ambiente diferente a lo tradicional y en ellos te encontrarás grandes tesoros por descubrir. Nuestra recomendación es que consigas un coche de alquiler, te cojas bastantes días de vacaciones y con un mapa delante traces las rutas que mejor te convengan para descubrir las propuestas que te enseñamos. Llévate tu mejor cámara de fotos y calzado cómodo para recorrer kilómetros y kilómetros por plazas llenas de tradicionales casas con entramados de madera y cafeterías donde sentarte a tomar un café frente a la fachada de una magnífica iglesia. Prepara tus maletas, reserva el billete de avión y lánzate a descubrir las ciudades más bonitas de Francia.

Estrasburgo, una de las ciudades más bonitas de Francia

DEST_FRANCE_STRASBOURG_CANAL_AND_WOODEN-HOUSES

En esta ciudad, en la esquina más al este del país, se unen las arquitecturas francesa y alemana para crear un escenario precioso que te tendrá mirando continuamente a un lado y al otro. La Petite France es el barrio más pintoresco de Estrasburgo y pasear por sus calles empedradas es una delicia. Las casas tradicionales, con los entramados de madera tan típicos de algunas zonas de Europa central, se reflejan en las aguas del río, por el que puedes dar un paseo en barco.

Estrasburgo también tiene una catedral de Notre Dame, aunque muy diferente a la de París. Esta catedral fue durante un tiempo, hace muchos siglos, el edificio más alto del mundo, con 194 metros de altura, gracias a su campanario. En la plaza de la catedral está la casa Kammerzell, el edificio medieval mejor conservado de Estrasburgo, que data de 1427.

Colmar, una ciudad navideña

DEST_FRANCE_COLMAR

Colmar es una pequeña ciudad, muy cercana a Estrasburgo, en la que parece que en cualquier momento aparecerá por sus calles una joven leyendo un libro mientras los demás vecinos cantan sobre lo extraña que es. A orillas del río Launch se levanta el Petite Venice, un antiguo barrio de comerciantes y artesanos lleno de las coloridas casas tradicionales de Alsacia con sus balcones repletos de flores.

Uno de los puntos más fotografiados es la vista desde el puente que une Rue des Tanneurs y Rue des Écoles. Si tienes la oportunidad, Colmar es una ciudad que debes visitar durante la Navidad. Las calles y casas se llenan de luces de todos los colores, abetos adornados en muchos rincones y mercadillos navideños como los de Place des Dominicains y la Place l’Ancienne Douane, entre otros.

Ruan, la capital de Normandía

church

Esta ciudad del norte de Francia tiene el sobrenombre de «la ciudad de los cien campanarios» y fue una inmensa fuente de inspiración para el pintor Monet, quien realizó muchas obras pictóricas sobre las iglesias de Ruan. La catedral de esta ciudad destaca por su curiosa asimetría, y dentro de ella podrás visitar la capilla de Juana de Arco, una heroína para los franceses, así como el corazón conservado de Ricardo Corazón de León.

Algunas de las calles más bonitas por las que pasear son la Rue de Saint-Romain, justo detrás de la catedral, y la Rue du Gros-Horloge, una calle llena de tiendas en la que destaca su reloj que, además de las horas, también marca las mareas. Otros edificios históricos destacados de Ruan son la iglesia de Saint-Maclou, con una preciosa plaza en la que sentarte a descansar en una cafetería, y la abadía de Saint-Ouen, con sus impresionantes vidrieras.

Lyons-la-Forêt, un pequeño pueblo con gran encanto

DEST_FRANCE_THEME_CITY_SOCCER_FOOTBALL

Sin irnos muy lejos de Ruan, nos topamos con el pequeño pueblo de Lyons-la-Forêt, considerado uno de los más bonitos de toda Francia. Se encuentra rodeado por el bosque de Lyons, con 11 000 hectáreas de hayas entre las que puedes hacer rutas ligeras de senderismo. Pero el mayor atractivo del pueblo está en su plaza central, llena de edificios con entramados de madera, cafeterías donde sentarse en sus terrazas a disfrutar del día y la típica fuente en el centro.

Uno de sus edificios más destacados es la iglesia de Saint-Denis, original del siglo XII, que encontrarás bajando por la Rue de Bout-de-Bas. A lo largo del río Lieure podrás pasar entre antiguos molinos y casas de reconocidos artistas como André Masson y Paul-Emile Pissarro. Es el sitio ideal para pasar una noche dejando el tiempo pasar y relajándote sin estrés ni prisas.

Annecy, un viaje a los Alpes

DEST_FRANCE_ANNECY-LE-VIEUX

Annecy es un pueblo con un toque veneciano lleno de canales de agua, con la particularidad de que se encuentra en las montañas de los Alpes franceses. El icono de esta apacible villa es el palacio de la Isla (o Palais de l’Îlle), rodeado por las aguas del canal del Thiou, el más famoso. Su origen se remonta al siglo XII, en el que sirvió como residencia del Señor de Annecy, pero más tarde se convirtió en prisión.

Se puede visitar por dentro entre los meses de junio y septiembre. El castillo de Annecy se ubica sobre una colina y es uno de los más emblemáticos de la zona de los Alpes; desde allí obtendrás unas buenas vistas del casco antiguo de la villa. En Annecy destacan dos puentes: el puente Morens, el primero de la ciudad construido en piedra; y el puente del Amor, en el canal du Vassé, frente al lago.

