El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, insistió hoy en que la causa por el denominado dólar futuro «denuncia algo que no existe como delito» y criticó a los sectores del Poder Judicial que «hacen política».
Tras exponer ayer ante la sala I de la Cámara Federal de Casación Penal, en la audiencia previa a resolver si se cierra el caso por inexistencia de delito, el mandatario bonaerense analizó hoy que la vicepresidenta Cristina Kirchner «dio un marco agudo de cuál fue el papel del lawfare, que no sólo inventa causas, sino que éstas tienen causas, propósitos y usos políticos».
En declaraciones a Radio 10, Kicillof apuntó que «en este caso, hubo también un negociado y se usó la causa dólar futuro como maniobra de distracción».
El mandatario contó que ayer, durante la audiencia, se limitó a «reproducir lo que dijo el cuerpo de peritos de la Corte Suprema -no un centro de estudios kirchneristas- en el que destruyó cada uno de loa argumentos» sobre los que se basa la acusación.
«Es una causa que denuncia algo que no existe como delito y que lo hace la mitad de los bancos centrales del mundo. Antes y después de nosotros lo hicieron diferentes presidentes del Banco Central porque es un instrumento que se emplea cuando hay tensión cambiaria», describió.
Para el gobernador, «quedó claramente explicitado que no se perdieron reservas, ni patrimonio del Central, ni se operó fuera de precio, ni se hizo nada ilegal».
«No hubo delito. Esta causa existe hace 5 años, es un desparpajo y un escándalo. Yo sigo inhibido y embargado», destacó.
Kicillof recordó que la denuncia fue formulada por los dirigentes de la UCR y el PRO Mario Negri y Federico Pinedo y evaluó que «empezó políticamente y luego la sostuvieron Clarín y La Nación».
«Después, la causa cayó en juzgado de Claudio Bonadio, que citó a gente del PRO como testigo. Esto terminó cuando el tribunal oral pidió el peritaje, que demolió los argumentos por los que nos acusaron», subrayó y criticó que «en el medio, se usó esto en medio de la campaña electoral que benefició al macrismo».
Kicillof afirmó que «luego, presionaron (al entonces presidente del Banco Central, Alejandro) Vanoli para que renunciara. Hicieron un desmadre institucional y después hicieron un negociado, porque los que ganaron plata cuando Mauricio Macri devaluó son los macristas».
Además, el gobernador comparó la causa dólar futuro -en la que se demoró la orden para realizar la pericia contable- con la del memorándum de entendimiento entre Argentina e Irán, en la que la Justicia no citó a declarar a Ronald Noble.
«Era el número uno. Bastaba con llamarlo y se acababa todo. En esto, salvando las distancias, si hubieran hecho el peritaje el primer día, había que desestimar la causa. Pero Bonadio fue parte de las operaciones políticas y económicas», opinó.
«Es interesante el abismo que hay entre la realidad y algunas tapas de diarios porteños. Hay un desprecio por la realidad. Fueron partícipes de todo esto y ayer recibieron un cachetazo de realidad», analizó el gobernador.
En ese marco, planteó que ayer Cristina «fue trasmitida casi por cadena nacional», apuntó que «nos quisieron sentar en el banquillo y no tienen nada» y remarcó que «los que sí tienen que dar explicaciones por el endeudamiento que tomaron con el FMI y el pago a los buitres, dar explicaciones ante la justicia y ante la sociedad, son ellos».
Para el mandatario, está muy bien que la Justicia controle la transparencia y la legalidad, pero cuando se usa de esta manera escandalosa y política a la Justicia para perseguir opositores, hacer política o ganar una elección, estamos en una emergencia institucional».
«El macrismo llevó esto a un extremo que nombró por decreto a jueces de la Corte Suprema», recordó y pidió «decirlo sin pelos en la lengua porque uno -que pretende gobernar para las mayorías- fue víctima de esto».
Por último, dijo que el presidente Alberto Fernández, en la apertura de sesiones legislativas, «dejó claro que nunca más queremos un Poder Judicial vinculado con servicios de inteligencia, países extranjeros y medios para hacer operaciones».
Sostuvo que el primer mandatario «tiene en su agenda y trabaja para llevar adelante una transformación en ese sentido» pero reconoció que ello «no será una tarea sencilla».