El oficialismo bonaerense reimpulsó el debate para declarar a la educación como servicio público esencial, medida que limitaría la realización de paros en la provincia.
El encargado de reposicionar el debate en la agenda política fue el presidente de la cámara de Diputados, Manuel Mosca, quien avaló el debate de un proyecto presentado por Guillermo Castello, un legislador de Elisa Carrió. «Es una buena variante para analizar, pensando en que no se pueden perder más días de clases en las escuelas», señaló Mosca durante una visita a una escuela de Mar del Plata, junto al autor del proyecto. «Esto le evitaría a los chicos el daño y el costo por no tener todos los días de clase que debieran», completó.
El gesto de Mosca, principal intérprete de los deseos de la gobernadora María Eugenia Vidal en la Legislatura, se dio durante el cierre de un nuevo paro de 48 horas llevado a cabo por los gremios docentes, que ya suman 21 días de protesta este año. El proyecto de Castello fue presentado a fines de agosto del año pasado, y desde entonces espera ser tratado en la comisión de Educación, que el «lilito» preside desde diciembre.
La iniciativa declara a la educación primaria como «servicio esencial», lo que no impide los paros, aunque obliga a que durante una medida de fuerza se garantice el servicio de comedores, el cumplimiento de los días de clase estipulados por el calendario escolar y el establecimiento de una guardia mínima para que los padres dejen a sus hijos. En tanto, autoriza al Ejecutivo a hacer lo propio con la educación secundaria, aunque de forma temporal.
Fuentes parlamentarias confiaron que el proyecto no cuenta aún con consenso dentro del propio bloque oficialista, por lo que no descartan que el mensaje de Mosca apunte a apurar definiciones en su propia tropa. Ante el visto bueno oficial, en tanto, Castello iniciará sondeos entre los asesores de los diferentes bloques, para ver cuán lejos puede llegar con el proyecto. Pese a la urgencia de la coyuntura, no se plantearon fechas de tratamiento.
Durante la recorrida con Mosca, Castello aseguró que «después de 21 días de paro docente, que perjudican a los alumnos de las escuelas públicas, sobre todo a los de menores recursos, habría que evaluar seriamente la necesidad de reglamentar el derecho a huelga de los docentes bonaerenses».
Y agregó: «Entiendo que el derecho humano a aprender es de jerarquía superior al derecho de huelga, que no es absoluto. Esto implica que el dictado de clases no podrá ser interrumpido por medidas de fuerza, equiparando el deber a las actividades en donde está prohibida su paralización, como por ejemplo, los servicios hospitalarios o el control de tráfico aéreo».
El legislador «lilito» sostuvo que su proyecto es «la mejor forma de terminar con estos paros salvajes». «Ya se han probado diversas soluciones, pero no se llega a ningún acuerdo. Hay que empezar a usar otros caminos», cerró.