El presidente Mauricio Macri brindó una entrevista de tono intimista al filósofo Alejandro Rozitchner donde se refirió a la edad, a la vida en general, y a su padre, en un encuentro que duró 16 minutos y que se realizó anoche, en la víspera de su cumpleaños número 60.
«Me está costando asumir este dígito, porque cuando mi viejo cumplió 60, tengo patente haber dicho: ‘Qué viejo que está’. Claro, yo tenía 30. Me parecía que era una edad a la que era imposible llegar. Y de golpe llegó», confió el mandatario.
Además admitió que está en «cortocircuito» porque «no» se siente de 60. «Estoy en cortocircuito porque no me siento de 60», deslizó, al tiempo que consideró que «la vejez pasa por la cabeza».
En este sentido, el Presidente recordó un episodio que casi le cuesta la vida: «Yo casi me mato a los 39, porque empecé a darme manija con los 40 y me choqué con un árbol esquiando en Estados Unidos. Estuve nueve días en terapia intensiva. Yo hice algo en ese bosque totalmente irracional que me llevó a chocar con los árboles, porque quise demostrarme que tenía 20. Fue una estupidez que casi me cuesta la vida», interpretó.
En la misma línea, ponderó la «sabiduría» que le dieron los años, y contó que se entrena todos los días antes de las 7 de la mañana y que es «ansioso». Macri dijo que tiene varias cosas pendientes para su vida una vez que se retire de la función pública. «Quiero aprender a cocinar bien, quiero aprender de paisajismo. También me gustaría saber más sobre el mundo digital, que soy bastante básico. Tengo varios libros atrasados. Me gusta dedicarle más tiempo el cine, a las series. Quiero aprender a jugar mejor a las cartas», enumeró.
Por otra parte, respondió que «ni a palos» se imaginó que iba a llegar a ser Presidente: «Pensaba que iba a ser presidente de Boca, tal vez intendente. Y menos pensaba que iba a ser papá a esta edad y la relación que tengo con Antonia. Son cosas que te sorprenden y que hacen que te sientas joven». «Lo más importante a esta edad son los afectos. Pero muchos lo dicen y no lo internalizan. Para mí es un tema central, sobre todo en la tarea que hago, que es el servicio público, muchas veces muy ingrato. La puedo hacer gracias a los afectos, que me nutren y me energizan», confesó.
Luego Macri añadió: «Antes era muy inmaduro, especialmente en mi relación de pareja. Era muchísimo más egoísta, no sabía compartir. Y con mis hijos siempre he sido muy cariñoso, pero los ponía con otras cosas para disputar el tiempo. Hoy no, hoy estoy cuando me piden». «Con Antonia y hasta con Valentina estoy mucho más», contó el Jefe de Estado.
En tanto, frente a la pregunta de cómo se lleva con la muerte, Macri respondió que está «empezando a socializar», profundizó en el tema y hasta habló de su relación con.su padre, Franco. «Espero que me toque una muerte rápida, tampoco quiero quedarme atrapado en la vida como lo está pasando mi padre, que está acá y no está acá. Hace más de un año está postrado ahí y si tiene algún momento de lucidez, la debe pasar muy mal. Porque debe tomar conciencia de su incapacidad de hacer y su pérdida de vitalidad», dijo.
Y relató que su último contacto consciente con su padre fue hace un año. «La última vez, me pidió que le diera una pastillita para sacarlo de acá. Imaginate, eso no se puede. Ya no puedo hacer nada. Depende de asistencia de terceros. Y le dije: ‘No puedo, papá, no se puede'», finalizó el Presidente.