Un estudio de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) asegura que los niños en fase de aprendizaje asimilan mejor las letras nuevas si el método de enseñanza se construye a partir de escribir a mano.

De este modo se ha constatado una mayor competencia lectoescritora en el alumnado.


Joana Acha, investigadora de dicho estudio, ha analizado en niños de 5 años las consecuencias de aprender el alfabeto con diferentes técnicas, escribir a mano o en un teclado.

Lápiz y papel

Ha llegado a la conclusión de que el alumnado que ha aprendido con lápiz y papel, «ha asimilado mejor las palabras y las letras nuevas».


“Ya que los niños escriben cada vez menos a mano, queríamos investigar la influencia que eso tiene en las competencias alfabéticas y ortográficas», ha comentado Acha.

Un estudio de la Universidad del País Vasco asegura que los niños asimilan mejor las letras nuevas escribiendo a mano. EFE/Miguel Vázquez

Buscaba conocer las consecuencias del aprendizaje según la práctica manual o de teclados.


La edad de estos estudiantes ha sido elegida al considerarse «el momento evolutivo más propicio».


Se ha enseñado a cincuenta niños nueve letras del alfabeto georgiano y armenio, así como dieciséis palabras inventadas por el personal.

A mano o con teclado

«Hemos llegado a la conclusión de que los niños que se han ejercitado a mano han obtenido mejores resultados”, ha explicado Acha.


Para llegar a cabo el estudio, la mitad del alumnado ha aprendido a partir de copiar a mano, y la otra mitad con el uso del teclado.


Tras unas pruebas para evaluar los conocimientos adquiridos, «los resultados indican claramente que los que han practicado a mano han desarrollado una mayor destreza», ha expuesto la investigadora.


De este modo, el estudio ha analizado la importancia de la grafomotricidad, -la influencia del movimiento de la mano en el proceso de lectura y escritura-.

Se ha demostrado una mayor capacidad de interiorizar las estructuras a partir del trazado de las letras.


El estudio, además de dividir en dos grandes grupos a los alumnos, subdividió a quienes trabajaban a mano.

Algunos han aprendido a partir de unas guías con un punto y otros sin ninguna referencia, lo que ha mostrado una mejor competencia en estos últimos.


«Lo que está claro es que hay que priorizar la escritura a mano como práctica en los procesos de aprendizaje», ha zanjado la investigadora de la Universidad del País Vasco.

Fuente: EFE