La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires está convocada a sesionar este miércoles, pero todavía persisten dudas sobre si finalmente avanzará con la ley que suspende por este año las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). El proyecto, impulsado por el gobernador Axel Kicillof y aprobado por el Senado la semana pasada, volvió a quedar envuelto en la interna del peronismo por las diferencias en torno al calendario electoral.
La iniciativa del mandatario bonaerense no sólo proponía eliminar las PASO en territorio bonaerense, sino también extender los plazos previstos por la Ley 5.109 para ordenar mejor la organización de los comicios, tras la decisión de desdoblarlos y convocarlos para el 7 de septiembre. Será la primera vez que la elección bonaerense se realice en una fecha distinta a la contienda nacional. Sin embargo, el Senado aprobó la ley, pero la mayoría kirchnerista y sectores de la oposición no quisieron votar las modificaciones al calendario electoral.
Desde entonces, la tensión crece dentro del oficialismo. En Diputados, las negociaciones continuaban este miércoles a contrarreloj. La definición se espera para las 14, cuando se reúna la Labor Parlamentaria, que agrupa a los presidentes de bloque. Los escenarios posibles son dos: sesionar solo para rendir homenaje al Papa Francisco, o habilitar el debate del proyecto en los términos en los que lo votó el Senado, sin cambios en los plazos.
En este marco, la Junta Electoral de la provincia volvió a marcar su preocupación por los plazos vigentes en la ley electoral bonaerense, redactada en 1946, cuando el padrón tenía 2 millones de electores y no los 15 millones actuales. En una nueva carta enviada este martes al presidente de la Cámara baja, Alexis Guerrera, el organismo advirtió que los plazos actuales son “materialmente imposibles” de cumplir.
Nota Junta Electoral.pdf
https://www.ambito.com/_post/viewerpdfjs.php?file=https://www.ambito.com/adjuntos/239/documentos/042/365/0042365540.pdf
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“El artículo 61 de la ley establece que las listas deben presentarse 30 días antes de los comicios y las boletas, con apenas 20 días de antelación. Eso deja solo 10 días corridos para verificar si más de 10 mil candidatos cumplen con los requisitos legales, permitir correcciones y oficializar las nóminas”, señaló la Junta en el escrito firmado por el secretario de actuación, Daniel Demaría Massen.
Además, el texto alertó que ese exiguo margen de tiempo perjudica a todas las agrupaciones políticas, ya que dificulta la impresión y distribución de las boletas, el cotejo con las listas y la subsanación de errores antes de la oficialización. Por eso, la Junta volvió a sugerir que se modifiquen los plazos del artículo 61, y propuso llevar la presentación de listas a 50 días y la entrega de boletas a 30 días previos a la elección.
El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, también insistió esta semana en que el rechazo al pedido del Ejecutivo “entorpece” la organización del proceso electoral. “Lamentablemente, no se trataron los plazos, que era un pedido específico de la Junta Electoral. Es una ley del año ‘46, cuando había 2 millones de electores y hoy hay 15 millones”, remarcó.
Kicillof había planteado incluso un cronograma más amplio que el sugerido por la Junta, con 100 días de antelación para convocar a elecciones, 80 para el reconocimiento de alianzas, 70 para la presentación de listas y 50 para las boletas. Esa propuesta tampoco prosperó. Actualmente, la ley vigente fija 60 días para las alianzas, 30 para las listas y 20 para las boletas.
Con este escenario, el futuro de las PASO bonaerenses sigue en suspenso. Si Diputados ratifica hoy la media sanción del Senado, las internas quedarán suspendidas sin alteración del cronograma. Pero si el proyecto se cae o se vuelve a discutir desde cero, todo quedará atado a nuevas negociaciones.