Las estafas piramidales, como la recientemente denunciada en la localidad de San Pedro o el famoso caso de Generación Zoe, son esquemas basados en la reproducción boca a boca, ya que la confianza es fundamental para conformar la estructura, y la promesa de una rentabilidad segura, en un plazo breve y extraordinaria (mayor a la esperada en el mercado tradicional).
Uno de los tipos más conocidos es el «Esquema Ponzi», llamado así por el italiano Carlo Ponzi que realizó numerosas estafas de este tipo a principios del siglo XX en Estados Unidos, y cuyo resultado es hacer perder cifras millonarias a miles de personas en pocos meses.
Bajo la apariencia de ser un negocio que ofrece grandes rendimientos a cambio de una inversión inicial, el sistema precisa la incorporación constante de nuevos participantes ya que no produce valor agregado para pagar los beneficios prometidos.
Los nuevos inversores son los que pagan los supuestos rendimientos de quienes llegan primero, por lo que si no ingresan nuevas personas el mecanismo se interrumpe y queda en evidencia la estafa cometida.
En el vértice de la pirámide está el promotor que recluta a las víctimas prometiendo rentabilidades altas y seguras y el que se lleva el dinero de los niveles inferiores.
Estos mecanismos están penados en los artículos 309 y 310 del Código Penal, que refieren al delito de intermediación financiera no autorizada y prevén de 1 a 6 años de prisión contra sus responsables.
En las últimas horas, distintos habitantes de San Pedro denunciaron públicamente que podrían estar siendo víctimas de una estafa piramidal de la empresa «Knight Consortium», conformada por un supuesto grupo de accionistas extranjeros, a través de la que invirtieron en la criptomoneda Rainbowex con ganancias prometidas de 1% a 2% diarios.
Esta plataforma de trading habría sido fue promocionada dos actores polacos, que semanas atrás brindaron una charla en un hotel porteño y que habrían sido presentados ante los asistentes como ejecutivos de la compañía.
Los medios locales hablan de al menos 12.000 sampedrinos afectados y el intendente local, Cecilio Salazar, dijo que aunque todavía no se inició un proceso judicial formal «todo apunta a que esto es un verso, pero que hay gente que ha ganado mucha plata en poco tiempo».
La maniobra también alcanzaría a inversores de Bahía Blanca.
Uno de los casos más resonantes en el país de estas estafas piramidales es el de Leonardo Cositorto y su empresa Generación Zoe.
Precisamente, el 16 de octubre próximo comenzará el juicio contra Cositorto y otros cinco imputados por las estafas cometidas en la provincia de Corrientes por «Generación Zoe».
A través de esta firma, los imputados habrían prometido ganancias extraordinarias, cursos de coaching ontológico y el cumplimiento de sueños inalcanzables a cambio de inversiones que variaban de monto según cada ahorrista y sus posibilidades de invertir.
Según informó el Poder Judicial de Corrientes, el Tribunal de Juicio de Goya, integrado por Ricardo Carbajal como presidente junto a Jorge Carbone y Julio Duarte, llevará adelante el proceso contra Leonardo Nelson Cositorto, señalado como supuesto líder de la organización, Miguel Ángel Echegaray, Maximiliano Javier Batista, Lucas Damián Camelino, Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina.
Este es el primer juicio que se concretará de los múltiples procesos que tienen a «Generación Zoe» como protagonista en todo el país y esto se debe a que la causa se tramitó a la luz del nuevo Código Procesal Penal que imprime celeridad e inmediatez a los procesos.
A Leonardo Cositorto, Miguel Ángel Echegaray y Maximiliano Javier Batista se los juzgará por «asociación ilícita en carácter de organizadores y estafa en modalidad de delito continuado en concurso real en calidad de coautores».
A Lucas Daniel Camelino, Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina por los mismos delitos, pero en calidad de miembros de la organización.
Tres de los imputados se encuentran detenidos en la cárcel de Bouwer, en la provincia de Córdoba, porque además de la causa de Goya, tienen distintos procesos en varios puntos del país y el principal está radicado en Villa María.