El diputado nacional y titular del Partido Justicialista, Máximo Kirchner, negó hoy que exista una interna con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, expuso que desde algunos sectores “se inventan historias, pero la realidad marca otro paso” y pidió “abordar los problemas reales” que afectan a la sociedad para que “los argentinos vivan mejor”.
Durante una entrevista que brindó al programa Gelatina, que se emite por streaming, el referente principal de la agrupación La Cámpora desmintió que exista una pelea con el mandatario provincial y pidió “mirar los hechos”.
“¿Estamos conspirando o trabajando?”, se preguntó y graficó que los ministros bonaerenses de Salud, Nicolás Kreplak; y de Ambiente, Daniela Vilar, son de La Cámpora”.
Luego, expuso que la titular del Instituto Cultural, Florencia Saintout, “es una compañera muy cercana a La Cámpora” y puntualizó que de ese espacio llegaron Andrés “Cuervo” Larroque al Ministerio de Desarrollo provincial y Walter Correa al de Trabajo.
“Se generó un ámbito de trabajo donde conviven experiencias políticas formidables, que sirven para que el gobernador pueda proponerles a los habitantes de la provincia de Buenos Aires políticas necesarias”, reflexionó Kirchner y apuntó que “son buenos ministros y están al lado del gobernador”.
En ese sentido, remarcó que “se inventan historias, pero la realidad marca otro paso”, apuntó que “hay debates en todos lados, pero es como si dijeran que una discusión con Cristina es porque estamos peleados o porque hay una interna. Se inventa porque siempre hay un par de vivos que quieren sacar algún provechito”.
Con todo, reconoció que al seno del peronismo “hay discusiones”; expresó: “Mi postura es que si uno es un obstáculo, me lo digan y, rápidamente, mi lugar está a disposición” y contrapuso: “Hay algunos que están agarrados y no los podés sacar ni con orden del juez. Yo no tengo problema. A mí viene la conducción o quien sea y me dice que mi presencia genera conflicto y me voy. No a mi casa, iré a otro lado, pero me voy”.
Luego, insistió en que no llegó a la conducción del PJ “por el dedo de Cristina”, sino porque se lo pidieron “los intendentes y los compañeros” y remarcó: “Si eso tiene que terminarse, bueno, no hay problema”.
“Lo que me preocupa es otra cosa: ver cómo acercamos a las comunidades, a los compañeros que tienen recibo de sueldo con los que no lo tienen, porque los han enfrentado. Abordemos los problemas reales”, pidió.
El peronismo bonaerense
Consultado sobre la propuesta que formuló ayer para convocar a elecciones y elegir autoridades en el peronismo provincial el 17 de noviembre, en concordancia con el Día de la Militancia, Kirchner remarcó que “hay muchos a los que le cuesta largar y suelen atornillarse, pero yo creo más en lo colectivo”.
Rememoró que cuando asumió como titular del PJ bonaerense, en 2021, “fue por pedido de muchos dirigentes, intendentes e intendentas” y agregó: “Lo hice con la mejor de las voluntades, pero uno no tiene que estar por estar”.
Sostuvo que “no importa quién” vaya a sucederlo dado que “eso lo decide la gente, no uno”.
En ese sentido, contó que tomó la decisión de convocar a los comicios partidarios porque a nivel nacional “estaba la intención de llamar a elecciones en el peronismo para el 17 de noviembre y lo hablé con algunos compañeros”.
“Hablan del dedo de Cristina, de la monarquía. Hay intendentes que tienen 20 años en el distrito y hablan de monarquía. Uno trata de aportar. Es una herramienta importante que hay que recuperar. Si el 40% del padrón nacional está en la provincia, lo mejor es acompañar ese proceso si se vota”, expuso.
Con todo, Kirchner advirtió: “Que no sea que aparezcan con listas de unidad, que es la síntesis de no sé quién, de la dirigencia” y se mostró disconforme con la idea de que el PJ tenga tantos vicepresidentes “para que todos (los sectores) estén contentos”.
“Esta no es mi discusión. Es que se vote para que represente algo, para que el peronismo va a ser una alianza entre capital y trabajo, que se ponga en el centro de toda acción política del Estado a las personas, que mejore la calidad de vida”, recalcó y dijo que el justicialismo “debe estar al cuidado y al servicio de su país”.
Expuso, finalmente, que lo que está en juego es “la soberanía, cuidar a la gente y pelear para que más argentinos vivan mejor”.