Un nuevo informe ha detectado la presencia de microplásticos y nanoplásticos en las botellas de refrescos, cuyo número aumenta en función del número de veces que se abre la botella.
Una ONG francesa ha identificado seis tipos de plástico en los refrescos de Coca-Cola y Schweppes, según un informe publicado esta semana.
La organización Agir pour l’environnment (Actuar por el medio ambiente) recurrió a dos laboratorios para realizar estudios sobre la posible presencia de nanopartículas y micropartículas de plástico cuando las botellas se abren una, diez o veinte veces para imitar su uso real. El informe incluía análisis de los plásticos con seis polímeros diferentes identificados.
La asociación calificó los resultados de sorprendentes teniendo en cuenta que «los fabricantes declaran sólo dos polímeros en contacto con la bebida: [polietileno] PE para el tapón y PET para la botella», señala el comunicado publicado por la organización.
Estos resultados ponen «en tela de juicio a Coca-Cola y a las autoridades sanitarias francesas, que deben garantizar a los consumidores (un envase) que no les exponga a moléculas cuyo impacto sanitario no se puede descartar», declaró Magali Leroy, responsable de encuestas y análisis de Agir sobre microplásticos.
Gran cantidad de nanopartículas
Tras abrir las botellas por primera vez, se encontraron cuatro micropartículas por un litro de Coca-Cola y 4,6 micropartículas por un litro de Schweppes. Después de abrir las botellas 20 veces, se identificaron 46 micropartículas por un litro de Coca-Cola y 62 micropartículas por un litro de Schweppes. Es decir entre 5 y 13 veces más las partículas encontradas al abrirlas por primera vez.
Según el autor, es posible que el tapón de plástico se degrade y genere más partículas a medida que se abre la botella. Además es interesante hacer notar que el color del tapón también influye.
Todas las micropartículas identificadas eran menores de 500 micrómetros (µm) y una gran mayoría eran menores de 100 µm. La mayoría de las partículas relacionadas con las aberturas eran menores de 50 µm.
También se encontró una «gran cantidad» de nanopartículas en ambos refrescos. Su forma de contornos irregulares «favorece su interacción bien con otras partículas, combinando los efectos de varios polímeros», según el informe, que añade que también facilita su contacto con las células humanas.
La ONG se puso en contacto con varias autoridades francesas instándolas a aplicar directrices.
Entre 39.000 y 52.000 microplásticos ingeridos cada año
La ONG llamó la atención hace dos años al publicar su estudio sobre la presencia de micropartículas de plástico en nueve marcas de agua embotellada vendidas en Francia.
Investigaciones anteriores han estimado que la ingesta anual de partículas microplásticas procedentes de fuentes alimentarias oscila entre 39.000 y 52.000 por persona y año.
Esta cifra se eleva a entre 74.000 y 121.000 partículas consumidas por persona al año si se cuentan las inhaladas.
Un estudio publicado en enero de este año descubrió cientos de miles de diminutos trozos de plástico en botellas de agua de plástico, una cifra mucho mayor de la que se había informado anteriormente.
Aunque todavía se están estudiando las posibles consecuencias de la exposición a microplásticos para la salud humana, cada vez preocupa más su impacto.