queda afuera de un show, aunque no tenga dinero para pagar su entrada, se reeditaba así a la nueva modalidad y generaba una memorable madrugada, en donde alrededor de 90 mil personas se fundían en un imaginario abrazo para disfrutar del concierto.
La cantidad de gente conectada al mismo tiempo para ver el show desde sus hogares, los comentarios en las redes sociales y el impacto que todo esto tuvo no hizo más que confirmar que no había confinamiento que frenara el espíritu de comunión que se fue cocinando a lo largo de la historia de Los Redondos.
Pero el rol de las pantallas en este mito no iba a terminar allí. El propio Indio Solari, quien por distintos motivos se mantiene alejado de los escenarios de manera presencial, encontró en la virtualidad una posibilidad de seguir actuando.
Lo que antes de la pandemia era un experimento, con apariciones a través de hologramas, ahora quedó establecido como una norma gracias a las pantallas. La antorcha quedó en manos de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, tal como se ratificó el pasado fin de semana en La Plata, con la certeza de que el líder aparecerá en algún momento, como un oráculo, trayendo nuevas buenas.
A esto hay que sumarle las cada vez más constantes participaciones del Indio en las redes sociales, con comentarios o publicaciones, en muchos casos de canciones inéditas, algo impensado años atrás cuando el hermetismo absoluto era una de sus principales características.
En definitiva, el ritual que revive en cada concierto en el que, de manera directa o indirecta, el halo ricotero sobrevuela mantiene su vigor y lejos está de dar señales de una posible extinción. Todo lo contrario.
Pero ahora, la virtualidad permite que tanto esos ritos como el sueño de ver activos a sus ídolos no conozca límites. El futuro llegó hace rato.