Decenas de miles de personas salieron este sábado a las calles en repudio al discurso de Javier Milei en Davos en el que apuntó contra el feminismo y asoció la homosexualidad con la pedofilia.

Antes de las 16 -el horario pautado- la Plaza de Congreso ya estaba repleta de gente que marchó sin cantos aglutinantes pero con carteles contra Milei.

«Al closet nunca más», fue el lema más repetido. «La ESI previene abusos en la infancia», «Con HIV vivo, con Milei muero», «Basta de ajuste» y «Milei pedí turno en el Bonaparte (hospital de salud mental intervenido por el Gobierno) que te van a ayudar», rezaban otros.

El destino era la Plaza de Mayo, aunque no se montó un acto oficial. Así lo habían acordado los colectivos de género y de diversidad. “En la reunión organizativa se decidió que no habría un documento único ni un escenario central. Nuestro modo de estar en las calles es diverso y múltiple, alojando nuestros matices y diferencias, el grito común y compartido que nos congrega es el antifascismo y el antirracismo», hicieron trascender en la previa.

Golpeado por las críticas, días atrás Milei había salido a aclarar sus dichos: habló de «cosas que nunca dijimos» y señaló ser víctima de «falacias para desprestigiar» y de una «campaña sucia».

En esa línea, el gobierno nacional no quiso involucrarse y, como contó Clarín, le pidió a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich que evite aplicar su protocolo anti cortes y piquetes.

Las fuerzas de la Ciudad, a cargo de Waldo Wolff, fueron las encargadas de controlar «a distancia prudencial y con fuerzas en apresto por si había algún desmán», algo que no ocurrió. La policía porteña calcula que hubo 80 mil personas. Los colectivos que marcharon sentencian que fueron más.

Lo cierto es que el número de personas autoconvocadas -que desfilaron por Rivadavia, Hipólito Yrigoyen, Diagonal Norte y Diagonal Sur- fue notablemente superior al de las columnas organizadas que avanzaron por Avenida de Mayo.

A pesar de que la CGT había decidido apoyar, no hubo un gran despliegue de la central de trabajadores, aunque se vieron banderas de sindicatos grandes como la UOCRA y ATE. El Plenario de Trabajadoras (PDT) desfiló con un camión desde el que cantaban: «Olé olé, ole olá, Milei basura tomatelás, porque al closet no volvemos nunca más».

Marcha organizada por entidades LGBT en la ciudad de Buenos Aires. Foto: Emmanuel FernándezMarcha organizada por entidades LGBT en la ciudad de Buenos Aires. Foto: Emmanuel Fernández
La Izquierda, Cristina Kirchner, la UCR de Martín Lousteau y la Coalición Cívica de Elisa Carrió habían llamado a marchar. Hubo legisladores y dirigentes de todos esos espacios.

El gobernador bonaerense Axel Kicillof se hizo presente con un breve recorrido por la zona de manifestantes peronistas que corearon «Axel presidente».

En las redes los libertarios no tardaron en salir a cruzarlo tras la muerte del delivery Lucas Aguilar en Moreno. «Kicillof en la marcha LGBT mientras ayer mataron a Lucas a plena luz del día. Las prioridades del gobernador están claras», lo cruzó Ramiro Marra, ahora ex LLA.

Metros más adelante Máximo Kirchner -ahora enemistado con Kicillof- encabezada la columna de La Cámpora, protegido por un cordón humano de militantes. Llevaba una remera que rezaba: «Para que reine en el pueblo el amor y la igualdad».

La columna del Frente Patria Grande estuvo encabezada por Juan Grabois, los diputados Itai Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli. «Estamos en un momento protofascista y cuando la sociedad reacciona esas pulsiones retroceden » aseguró Grabois a Clarín. La falta del protocolo anti cortes de Bullrich, para él, es una señal de eso. «Ya recularon en chancletas con esto. Van a buscar otro enemigo. Pero van probando ojalá la sociedad reaccione siempre», agregó.