Cambrai, la ciudad que resurgió de las cenizas

DEST_FRANCE_CAMBRAI

Durante la Primera Guerra Mundial, en 1917, gran parte de la ciudad de Cambrai quedó destruida por tanques, pero al terminar la guerra, volvieron a levantarse sus monumentos y edificios históricos piedra a piedra, siendo muchos de ellos, a día de hoy, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Uno de los iconos de Cambrai es la Porte de Paris, lo que queda de las antiguas murallas medievales que protegían la ciudad y levantadas en el siglo XIV tras un conflicto con los ingleses en una batalla de la Guerra de los Cien Años.

La Porte de Notre-Dame fue erigida en el siglo XVII, durante el período en el que esta región estaba controlada por la Corona española, y destaca por sus pináculos y columnas corintias. Otro ejemplo del legado español en esta ciudad es la Maison Espagonle de 1595, actualmente la oficina de turismo de la ciudad.

Arrás, la ciudad de los monumentos

DEST_FRANCE_ARRAS_GettyImages

Arrás se encuentra al norte del país, no muy lejos de Cambrai, y destaca por ser la ciudad de Francia con mayor densidad de monumentos, con 225 edificios catalogados como monumentos históricos. Uno de los más importantes es la abadía de Saint-Vaast, fundada en el siglo VII sobre la colina de La Madeleine, y que hoy en día alberga el Museo de Bellas Artes de Arrás y una mediateca.

El edificio de la prefectura de Pas-de-Calais fue originalmente un palacio episcopal construido en el siglo XVIII, y su aspecto recuerda al Hotel Matignon de París, por su división en tres compartimentos. La catedral de Notre-Dame-et-Saint-Vaast es otro de los edificios más importantes de Arrás, con una fachada de columnas corintias y frontón triangular, y en cuyo interior se puede contemplar una copia de la estatua de la Virgen y el Niño del artista Corot.

Honfleur, una joya normanda

DEST_FRANCE_NORMANDY_HONFLEUR_shutterstock

Esta pequeña ciudad se encuentra en la costa norte frente a El Havre y sirvió de inspiración para muchos pintores impresionistas como Monet, Boudin y Courbet. Muchas calles del barrio histórico de Honfleur apenas han cambiado durante siglos. El barrio de Sainte-Catherine fue un antiguo emplazamiento de pescadores que, a día de hoy, es el sitio perfecto para pasear entre tiendas de artesanía y restaurantes con encanto.

Si tu visita te pilla en un miércoles o sábado podrás encontrarte con un mercado de productos orgánicos en la plaza que rodea la iglesia de Sainte-Catherine. Esta iglesia tiene la particularidad de haber sido construida totalmente de madera en el siglo XV por los propios habitantes de Honfleur, sin ayuda de maestros de obra, ya que la piedra era demasiado cara. Por último, no te vayas sin visitar el muelle interior, un lugar de postal con sus estrechas casas de piedra.

Vannes, una preciosa localidad en la Bretaña francesa

DEST_FRANCE_VANNES

Dejando atrás la zona este y norte de Francia, nos encontramos con Vannes, en la península noroccidental de la Bretaña. Tiene muchos monumentos y edificios históricos que visitar, pero gracias al reducido tamaño de este municipio están todos muy cerca unos de otros. Posee uno de los cascos históricos medievales mejor conservados de Francia, lleno de las típicas casas con entramados de madera, algunas con 500 años a sus espaldas, que todavía aguantan en pie.

Dos de las calles donde más edificios de este estilo encontrarás son Rue des Halles y Rue Saint-Salomon. Las murallas de la ciudad tienen un tramo al que se puede subir pasando la puerta de la Prisión, otro de los lugares destacados de Vannes, y tomando unas escaleras a la izquierda. En la parte exterior de las murallas puedes pasear por unos bonitos jardines, especialmente agradables en primavera y verano, con el buen tiempo.

Quimper, el Finisterre francés

DEST_FRANCE_QUIMPER

No solo hay un Finisterre en Galicia, pues Francia también tiene un departamento con este nombre en la región de la Bretaña, y Quimper es su capital. Su catedral de Saint Corentin, de estilo gótico, data del siglo XIII y en su interior podrás contemplar unas bellas vidrieras policromadas. El jardín de la Retraite se sitúa pegado a las murallas y es un lugar magnífico para pasear en un día de sol, cosa que los lugareños agradecen, ya que esta ciudad permanece más de la mitad del año bajo una capa de nubes.

El mercado de Les Halles Saint François lleva dos siglos funcionando. En él, puedes encontrar productos locales de los agricultores y ganaderos de la zona, como los quesos, tan típicos de Francia. La Place Terre au Duc podría considerarse el centro neurálgico, con un rincón perfecto para sentarse a tomar un café entre casas centenarias.

Blois, una joya en el valle del Loira

DEST_FRANCE_LOIR-ET-CHER_BLOIS_CITYSCAPE

En el centro de Francia se encuentra el valle del Loira, uno de los lugares más famosos del país por sus increíbles castillos, pero no todos conocen que en este valle se encuentra Blois, una ciudad Patrimonio de la Humanidad llena de castillos renacentistas. Chateau de Chambord es el más grande, data del siglo XVI y en él pasó largas temporadas el rey Luis XIV.

La Rue du Puits-Châtel es un bonito callejón pavimentado con guijarros por el que pasear entre casas de grandes patios y arcos renacentistas, torres y galerías. Chateau de Chaumant es el típico castillo con puentes levadizos que evoca nuestra imaginación. Su origen se remonta al siglo XV y personajes ilustres como Catalina de Médici llegaron a pasar una temporada en él. Tampoco te pierdas el Chateau de Cheverny y el castillo de Fougères-sur-Bièvre.