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Neuschwanstein

Fuente: Viajes National Gepgraphic

Mucho antes de servir de inspiración para el castillo de la Bella Durmiente en Disneyland, Neuschwanstein fue el refugio para el rey alemán Ludwig II de Baviera, que gastó gran parte de la fortuna del reino en la construcción de castillos. Neuschwanstein es el más popular, con más de 1 millón de visitantes al año. Solo se terminaron 14 de las 200 habitaciones planificadas del castillo, y son impresionantes, con opulento pan de oro, grabados en madera y vivos murales que revelan la obsesión de un rey loco con los mitos y las leyendas de las óperas del compositor Richard Wagner.

FOTOGRAFÍA DE RUDY BALASKOGETTY IMAGESCastillo de Drácula

El poder del mito perdura en este castillo envuelto en niebla al que suelen confundir con el hogar del Drácula de Bram Stoker. El autor nunca visitó este fuerte, comúnmente conocido como el castillo de Drácula y guardado por un anillo montañoso en Transilvania, Rumanía, pero el lugar todavía atrae a aficionados de la literatura por sus pasillos poco iluminados en tours y en la fiesta anual de Halloween.

FOTOGRAFÍA DE JEREMY WOODHOUSEGETTY IMAGESEl castillo de Chambord

El castillo de Chambord, un ejemplo increíble de la grandeza del Renacimiento francés, es el mayor en el valle del Loira francés, salpicado de châteaus. Construido por Francisco I en 1519 como refugio de caza para la corte real, el bastión simétrico apenas estuvo habitado. Hay cien habitaciones (de 440) abiertas al público y docenas de escaleras, entre ellas una doble hélice que, según el rumor, fue diseñada por Leonardo da Vinci. El parque circundante cuenta con senderos para caminar e ir en bici, alquiler de barcos y un tour guiado en 4×4 a una reserva natural a la que normalmente está prohibido acceder.

FOTOGRAFÍA DE CHICUREL ARNAUDGETTY IMAGESCastillo de la familia Tiele-Winckler

La antigua residencia de la familia Tiele-Winckler se diseñó originalmente con estilo barroco en el siglo XVII, pero el añadido posterior de un ala neogótica y neorenacentista le dio una apariencia de Hogwarts, especialmente por la noche, cuando sus 99 torreones y ventanas brillan a reflejarse sobre el estanque. Tras la Segunda Guerra Mundial, fue la sede del ejército soviético, pero hoy en día las exposiciones artísticas y los conciertos de música de cámara atraen a visitantes al castillo de 365 habitaciones en Polonia, y el parque circundante es popular para celebrar picnics en familia.

FOTOGRAFÍA DE PETER HIRTHLAIFREDUXEl castillo de Leeds

Situado en dos islas en medio de un lago, el castillo de Leeds es grandioso, romántico y lo más cerca que vas a estar de una experiencia «érase una vez». Se construyó durante el reinado de Enrique I y sirvió como residencia real durante la mayor parte de sus 900 años de historia para seis reinas medievales, ganándose la reputación de «Ladies Castle». La finca se abrió a visitantes en 1974 y ahora celebra eventos culturales durante todo el año, con tres restaurantes, un ‘bed and breakfast’, un laberinto de tejos y exhibiciones de cetrería.

FOTOGRAFÍA DE TJS11/GETTY IMAGESCastillo de Praga

Como si fuera una aldea de cuento de hadas, el castillo de Praga es en realidad un complejo de jardines, patios, calles y edificios históricos, entre ellos la catedral gótica de San Vito, donde se coronó a los reyes y reinas checos. Este es uno de los complejos de castillo más grandes del mundo con 70.000 metros cuadrados y, desde el siglo IX, cuando el príncipe Bořivoj estableció aquí un fuerte, ha sido la sede de monarcas y la residencia oficial del jefe de Estado.

FOTOGRAFÍA DE PETER HIRTHLAIFREDUXPalacio da Pena

El fantasioso Palacio da Pena portugués tiene un brillo rojo y amarillo sobre la ciudad de Sintra y puede verse desde Lisboa en un día despejado. Este lugares Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO data de la Edad Media, cuando se construyó allí la capilla de Nuestra Señora de Pena. Finalmente, el rey Fernando II lo transformó en un palacio real a mediados del siglo XIX, con una impresionante amalgama arquitectónica de estilos gótico, manuelino y morisco única en el sur de Europa. No hay duda de por qué el mismísimo padre de los cuentos de hadas, Hans Christian Andersen, lo declaró «el palacio más hermoso de Portugal».

FOTOGRAFÍA DE LAVENDERTIME/GETTY IMAGESCastillo de Bojnice

El castillo más visitado de Eslovaquia es un escenario perfecto para soñar despierto. El castillo, construido como fuerte de madera en el siglo XII, cambió de manos muchas veces, pero alcanzó su buen aspecto actual a finales del siglo XIX gracias a su último propietario privado, el conde János Ferenc Pálffy, quien admiraba los majestuosos castillos del valle del Loira. Por desgracia, murió antes de que se completasen las renovaciones. Su colección de cuadros y otros tesoros se exponen en el interior. Los tours nocturnos a la luz de las velas son especialmente populares en el castillo de Bojnice, al igual que el Festival anual Internacional de Fantasmas y Espíritus celebrado a finales de abril.

FOTOGRAFÍA DE TOMOGETTY IMAGESCastillo de Segovia

Al igual que la mayoría de castillos españoles, el de Segovia se construyó para defender la ciudad, pero apenas se ha conservado la estructura original y sus altísimas torres redondas sobre la confluencia de dos ríos tienen ahora más de cuento de hadas que de fuerte. El imponente edificio de piedra ha tenido muchos papeles: como palacio real (la reina Isabel fue coronada aquí en 1474), prisión estatal, academia militar y su actual papel como espléndido museo con salas doradas, pinturas excepcionales, muebles y armas. Incluso fue un escenario de Hollywood como hogar de Sir Lancelot en la película de 1967, «Camelot».

FOTOGRAFÍA DE NAGELE STOCK/ALAMY STOCK PHOTOCastillo de Budapest

El tiempo, la historia, numerosas invasiones y los estilos arquitectónicos predominantes han dado forma al distrito del castillo de Budapest, desde que el rey Béla IV lo fundó en el siglo XIII. Extendidas sobre un altiplano de piedra caliza sobre el río Danubio, las calles adoquinadas del distrito llevan a la plaza Trinidad y a la iglesia de Matías, y en el castillo de Buda, también conocido como Palacio Real, se encuentra la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest. Desde las torres de piedra blanca del Bastión del Pescador, hay vistas de ensueño al puente de las Cadenas y de la ciudad.