Ante la crisis hídrica y los temores de que esta se agrave en muchas islas, el Gobierno griego planea combatir el problema con procesos de desalinización que se valgan de fuentes de energía renovable.
Grecia se enfrenta a una crisis de escasez de agua y el Gobierno central está buscando una nueva solución: la desalinización con energía renovable. La crisis hídrica del país heleno se ha visto agravada por el cambio climático y el enorme aumento del turismo.
La escasez de agua se ha convertido en un problema crítico para muchas islas como Naxos, Mykonos, Kynthnos y Serifos. Ahora, para cubrir los costes de las unidades de desalinización, que consumen mucha energía, se están proponiendo fuentes de energía renovable.
Durante la Conferencia de las Pequeñas Islas, en la isla griega de Milos se debatió un plan de50 millones de euros. «Hay un plan de la secretaría general de Política del Egeo y de las Islas para las islas más pequeñas y las más grandes», dijo el viceministro de Transporte Marítimo y Política Insular, Stefanos Gikas. «Hemos identificado 250 proyectos que son necesarios para que no nos enfrentemos a un problema de escasez de agua en 2025», añadió.
La importancia de aprovechar el agua de lluvia disponible
Se estima que el 51% de la población de las Cícladas bebe agua desalinizada, pero los científicos han expresado dudas sobre su calidad. Para Dimitris Emmanouloudis, profesor de Hidrología en la Universidad Demócrito de Tracia, la desalinización «es una solución necesaria».
«Desgraciadamente, no podemos evitarla por completo. Lo que sí podemos hacer es sustituir el agua que obtenemos de la desalinización por agua de lluvia. En nuestras islas, aunque llueva menos, sigue lloviendo», dijo.
«Podemos recoger esta agua con pequeños proyectos técnicos respetuosos con el medio ambiente de las islas, en lugar de con proyectos gigantescos. Esto comporta beneficios medioambientales, energéticos y para la salud humana, porque el agua de lluvia es mucho mejor que el agua desalinizada», añadió.
La agenda estratégica adoptada por el Consejo Europeo para los próximos cinco años se compromete a fortalecer la resiliencia hídrica en toda la UE, al tiempo que se invierte en abundante infraestructura hídrica transfronteriza.