El presidente Javier Milei criticó de manera directa a su vicepresidenta Victoria Villarruel, de quien dijo que «decidió no participar» más en las reuniones de Gabinete y consideró que ella «en muchas cosas está más cerca del círculo rojo o lo que nosotros llamamos casta».

«Tenemos la relación que se necesita institucionalmente para cumplir con nuestros roles», se limitó a decir al ser consultado sobre cómo está el vínculo entre ambos, durante una extensa entrevista con el canal LN+.

De esta manera, dio a entender que la relación está en su peor momento y por primera vez la cuestionó de forma directa, algo que hasta hace poco prefería evitar.

«Villarruel no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones. No participa de las reuniones de Gabinete. Decidió no participar. Hace mucho tiempo que decide no participar en las reuniones de Gabinete», sostuvo. 

Y agregó: «Ella en su visión, en muchas de las cosas que nosotros hacemos está más cerca del círculo rojo, de lo que ella llama la alta política, y lo que nosotros llamamos la casta».

El peronismo

Luego, Milei acusó al peronismo de haber dejado «una bomba armada» para que en diciembre de 2023 se «inicien los saqueos» y en enero caiga el nuevo Gobierno y aseguró que no consiguieron su objetivo porque él «está haciendo el mejor gobierno de la historia» y apuntó también contra «el periodismo extorsionador».
«Ellos creían que éramos liberales libertadarados, si hubiéramos aplicado las medidas que decían esos imbéciles teníamos hiperinflación con 90 y pico de pobreza y en ese contexto el peronismo iniciaba los saqueos y en enero ya no estábamos más y volvían ellos», dijo.
Al apuntar contra la gestión anterior del Frente de Todos, los acusó de haber dejado «una bomba armada», que de haber estallado, dijo, «le hubieran echado la culpa a las ideas de la libertad y hubieran generado por lo menos 20 años más de este sistema colectivista».
Luego de opinar que la emisión de dinero «es un delito porque es una falsificación», destacó que su administración bajó la pobreza del 57%, según un estudio de la Universidad Di Tella, a 46%.
«Bajamos la pobreza en nueves meses en 11 puntos. Estamos destruyendo la inflación, no sufrimos en actividad, no sufrimos en empleo, los salarios reales están por encima de lo que teníamos cuando asumimos», enumeró los logros de su gestión.
Además, agregó que Argentina pasó de tener los «bonos en 20 o 25 dólares con el riesgo país de 3.000» a que estén hoy en día «cerca de los 70 (dólares) con un riesgo país de 740».
También celebró que el dólar haya bajado de 1.300 desde su asunción a los casi 1.100 en los que se ubica ahora, así como la baja del riesgo país a casi 700 puntos y no descartó un eventual acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El periodismo
El mandatario ponderó no haberse «rendido» frente a los «golpes de los periodistas» luego de hacer referencia a una publicación de esta mañana en su cuenta de la red social X en la que había dicho que «a gran parte del periodismo le gusta el boxeo duro con dosis extremas de violencia, con la particularidad que su rival tiene que estar atado de pies y manos».
«Si quieren pegar, tienen que saber que se la van a devolver», advirtió.
«Yo fui sincero, describo cuál es mi experiencia sobre gran parte del periodismo», explicó sobre el mensaje difundido y le reprochó a los trabajadores de prensa por la «gente» que «ha sido muy golpeada y maltratada».
Además, le achacó a «muchos periodistas» haber sido «cómplices» de la «campaña más sucia de la historia» durante su carrera por llegar a la Presidencia.
Al elogiar las redes sociales, manifestó que «justamente han permitido darle voz a los que antes no tenían voz».
En ese nuevo contexto, señaló: «Si el periodista quiere pegar y hacerse el guapo tiene que saber que se la van a devolver. Si vos querés mentir, calumniar, injuriar, en algunos casos han extorsionado gente, ahora te vas a bancar el vuelto».
«Los periodistas tenían el monopolio de la opinión. Te calumniaban y no pasaba nada. Ahora tienen que competir. Y los periodistas que están sucios odian tuiter porque ahora cuando mienten quedan expuestos enseguida», remarcó.
El Presidente se refirió también a su vínculo con la vicepresidenta Victoria Villarruel y reconoció en ese sentido que el diálogo entre ambos es netamente «institucional».
«Ella no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones y decidió no participar de las reuniones de gabinete. Ella en su visión, en muchas de las cosas que nosotros hacemos está más cerca del círculo rojo, de lo que ella llama la alta política, y lo que nosotros llamamos la casta», afirmó.