Dos compuestos químicos habitualmente presentes en productos de limpieza del hogar y de higiene personal causan defectos de nacimiento, según un experimento llevado a cabo en roedores por investigadores de la Facultad de Medicina Osteopática Edward VIA y del Colegio de Medicina Veterinaria Virginia-Maryland en Virginia Tech (EE.UU.). Lo recoge la revista Birth Defects Research.
Los expertos, se propusieron examinar el efecto de una clase de productos químicos muy frecuentes en nuestros hogares (compuestos de amonio cuaternario, habituales para la desinfección y como tratamiento antimicrobiano) tanto en ratones como en ratas.
Debido a sus propiedades, estos productos se utilizan rutinariamente como desinfectantes en forma de productos de limpieza para el hogar, detergente para la ropa y suavizante. También se utilizan como conservantes en productos de higiene personal, como champú, acondicionador y en las gotas para los ojos.
El estudio levanta una bandera roja hacia la toxicidad de estos productos químicos. Concretamente los dos compuestos estudiados fueron: Cloruro de alquildimetilbencilamonio (ADBAC) y Cloruro de didecil dimetil amonio (DDAC).
Los efectos de los desinfectantes en los roedores. Para el experimento, los investigadores introdujeron dichas sustancias en el vivero de ratones y ratas. Ambas sustancias se encontraban combinadas en forma de un desinfectante comercial y también recibieron la sustancia tanto en la comida como en el aire que entraba a la zona de experimentación con los roedores.
Concretamente, se administró a los roedores 60 ó 120 miligramos de la sustancia por kilogramo de peso corporal (mg / kg) diariamente en su alimento, o 7,5, 15 ó 30 mg / kg de peso corporal, administrados por sonda oral.
Los científicos evaluaron a los embriones a los 10 y a los 18 días de embarazo buscando «malformaciones macroscópicas y esqueléticas». Los resultados revelaron que los defectos del tubo neural (que provocan deficiencias congénitas durante el primer mes del embarazo) aumentaron proporcionalmente con la exposición ambiental a los productos químicos.
Sólo la exposición de los machos a la atmósfera cargada de sustancias químicas en la habitación fue suficiente para causar defectos reproductivos. De hecho, la exposición ambiental al producto químico tuvo una influencia más grande que la dosificación oral.
«Los defectos de nacimiento fueron palpables tanto cuando los machos como las hembras estaban expuestos, como cuando solo uno de los padres estaba expuesto a los productos químicos», explica Terry Hrubec, líder del trabajo.
«Estos productos químicos se utilizan regularmente en los hogares, los hospitales, los espacios públicos y las piscinas. La mayoría de las personas están expuestas regularmente», sentencia Hrubec.