La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, le pidió la renuncia a la Subsecretaria de
Gestión Administrativa de la Secretaría de Niñez y Familia, Constanza Cassino.
El pedido de la funcionaria fue luego de «tomar conocimiento de la situación relacionada con la cafetera», electrodoméstico por el que se abonó $1.917.000.
La funcionaria involucrada en la polémica cumplió con la voluntad de la ministra y a través de una nota presentó su dimisión. “Tengo el agrado de dirigirme a usted, a fin de presentar mi renuncia a partir del 31 de octubre de 2024, al cargo de Subsecretaria de Gestión Administrativa de Niñez, Adolescencia y Familia de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia”, reza el documento.
Lo cierto es que la compra tomó notoriedad cuando el dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, lo expuso desde sus redes sociales a través de un mensaje que tituló “los privilegios de Pettovello”.
“El cafecito con espuma con sobreprecio ($1,917,000) y los triples del catering de Pettovello (3 palos sospechosamente redondos) se pagan con 6444 raciones de almuerzo según el PNUD, ese que esta rocha perfumada le niega a los pibes”, planteó.
En la misma línea, remarcó: “El sueldo que la desnutridora cobra para dar charlas de nutrición (4 palos) vale por otras 5254 raciones. Ni sabemos de los sobresueldos pagados por la OEI repartidos entre personajes prostibularios, cirujanos plásticos y defensores de violines… la justicia está lentejuela con el asunto. Pagate el café vos, rata de lupanar”.
Inmediatamente, desde el entorno de Pettovello aclararon que si bien se trata de un formalismo, el monto no es significativo a la cartera sino que responde a la política de terminar con los gastos innecesarios que le atribuyen a “la casta”.